Se abriría Petróleos Mexicanos a la Iniciativa Privada
Reforma energética. ¿Negocio de quién?
Se plantea permitir los “contratos de utilidad compartida”, para que la Iniciativa Privada (IP), en sociedad con el Gobierno Federal, pueda invertir en las ramas petroleras y se repartan las ganancias o utilidades.
Pbro. Antonio Gutiérrez Montaño
Con el pretexto de elevar la competitividad y hacer más eficiente a la Paraestatal Petróleos Mexicanos (PEMEX), el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, presentó su propuesta de Reforma Energética, que busca modificar los Artículos 27º y 28º de la Constitución Mexicana, para eliminar la prohibición de que haya contratos para la exploración y explotación de hidrocarburos; es decir, para permitir la participación de particulares en estas áreas.
De acuerdo con la iniciativa presidencial, se plantea que puedan celebrarse los llamados “contratos de utilidad compartida”, para que la Iniciativa Privada (IP), en sociedad con el Gobierno Federal, pueda invertir en las ramas petroleras; sin embargo, en todo momento, se asegura que no se pretende “privatizar” Pemex, a pesar de que, en la práctica, parece todo lo contrario.
¿Lázaro Cárdenas?
No obstante, la propuesta aclara y previene que el Estado mantendrá el control del Sistema Eléctrico Nacional, así como del servicio público de las redes de transmisión y distribución.
En el texto se estipula que, “tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos, no se expedirán concesiones, y la Ley Reglamentaria respectiva determinará la forma en que la Nación llevará a cabo las explotaciones de esos productos”.
El Ejecutivo Federal asegura que esta iniciativa retoma la redacción original que impuso el Presidente de México, General Lázaro Cárdenas del Río, tras la expropiación petrolera, quien señalaba que era necesaria la participación de la Iniciativa Privada para el desarrollo de Pemex.
Lo que no se dice ni se aclara
De acuerdo con la propuesta presidencial, el Gobierno otorgará a Pemex y a particulares, permisos de refinación, petroquímica, transporte y almacenamiento de petróleo, gas y sus derivados.
Además, se establecerá un sistema de contratos para la exploración y extracción de petróleo y de gas. Estos contratos podrán otorgarse a un particular -asociado o no con Pemex-, pero éste siempre deberá compartir utilidades con el Gobierno Federal, representado por la Secretaría de Energía. Los contratos, igualmente, puede tenerlos Pemex en solitario.
El Primer Mandatario insistió en que la Nación se quedará con los impuestos y las regalías de la renta petrolera, y que compartirá, con la IP, la utilidad o el beneficio que genere la producción de petróleo y de gas obtenida, toda vez que el operador asumió el riesgo. Empero, no se dice que las aportaciones de Pemex al presupuesto federal obviamente serán menores, al tener que “repartir las ganancias”, como tampoco, la Autoridad ha revelado detalles sobre la operación de los contratos.
Las 10 promesas de la reforma de Peña Nieto
Según el Gobierno Federal, los 10 beneficios de la reforma en materia energética serían:
1.- Que el Artículo 27º de la Constitución vuelva a decir lo que el Presidente Lázaro Cárdenas dejó escrito, palabra por palabra. Pemex y la CFE no se privatizarán, seguirán siendo 100% públicas y 100% mexicanas. Todo el petróleo y el gas seguirán siendo de la Nación, y se permitirá la participación privada en exploración, extracción, refinación, petroquímica, almacenamiento, transporte y almacenamiento.
2.- Con la Reforma Energética, bajará el precio de la luz y también del gas para las familias, los comercios y la industria, según su decir.
3.- Se promete la creación de cerca de medio millón de empleos adicionales en este sexenio, y dos y medio millones de empleos al 2025.
4.- La industria petrolera -de acuerdo a lo escrito- volverá a ser un motor del crecimiento económico de México, al detonar inversión en nuevas áreas. México tendrá cerca del 1% más de crecimiento económico en 2018, y aproximadamente el 2% más para 2025.
5.- La apertura de la industria eléctrica permitirá que fluyan grandes inversiones al sector, conforme esperan. La competencia en el sector permitirá, además, contar con tarifas más competitivas. Así, la industria y el comercio generarán más empleos.
6.- Para obtener más beneficios del petróleo, los mexicanos podremos decidir en qué proyectos nos conviene asociarnos y en qué condiciones, según su dicho.
7.- Habrá más recursos para el Presupuesto y Programas Sociales, gracias a los nuevos negocios en la industria energética. Suena atractivo para ser verdad. La renta petrolera generará escuelas de calidad, hospitales, programas sociales, carreteras y servicios de agua.
8.- Los ciudadanos, se dice, podrán vigilar las operaciones e ingresos petroleros derivados de nuevos contratos, los cuales estarán a la vista de todos los ciudadanos, y serán consultables en todo momento. Asimismo, habrá auditorías anuales sobre todos los contratos vigentes en México.
9.- CFE y Pemex se fortalecerán para darle competitividad a México. Pemex y CFE tendrán más autonomía, serán eficientes e invertirán sus ganancias en donde sea más conveniente. Tendrán mejor organización y herramientas para optimizar su gobierno corporativo, según la promesa.
10.- Se reorganizará la industria eléctrica para garantizar tarifas competitivas a los hogares, la industria y el comercio. Todas las actividades que conforman la industria eléctrica se mejorarán; la Comisión Federal de Electricidad seguirá operando la infraestructura con la que cuenta actualmente.
Califican de “bizarra” la propuesta de EPN
Respuesta de los que dicen que no, a la Reforma Energética
Quienes conocen las entrañas de Pemex, quienes saben de qué manera opera y lo que implicó la expropiación petrolera hace más de siete décadas, saben que detrás de la propuesta de Reforma Energética que presentó Peña Nieto está su privatización.
Mientras que el Presidente Lázaro Cárdenas del Río le quitó el petróleo a las Compañías extranjeras en marzo de 1939, parece que Enrique Peña Nieto busca regresárselo.
Quienes conocen las entrañas de Pemex, quienes saben de qué manera opera y lo que implicó la expropiación petrolera hace más de siete décadas, saben que detrás de la propuesta de Reforma Energética que presentó Peña Nieto está su privatización.
Dicen los trabajadores
“Para nosotros, la propuesta del Presidente es una clara agresión a la soberanía nacional; nos queda claro que lo que se busca es entregar a los extranjeros, a particulares, lo que es de todo el pueblo mexicano; ésta es, sin lugar a dudas, una propuesta bizarra”, sostuvo Silvia Ramos Luna, Secretaria de Relaciones y Difusión, de la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros (UNTyPP).
Ellos, al igual que muchos de los mexicanos, no están en contra de la modernización y transformación de Pemex, pero sí de su privatización, que se quiere disfrazar como una buena acción, con la ayuda de una increíble campaña que ha inundado los Medios de Comunicación.
Desde hace varios meses, cuando se hablaba de que habría una Reforma Energética para modernizar Pemex, los integrantes de la UNTyPP dieron su apoyo y aprobación, siempre y cuando no se pretendiera privatizar su actividad, y tampoco modificar los Artículos 25º, 27º y 28º de la Constitución Mexicana. Sin embargo, eso no sucedió.
Poco se ha hablado de lo que sucederá con las fuentes de trabajo de los empleados de Pemex, a decir de la citada lideresa. “Se argumenta que los trabajadores no seremos despedidos y que se respetarán nuestros derechos, pero no les creemos. Si se cierran una a una las refinerías, ¿qué va a pasar con nosotros? ¿Las refinerías privadas transnacionales nos van a dar trabajo? ¿Van a respetar nuestras antigüedades? ¿Van a respetar el Contrato Colectivo de Trabajo? ¿Cuánto tiempo?”
Recordó que no cuentan con un Fondo de Pensiones, pues el FOLAPE está en ceros ¿De dónde se van a pagar las pensiones de los jubilados si no hemos cotizado ni en el ISSSTE ni en el IMSS? La iniciativa de Reforma Energética también atenta en contra de nuestra materia de trabajo”, agregó.
Conociendo los Artículos que pretenden reformar
El Artículo 25º Constitucional señala: “El sector público tendrá a su cargo de manera exclusiva las áreas estratégicas que se señalan en el Artículo 28º, Párrafo Cuarto de la Constitución, manteniendo siempre el Gobierno Federal la propiedad y el control sobre los organismos que en su caso se establezcan.
Estas áreas estratégicas son: Correos, Telégrafos, Radiotelegrafía, Petróleo y los demás Hidrocarburos, Petroquímica básica, Minerales radiactivos y Generación de energía nuclear, Electricidad y otras que señala el Congreso”.
La iniciativa de Reforma Energética que presentó Peña Nieto propone modificar los Artículos 27º y 28º Constitucionales. Elimina, del Párrafo 4° del Artículo 28º, el Petróleo y los demás Hidrocarburos, Petroquímica básica y Electricidad, como áreas estratégicas. Esto significa que tales productos dejan de ser elementos estratégicos y, por lo tanto, pueden o no mantenerse como propiedad del Estado-Nación.
“Con la modificación de estos Artículos, en donde se elimina el que se refiere a Petróleos, el tiempo nos ha dado la razón, y lo que quiere el Gobierno Federal es desmantelar nuestra empresa en el interés del empresariado extranjero”, refuta Silvia Luna.
Al abrir a la IP la refinación, el futuro de las refinerías es incierto. La cancelación de la refinería “Bicentenario” es un indicio de lo que viene.
A los trabajadores de la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros (UNTyPP) les queda claro que las transnacionales que decidan invertir en Pemex, construirán sus propias refinerías, y las que actualmente existen seguirán sin mantenimiento y envejeciéndose hasta que, como sucedió con los Ferrocarriles, se cierren por ser chatarra, o como acaeció con las Petroquímicas, se desmantelarán las Plantas una por una y se venderán como chatarra, o se cederán mediante “alianzas”.
Por una explotación racional
Silvia Ramos consideró que lo que se tiene qué hacer es una explotación racional de los recursos, para que las futuras generaciones no se queden sin energéticos porque, de lo contrario, en un futuro se tendrá que importar.
“Justamente esa iniciativa lo que provoca es que las Compañías tradicionales, que son todo, menos Hermanas de la Caridad, se van a llevar el petróleo como sea”, sentenció.
Lejos de invertir en Pemex para mejorar, lamentó que todos los Gobiernos, tanto panistas como priístas, han hecho de la Paraestatal su “caja chica”, el lugar de donde pueden sacar sus recursos para sus “cochinadas”, según su expresión.
Califican de “bizarra” la propuesta de EPN
Otras propuestas de reforma
Reconociendo que Pemex necesita modernizarse para elevar su competitividad, el PRD y la UNTyPP presentaron una serie de propuestas, en las cuales no se plantea modificar la Constitución.
Sin ningún cambio o modificación a la Constitución Mexicana, el Partido de la Revolución Democrática y la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros (UNTyPP) presentaron, por separado, una propuesta alternativa de Reforma Energética, que busca eficientar a Pemex y preservar a la Paraestatal como patrimonio único y exclusivo de los mexicanos.
El Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, líder moral del PRD, presentó la iniciativa de reforma en el Monumento a la Revolución, de la Ciudad de México, justo donde se encuentra la tumba del General Lázaro Cárdenas, su padre.
“La propuesta de Reforma Energética que se presenta (de parte del PRD), no es al servicio de intereses ajenos. Uno de nuestros objetivos es conceder autonomía en función del plan de negocios de Pemex, integrándola en una sola entidad”.
Lo que busca la propuesta es convertir a Pemex en una empresa pública, con autonomía presupuestal, pero aclarando que “ésta se debe modernizar sin privatizarse”, sentenció.
Refiriéndose a la propuesta de Peña Nieto, el hijo de Lázaro Cárdenas advirtió: “Estamos ante la amenaza de una reforma entreguista y neoliberal del petróleo. Con el régimen de pago de impuestos por adelantado habría qué ver quiénes son los particulares beneficiados”.
Ejes estratégicos
La propuesta perredista tiene ocho ejes estratégicos: Cambio en el Régimen Fiscal de la paraestatal, su autonomía presupuestal, de gestión, el fortalecimiento de la Secretaría de Energía y la Comisión Nacional de Hidrocarburos, así como tarifas y subsidios a los energéticos para un “acceso equitativo a la energía”.
Lo que busca esta propuesta es transformar tanto a Pemex como a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en “verdaderas empresas públicas”, con “autonomía presupuestal y de gestión”, para que cumplan con su objetivo de garantizar la “seguridad energética” de México, según dijeron.
Como parte de los ocho puntos, se busca convertir al Fondo de Estabilización de Ingresos Petroleros en un organismo financiero; el impulso a la investigación y desarrollo tecnológico, y la transición energética hacia el cuidado del medio ambiente y el desarrollo sustentable.
Por su parte, la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros (UNTyPP), también presentó una propuesta alterna, basada en ocho puntos: 1- El desarrollo social nacional, prioridad del reparto de la renta petrolera. 2- Seguridad energética y desarrollo económico nacional, prioridades de la planeación a corto y largo plazos. 3- Desarrollo tecnológico de Petróleos Mexicanos y del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP). 4- Explotar y transformar en forma racional y eficiente los hidrocarburos. 5- Administrar con autonomía, eficiencia, transparencia y sustentabilidad. 6- Operar la industria petrolera con seguridad y respeto al ambiente y a las comunidades. 7- Definir nuevo marco regulatorio que optimice las relaciones entre Personal Directivo de Confianza, Mandos Medios (Técnicos y Profesionistas Petroleros) y Manual-Operativo; y 8- Recursos petroleros para el desarrollo de los pueblos. La energía como un derecho de la Humanidad.
PEMEX es un jugoso atractivo para la IP
Un billón 269 mil 200 millones de pesos, monto total que Pemex aportará al Presupuesto Federal en este año.
Seis veces más de lo que Brasil ha invertido durante los últimos seis años para llevar a cabo la Copa del Mundo, la más cara de toda la Historia.
Pemex es una de las empresas más exitosas del mundo, pasó de aportar 500 mil millones en 2002 a 880 mil millones en 2007, y al billón y cuarto que aporta ahora. Pemex es la 13ª Empresa con más ingresos en el mundo.
Básico, mantener la propiedad
Entre los puntos que se resalta, se busca asegurar que Pemex conserve una parte sustancial de los ingresos que genera para financiar proyectos estratégicos en exploración, producción y transformación industrial. Además, asignar en forma directa y prioritaria una parte de la recaudación petrolera a la infraestructura en investigación y desarrollo tecnológico.
Mantener la propiedad nacional sobre la industria petroquímica, para restituir la responsabilidad exclusiva de Petróleos Mexicanos en la producción y transformación de los hidrocarburos en petroquímicos.
La lucha principal de Lázaro Cárdenas fue por el rescate y pleno ejercicio de la Soberanía de la Nación y su desarrollo independiente. Ése fue el objetivo de fondo de la Expropiación Petrolera del 18 de marzo de 1938 y de su oposición posterior al otorgamiento de contratos de riesgo. La iniciativa oficial va justamente en sentido contrario.
PEMEX: ¿Ni me beneficia ni me perjudica?
Alberto Gómez Barbosa
Ante el anuncio de la inminente privatización de Pemex, hay personas que afirman: “A mí no me ha beneficiado la petrolera, y no creo que su transformación vaya a perjudicarme”. La realidad, sin embargo, es muy otra: Petróleos Mexicanos nos ha beneficiado a todos, y su apertura al capital privado va a perjudicarnos a todos también.
Pemex es la Empresa que formó el Gobierno de la República tras recuperar la extracción del petróleo de manos extranjeras que obtenían enormes ganancias sacando chapopote de tierras costeras del Golfo de México sin mayor beneficio para los terratenientes ni para los trabajadores, y escatimando el pago de los debidos impuestos, justa reciprocidad con la Nación que les permitía explotar sus recursos naturales.
Época de bonanza
Contra los pronósticos de los petroleros extranjeros al retirarse de México, y merced a la formación de Petróleos Mexicanos, la extracción y refinación de hidrocarburos mantuvo su ritmo. Y no sólo eso, sino que creció en manos de técnicos y obreros mexicanos, siendo suficiente su producción para cubrir la demanda del país den cuanto a gasolina, petróleo diáfano, tractolina, diésel y otros combustibles. Quienes tenemos edad, recordamos que los precios de la gasolina y de otros productos que surtía Pemex eran bajísimos; cuestión de centavos por litro. Los automóviles y vehículos de servicio, por muchos años, fueron alimentados con gasolina de 28 centavos el litro; el diésel que usaba la industria, la tractolina para las estufas de cocina y los tractores, el petróleo para quinqués, costaban entre 12 y 16 centavos el litro.
Muchos años fuimos autosuficientes en hidrocarburos, y los obteníamos a muy bajos precios, gracias a que contábamos con las refinerías suficientes para transformar, en provecho de los mexicanos, el chapopote del subsuelo. La economía del país tuvo mucho apoyo en Pemex durante la etapa de desarrollo del país, sobre todo durante la gestión del Ministro Antonio Ortiz Mena al frente de las finanzas públicas. Debido al interés de Gobiernos patriotas, fue creado el Instituto Mexicano del Petróleo, que formó profesionales mundialmente reconocidos y se desarrolló el sector de Petroquímica, que propició la cobertura del mercado interno y aun permitió exportar excedentes de químicos derivados del petróleo, como amoníaco, metanol, etileno y básicos para fabricar, entre otras cosas, plásticos.
Fue cambiando la cosa
Presiones del exterior y la aceptación de los Gobiernos mexicanos en turno, se combinaron para ir destruyendo paulatinamente a la industria petrolera, pues desde hace 30 años no se construye una nueva refinería, siendo urgente cubrir la demanda nacional con productos refinados en México, que tendrían, como antaño, precios accesibles que permitirían menores costos para la industria y el transporte y, como consecuencia, bajaría el costo de la vida.
Se realiza, desde hace años, un intercambio perverso que consiste en vender a consorcios extranjeros, principalmente norteamericanos, chapopote a bajo precio, para luego comprarles la gasolina refinada a elevados costos, con un margen de pérdida enorme porque actualmente no realiza Pemex la refinación que por muchos años efectuó. Se pagan, a particulares, tarifas altísimas por el transporte de las gasolinas de la Frontera Norte hacia el interior del país. Todo esto explica, en parte, el elevado costo de los combustibles en México, actualmente más caros que en Estados Unidos. Como muestra, en Venezuela, país productor y refinador de sus gasolinas, el precio de la de 95 octanos es el equivalente a 20 centavos mexicanos por litro.
Un asunto de graves consecuencias para todos los mexicanos, y que afectaría nuestro nivel de vida, sería que, con las reformas propuestas, la Secretaría de Hacienda dejaría de recibir las cuantiosas sumas que Pemex le entrega. El Fisco recibe el 65% de las ventas de la empresa petrolera, no de sus utilidades. Esas fabulosas sumas de miles de millones de pesos representan el 35% de los ingresos del Gobierno Federal; es decir, Pemex aporta más de la tercera parte de los gastos de la Nación.
Cuando Hacienda pierda ese ingreso, ¿qué va a pasar? la Secretaría no tendrá suficiente dinero para apoyar los gastos sociales: Salud, Educación, Obra pública, Pensiones, etc., y estos rubros y otros se verán más recortados de lo que ya están. Sería ésta, pues, una situación muy grave para el Gobierno que, por otra parte, no se atreve a exigir a las grandes empresas el pago correcto de los impuestos, ni a hacer un recorte al costo de la alta burocracia y un combate serio a la corrupción de la dirigencia de Pemex y de su Sindicato, con lo cual habría posibilidades de nivelar las finanzas del país.
Justificada incertidumbre
Entonces, ¿quién llenará el hueco que dejará Pemex en las finanzas del Gobierno al ser entregado a particulares? Pues usted y yo, los ciudadanos todos, “causantes cautivos”, que veremos aumentado el costo de lo que consumimos, entre un 17 y un 21 %, según se apruebe el IVA agregado a todos los gastos, pues comida, medicinas y otros insumos, actualmente exentos, serán motivo del pago del impuesto.
Así, podemos ver que Pemex nos beneficia actualmente y nos benefició en el pasado, pero que las reformas que están fraguándose a esa Empresa propiedad de todos los mexicanos, nos perjudicarán de manera muy grave en nuestra ya tan pobre economía.
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