jueves, 16 de abril de 2015

Qué no es y qué es el VI Plan Diocesano de Pastoral

Ya está el Libro que lo resume


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Vicaría Diocesana de Pastoral


Ya está al alcance de todos en las Librerías del Arzobispado: Centro Diocesano de Pastoral, en Calle Jarauta 510, Sector Libertad; en la Planta Baja de la Catedral, Calle Liceo 17, y en las Oficinas de la Curia: Calle Alfredo R. Placencia 995, Sector Hidalgo, Col. Chapultepec Country.

Su costo, por indicaciones expresas del Arzobispo Metropolitano, Cardenal José Francisco Robles Ortega, apenas se ajusta a los costos del material: 30 pesos. Libro de 120 páginas, una hermosa portada con la imagen de nuestra Catedral Basílica, que identifica a esta Iglesia Particular.


PARA DILUCIDAR

No es, en forma alguna, un punto de llegada.

No es solamente el Manual de las últimas corrientes teológicas.

No es propiamente un Reglamento o un condensado de recetas infalibles para el trabajo pastoral.

No representa el último grito de las corrientes metodológicas, ni la moda de expertos pastoralistas.

No es una ensalada o aderezo de lo más actual o en boga.


EN CAMBIO…

Lo que más se ajusta a lo que sí es el Sexto Plan:

Sí es un testimonio, un momento, una espiritualidad, un cauce.

Sí es el testimonio de todo un Proceso Participativo.

Es una respuesta a la invitación del Pastor a involucrarnos para ser parte activa de esta familia diocesana.

Es señuelo de un camino, pero no agota el camino, pues el camino es el Proceso Pastoral que hemos asumido juntos. El Libro del VI Plan es un elemento solamente, y no es algo perfecto; es un anhelo, es nuestro, nos revela a nosotros.

Antes que una gran novedad, testifica lo que ya sabemos, lo que hemos hecho, lo que estamos haciendo, lo que nos inspira el Espíritu y queremos ser y hacer.

Todo él forma un cauce con sus Siete Líneas, creación nuestra, expresión de nuestra espiritualidad, lo que ha de informar nuestras actividades, así como lo hemos querido y establecido en esos Siete modos que se unen en una sola dirección.

El último Número del Plan, el 121, de la página 112, nos dice:

“El Plan Orgánico Diocesano de Pastoral no está terminado. Este material recoge el trabajo pastoral que, en comunión y participación, se ha llevado a cabo desde las comunidades básicas, por medio de las instancias intermedias, hasta las dos primeras Asambleas Diocesanas del pastoreo del Emmo. Sr. Cardenal D. José Francisco Robles Ortega. Recoge grandes riquezas de nuestra Historia y nos proyecta hacia el futuro, generando con alegría una situación eclesial y social más conforme al Evangelio. Como esfuerzo humano, el Plan queda a perfeccionarse, gracias al compromiso evangelizador, a la participación activa en cada una de nuestras comunidades y al fraterno compartir entre nosotros las Gracias que Dios va derramando a manos llenas en nuestra Iglesia de Guadalajara”.


¿Ya lo adquiriste?

Acuérdate que no es sólo un Documento para tu enriquecida biblioteca. Vamos a conocerlo, a estudiarlo, a asumirlo para hacerlo operativo en nuestra vida. No está terminado, dice, porque, a lo mejor falta tu aportación. La consigna de la participación está abierta, y especialmente el elemento vital es La Espiritualidad de Comunión.


¿Qué me ofrece el Plan? ¿Qué aportará para mi comunidad en mis tareas? ¿En qué va a notarse a nivel Diocesano?

A reserva de tu criterio y de los que más saben, no desembocará la aplicación del Plan en acciones uniformes y generales, en movimiento de multitudes o congresos… El VI Plan no suple, sustituye o elimina la creatividad de ningún Agente de Pastoral. Tú, cada Agente, cada Encargado de Comunidad, enriquecerá su acción pastoral propia con este Espíritu que inspira el VI Plan. No es un recetario pastoral, cabe reiterar.

El Plan es un asomo de nuestra vida pastoral. Por tanto, un rico elemento que debemos aprovechar; pero lo vital es el Proceso Pastoral Diocesano, en el que todos tenemos un lugar, una tarea.


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