jueves, 21 de mayo de 2015

Adiós y Gracias a Don Polo

Primer Obispo de la Diócesis de Nogales
Símbolos del Escudo Episcopal de Mons. Leopoldo González

Para este viernes 22 de mayo se programó, en la Ciudad de Nogales, del Estado de Sonora, y antes perteneciente a la Arquidiócesis de Hermosillo, la Solemne Ceremonia de Toma de Posesión de Monseñor José Leopoldo González como Primer Obispo de esa naciente Diócesis. He aquí el significado de su Escudo y Lema.

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La Redacción de Semanario

El capelo que corona el Escudo –y del que se desprenden a ambos lados dos cordones con tres órdenes de borlas de color verde– es símbolo de la dignidad prelaticia en el grado de Obispo. Esto mismo queda de manifiesto en la Cruz color oro, con un solo travesaño, que representa, además, a Cristo, Buen Pastor. Con una obvia alusión al nombre de la nueva Diócesis, en su centro destaca la figura de un nogal estilizado, al que se le pueden atribuir varios simbolismos, al fijarnos en sus tres ramas, sus doce frutos, su único tronco y sus cuatro raíces.
+ Las tres ramas floridas pueden indicar lo mismo el mandato misionero en nombre de La Santísima Trinidad (Cfr. Mc 16, 15), que la «Cruz gloriosa» que abre sus amplios brazos para augurar –de parte de nuestro Padre Dios, «rico en misericordia» (Ef 2,4)– abundantes gracias y bendiciones en favor de esta Iglesia local naciente (Cfr. Misericordiae Vultus, 1).
+ Los frutos maduros que penden de las ramas del árbol –y que están distribuidos en cuatro racimos– nos hablan lo mismo de la exuberante fecundidad inherente a toda Iglesia particular, que de las cuatro notas características de la Iglesia universal: Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica… El hecho de que estos frutos sean precisamente doce, nos pone de manifiesto la tarea del Obispo como sucesor de los Apóstoles y miembro del Colegio Episcopal, a cuya cabeza está el Obispo de Roma (Cfr. LG 19. 22).
+ A esta unidad con el Sucesor de Pedro y con sus demás hermanos en el Episcopado, quiere hacer alusión el único tronco del árbol dorado, que hunde sus raíces en la tierra fértil de la Tradición y del Magisterio. Esta Tradición y este Magisterio vivo de la Iglesia están fundamentados, sobre todo, en las Sagradas Escrituras, de las que los cuatro Evangelios –representados en las cuatro raíces– son síntesis privilegiada (Cfr. DV 21; DA 248).
+ Debajo de las raíces está una franja azul clara, que simboliza lo mismo el Mar de Cortés, que nuestra originaria y común vocación bautismal como discípulos-misioneros al servicio de la Nueva Evangelización (Cfr. EG 102).
+ Detrás del tronco aparece una lejana franja amarilla que alude tanto a un desierto que se dispone a convertirse en vergel, como a la condición fronteriza de la nueva Diócesis (Cfr. las famosas «periferias» físicas y existenciales del Papa Francisco).
+ A la izquierda del tronco, una Cruz, símbolo de Cristo, y a la derecha, una flor de lis que representa a la Virgen María, perfecta Discípula y Estrella de la Antigua y de la Nueva Evangelización.
+ La cinta de la parte baja del Escudo lleva el Lema: «Justicia y Paz y Gozo», en latín, inspirado en San Pablo a los Romanos (14, 17). Éstos son sólo tres de los muchos «dones y virtudes del Espíritu Santo», tan necesarios en este difícil momento por el que atraviesa nuestra Patria y nuestro mundo (1 Cor 12, 8-11; CEC 1830-1831).
+ «Iustitia et Pax» evoca, también, al Pontificio Consejo donde Monseñor Leopoldo –bajo la conducción de insignes mentores– prestó sus servicios en Roma como joven Sacerdote.
+ El «Gaudium» quiere ser una alusión deliberada a la reciente Exhortación Apostólica «Evangelii Gaudium», del Papa Francisco, bajo cuyo ejemplo y programa desea él iniciar su ministerio en esta nueva encomienda que el Señor pone ahora sobre sus hombros.
+ El color azul intenso del fondo, finalmente, es una clara invitación a levantar la mirada –llenos de ilusión esperanzada– hacia amplios y nuevos horizontes, para abocarse con espíritu creativo a escribir todos juntos el prólogo de esta “Historia de Salvación” en esta naciente Diócesis de Nogales (con información del Pbro. Salvador López Rojas).
Nació el 7 de febrero de 1955 en Cañadas de Obregón, Municipio de la Región de Los Altos de Jalisco, y ahora perteneciente a la Diócesis de San Juan de los Lagos. El próximo miércoles 27 de mayo se cumplirán 31 años de que fue ordenado Sacerdote. Entre otros destinos ministeriales, fue Párroco de Santa Cecilia en Guadalajara, así como Catedrático del Seminario Diocesano y de la Universidad del Valle de Atemajac, de la que fue también Directivo Académico.
El 25 de enero de 2006 fue consagrado Obispo por el Cardenal Arzobispo Juan Sandoval Íñiguez, de quien fue Auxiliar en nuestra Arquidiócesis. Igualmente, se desempeñó como Secretario General de la Conferencia del Episcopado Mexicano, CEM, y luego ocupó similar cargo en el Consejo Episcopal Latinoamericano, CELAM, con Sede en Bogotá, Colombia. Cumplido ese servicio, retornó como Obispo Auxiliar de Guadalajara.

Obispo Polo Aparecida OMV

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