El Llamado: aunque es personal, se comunica

Un grato Misterio

LCC. Dante Omar Covarrubias Islas,
2o de Teología

El Señor nos ha llamado personalmente, de diversas maneras, a cada uno de los que hoy nos encontramos respondiendo en la aventura de la vocación sacerdotal; pero, aunque esa respuesta sea individual, va orientada hacia la comunidad, lo cual se cumple cuando cada uno comparte la alegría de la vocación y la comunica a la Sociedad.
Para un Sacerdote, el Evangelio es ese Mensaje que no puede dejar de proclamar; debe darlo a conocer a todos los miembros de las familias de la Sociedad. Por ello, ha de estar preparado para dar razón de su Fe, no solamente con buenos consejos, sino con buenos discursos, con ideas y contenidos fundamentados en las virtudes evangélicas. Y esto puede lograrlo en las homilías, donde ha de ser la voz de Cristo, que despierta conciencias y anima corazones; en las orientaciones que comparte en los Talleres o Grupos de Pastoral. Pero también ha de saber utilizar los medios a su alcance para hacer resonar esa Buena Noticia de Salvación.

Las herramientas
Para todo cristiano de hoy, es importante el uso de las nuevas Tecnologías de la Información, ya que, a través del empeño que se ponga en ello, se puede ir sembrando la Semilla del Reino, y así, en silencio pero con efectividad, la misma Red la irá esparciendo y extendiendo, cumpliendo con su función propia.
Hoy en día constatamos que ya no son sólo los adolescentes y jóvenes quienes navegan en barcas -en ocasiones un tanto frágiles- por el mar de información que proporcionan los mass media, sino incluso aquellos que no nacieron en la época digital comienzan a ser migrantes, y algunos llegan a enredarse tanto en las redes de interconectividad, que poco a poco nos vamos olvidando de la primera red social que conocimos, que es la Familia, lo cual nos hace olvidar lo realmente trascendente.
Ante ese crecimiento o bombardeo de información que ha logrado la Internet en pocos años, los Seminaristas y Sacerdotes Formadores del Seminario intentamos rescatar, primero, la comunicación interpersonal en las relaciones directas, como en el acontecer de las actividades cotidianas, para luego dar apertura al uso de las Comunicaciones Sociales, que nos ayudan a extender la comunidad y a que sean más personas con las que exista el intercambio de noticias, ideas y opiniones del acontecer de la Comunidad, pero también de la Iglesia Diocesana y de la Iglesia Universal.
Es por eso que, valiéndonos de las nuevas herramientas e instrumentos que acortan las distancias y nos FACILITAN entrar en comunión con los demás, en cuanto nos lo permiten las ocupaciones principales (espiritualidad y estudio), buscamos atender y entender esta nueva forma de hacer Pastoral, que nos ayuda a ser más humanos y a tener un sentido más crítico de las realidades que hemos de enfrentar.

A sus órdenes
Ya con los Reportajes, Crónicas y Artículos en los que, por más de 100 años, se ha estado informando a los bienhechores y amigos a través de la Revista mensual Apóstol; mediante nuestro Sitio Web www.semguad.org.mx, para mantenernos informados de los próximos eventos y puedan encontrar galerías multimedia de fotografía y video, además de reflexiones de las lecturas diarias, mensajes de vida espiritual y, ya sea ahí, en www.nazaredradio.org, o en la aplicación “Tune In”, pueden encontrar, en vivo, nuestra señal de “Redio” (Estación de Radio Online), que tiene dos y medio años de trabajo continuo por Internet, presentando contenidos para todas las edades en una amplia barra de programación que va desde “Sistema Informativo de Noticias”, “La Sobremesa”, “Al Ritmo de la Vocación”, hasta “Jóvenes en lío”, “Historia de la Iglesia, platicadita”, “Soundtrack”, “Navegando con el Papa”, “Sal de la Tierra”, entre otros; y también con nuestra presencia para proyectos conjuntos en los Medios de Comunicación católicos, que pulsan la realidad de la Iglesia Diocesana, como son: CAPTA, ArquiRadio, Radio María, El Sembrador, María Visión, Grupo Valora y Semanario.
Es así como el Seminario no deja de comunicar la alegría del Evangelio y compartir la vocación a la que fuimos llamados todos los cristianos: “Ir por todo el mundo a evangelizar a las gentes”. Y si ahora los nuevos escenarios o areópagos son los Medios de Comunicación masiva, no podemos desatender a quienes están dentro de ellos.
Dios quiera que, junto con la Iglesia Universal, aprovechemos y celebremos el próximo 1 de Junio la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que es dedicada en este año a la Familia, y no tengamos miedo de alzar la voz y defender los valores que aprendimos en la Familia, de donde surgimos.