Virgen De Los Remedios

Inundada… de alegría

De nuevo, Temacapulín es Parroquia

Mucho más en razón de volver a constituirse en Parroquia que en enterarse de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación invalidó el Convenio para un Proyecto de construir la Presa El Zapotillo, este pequeño poblado alteño vivió momentos de júbilo.

José de Jesús Parada Tovar

El Obispo de la vecina y hermana Diócesis de San Juan de los Lagos, Felipe Salazar Villagrana, reerigió como Parroquia a la de Nuestra Señora de los Remedios el reciente miércoles 7 de agosto del año en curso, en la población de Temacapulín, hasta entonces dependiente de la de Cañadas de Obregón, de la que también es Delegación Municipal. La ceremonia revistió especial solemnidad por el ánimo y fervor de los feligreses y por la participación de 25 Sacerdotes concelebrantes, muchos de ellos compañeros del nuevo Párroco, el señor Cura Juan de Dios Montaño Díaz.

Aunque remota y encajonada entre cerros y peñascos que bordean el caudaloso Río Verde, esta modesta localidad ya era famosa desde que allí estuvo destinado el Padre Alfredo R. Placencia Jáuregui cuando frisaba la primera década del Siglo XX y puso a “Temaca” en su inspirada poesía, principalmente dedicada “al Cristo de la Peñita”.

Perteneciente entonces a la Arquidiócesis de Guadalajara, y lejos aún de convertirse en Parroquia, su Templo, sin embargo, fue elevado a la categoría de Basílica Menor, agregada a la de San Juan de Letrán, en Roma, el 29 de diciembre de 1959, por una concesión del Papa Juan XXIII, hoy Beato y en vías de ser canonizado como Santo.

En 1972, San Juan de los Lagos pasó a ser Diócesis, y su primer Pastor, el Arzobispo Francisco Javier Nuño Guerrero, tuvo a bien elevar a la categoría de Parroquia a la de Nuestra Señora de los Remedios el 23 de noviembre de 1974, nombrando como su primer Párroco al Padre Alfonso González Orozco, a quien sucedieron, cronológicamente, los Presbíteros Francisco Javier Avilés López, Juan Casillas Plascencia y Rafael Córdova Esparza. A la salida de éste, Temacapulín regresó a ser Capellanía y no tuvo Sacerdote de planta.

Apenas conociendo terreno y ovejas
Amablemente accedió el señor Cura Montaño a platicar con Semanario, anticipando que solamente tenía una semana de avecindado ahí. Nos relató que tuvo el privilegio de formar parte de los nuevos 100 Presbíteros que ordenó el ahora Beato Papa Juan Pablo II en la Ciudad de Durango el 9 de mayo de 1990. Su ministerio inmediato anterior al actual lo ejerció durante 10 años como Párroco de la Comunidad de Santa Rita, perteneciente al Municipio de Ayotlán, Jalisco.

“Tengo entendido -refirió- que Temacapulín dejó de ser Parroquia principalmente a causa del despoblamiento. Se requería de Sacerdotes en otras partes más necesitadas y se vio que esta Comunidad podía ser atendida desde Cañadas. Apenas voy conociendo a la gente, pero me consta que es sencilla, buena, generosa, y que, por su piedad, ya estaba deseosa de la presencia de un Padre”.

La jurisdicción canónica que le ha sido encomendada abarca, además de la cabecera parroquial, a las rancherías de Zapotillo, Barreras, La Cofradía y Palmarejo, que en conjunto abarcan a poco más de mil habitantes, incluidos unos 450 de “Temaca”. La mayoría corresponde a personas de la tercera edad.

Algunas características

Debido a la reanudación de labores parroquiales, gradualmente dejará de dependerse de Cañadas, de donde provenía principalmente el apoyo en la Liturgia y la Catequesis. Ahora, además de trabajarse en esas áreas, que involucra a Ministros Extraordinarios de la Comunión, Acólitos, Coros y Monitores, se impulsará el Catecismo, el Grupo de Jóvenes y la Pastoral Social, organizados por un Equipo Coordinador Básico y la dirección del Párroco.

Anteriormente se oficiaba Misa los martes y los jueves, así como dos en domingo. Ahora, diariamente hay Celebración Eucarística, rezo del Santo Rosario y Exposición y Bendición con el Santísimo; los sábados hay Misa en las Comunidades de rancherías anexas.

La Fiesta Litúrgica de la Virgen Santísima de los Remedios es el 1º de septiembre; pero, por antigua tradición, se le dedica un Docenario que comienza a finales de diciembre y culmina el 8 de enero, aprovechando también la posibilidad de la visita de los hijos ausentes. No obstante, en septiembre se verifica también “La Caminata de los Remedios” y “La Feria del chile”.

De igual modo, se promueven celebraciones especiales en la Ermita de la Virgen de Guadalupe y en la Capillita del “Señor de la Peñita”, a los pies de la alta roca en que se figura la imagen de un Cristo. En una pequeña explanada, a la que se accede a través de una escalinata, hay también un busto dedicado al “Poeta del dolor”: el Padre Alfredo R. Placencia.

Con aliento pastoral y a la expectativa

¿Qué le pidió su Obispo al enviarlo a Temacapulín?, le inquirimos al Padre Montaño Díaz, quien respondió con seguridad: “Me pidió que camine con ellos; que los acompañe y aliente desde la Fe en su vida espiritual; que sepan que hay un Sacerdote que los atiende y no se sientan solos. En el aspecto social (en relación al Proyecto de construcción de la Presa El Zapotillo), por lo pronto estoy a la escucha, dispuesto a acompañarlos, pero sin llegar a comprometer una situación difícil”.

Con relación a la reciente noticia del fallo de la Suprema Corte de Justicia, nuestro entrevistado dijo que, por lo poco que en este lapso ha podido platicar con los temacapulinenses, en unos se advierte gusto, aunque en otros, quizá mayoría, predomina la reflexión y demuestran dudas y reservas, tan sólo por el hecho de que no es una instancia definitoria la que emitió el dictamen y, en todo caso, hace falta un documento oficial aprobatorio que avale la decisión final de dejar en 80 metros la altura de la cortina de la Presa, y no en los 105 previstos.

Admitió el Sacerdote que son más los moradores que desean permanecer en su pueblo y no ser removidos a otro lugar. Incluso hay hijos ausentes que secundan esta Causa (“Salvemos Temaca”), aunque a veces se desaniman por la indecisión de las Autoridades y la pasividad o indiferencia de otros habitantes que simplemente quisieran que las cosas sigan igual, pero sin tomar partido.

Con todo, retomó y resumió: “Mi encomienda es hacer presencia sacerdotal entre el pueblo y atenderlo pastoral y espiritualmente para hacerlo crecer en la Fe, sobre todo a través de la Evangelización, los Sacramentos y la cercanía a las familias. Los fieles me han externado su contento y gratitud a Dios y al Obispo por contar nuevamente con un Sacerdote”.

Simbólicos saludos

Aún penden del techo del Templo de la Virgen de Los Remedios las elegantes cortinas que se colocaron en la Misa de Erección de la Parroquia, y que aluden significativamente al nuevo Párroco y al pueblo mismo:

“El Señor es mi Pastor, nada me falta” (Salmo 23.1).

“Señor, guiaste con amor a tu pueblo y lo salvaste” (Éxodo 15.13).

“Ánimo, no tengan miedo; soy Yo” (Marcos 6.50).

… Curiosamente, varias de las alegorías pictóricas hacen referencia al tema del agua, al temor de ser hundidos (por ejemplo, Jesús, durmiendo en la barca, o Pedro “perdiendo piso” entre las olas al ir al encuentro del Señor).

Poema

He aquí unos fragmentos del Poema del Padre Placencia, “El Cristo de Temaca”:

Hay en la peña de Temaca un Cristo.

Yo, que su rara perfección he visto,

jurar puedo

que lo pintó Dios mismo con su dedo.

En vano corre la impiedad maldita

y ante el portento la contienda entabla.

El Cristo aquel parece que medita

y parece que habla.

… Mira al Norte la peña en que hemos visto

que la bendita imagen se destaca.

Si al Norte de la peña está Temaca,

¿qué le mira a Temaca tanto el Cristo?

…Para que así se turbe o se conmueva,

¿verá, acaso, algún crimen no llorado

con que Temaca lleva

tibia la Fe y el corazón cansado?

¿O será el poco pan de sus cabañas

o el llanto y el dolor con que lo moja

lo que así le conturba las entrañas

y le sacude el alma de congoja?…

Testimonios

Incertidumbre, recelo e indiferencia parecen privar entre los habitantes de este rincón de la Región de Los Altos Norte de Jalisco. Abordados algunos de ellos, coincidieron en que no ha cesado la presión que ejerce el Gobierno (especialmente desde el nivel Federal), y se muestra inconsistente la solidaridad del pueblo. Y es que las Autoridades construyeron un conjunto de casas no lejos de “Temaca”, pero distantes y a salvo de lo que bañaría el pretendido embalse, ofrecidas sin costo a quienes deseen mudarse. Ya son varios los que aceptaron y firmaron la permuta, pues todos coinciden en que son fincas bien hechas, amplias y con todos los servicios.

En cambio, los que componen el Patronato en Defensa de Temaca argumentan que es infinitamente superior el valor histórico del pueblo en su lugar de origen, con su Templo, su caserío, su paisaje de lomas y peñascos. Que hay gente que ya ni vive ahí pero sí vendió al Gobierno sus propiedades. Que el asunto todavía no está claro y se quiere apresurar el desalojo, con el riesgo de que pueda repetirse el infortunio de la desaparición inútil de una comunidad, como le ocurrió a la ranchería de Arcediano, en el fondo de la Barranca de Huentitán, con todo y el desmantelamiento de su histórico Puente. Que incluso bajándole metros a la cortina persiste la posibilidad del rebasamiento del nivel y que de poco servirían dos propuestos diques de contención, uno de los cuales, si no soporta un eventual derrame, provocaría el anegamiento del Panteón, pese a ubicarse sobre una meseta. Que hay otras alternativas más viables, menos peligrosas y polémicas.

La gente concuerda en que la Comisión Nacional del Agua, que encabeza el Proyecto de la Presa, “le trae ganas” al Balneario de Temacapulín por considerarlo estratégico, y ya se ha propuesto expropiarlo, en compra multimillonaria, en todas sus hectáreas. Y es que, ubicado en envidiable posición en las faldas de las peñas, en realidad es por ahora el principal motor de la economía de la zona, pues da trabajo a muchas personas porque atrae buena cantidad de turistas. Las familias se han mantenido habitualmente del cultivo de maíz y de chile, así como de la producción de ganado vacuno, aunque todo ello no va muy allá de satisfacer el autoconsumo.

…Todavía no se vislumbra la temida inundación de “Temaca”, Acasico y Palmarejo, pero prevalece, en la mayoría de los involucrados, una sensación de zozobra e inquietud, pues desconfían de tantas fintas verbales, promesas, advertencias y anuncios en uno y otro sentidos. Perciben que, antes de la proyectada cortina de la Presa, conviene hacer presa de los nervios a los pobladores y tenderles una cortina interminable de declaraciones y garlitos.