jueves, 1 de agosto de 2013

Mundo Católico

España

Arzobispo invita a deudos de Santiago de Compostela a buscar consuelo en Cristo


nota 1MADRID.- El Arzobispo de Santiago de Compostela (España), Mons. Juliá Barrio, presidió, el lunes 29 de julio, en la Catedral, el funeral por las 79 víctimas del accidente ferroviario del 24 de julio, e invitó a los deudos a buscar, en la Esperanza que da Jesucristo, el consuelo por la pérdida de seres queridos.

“El sufrimiento, unido al de Cristo en la Cruz, es portador de salvación”, afirmó el Prelado ante los asistentes, entre los cuales se encontraban los Príncipes de Asturias, el Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el Presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, entre otras Autoridades.

“Todo tiene sentido en nuestras vidas. No somos un grito en el vacío. El sufrimiento y la muerte parecen contradecir la Buena Nueva del Amor de Dios y hacer estremecer nuestra Fe. Pero la Fe nos dice que nuestro dolor y sufrimiento, unido al de Cristo en la Cruz, es portador de salvación. Por eso toda tristeza por la muerte del ser querido es sagrada”, añadió, y afirmó que sólo la Esperanza en Jesucristo “puede consolar la pérdida de seres queridos y dar sentido a las vidas”.

Finalmente, Mons. Barrio invitó a los deudos a pedir ayuda al Apóstol Santiago y a la Virgen María (ACI).


Iglesia Universal

Consejo de Cardenales se reunirá por primera vez con el Papa


nota 2RÍO DE JANEIRO.- El Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, Coordinador del Consejo de ocho Cardenales que el Papa Francisco ha nombrado para ayudarlo en la tarea de reformar la Curia Vaticana, dijo que la primera reunión con el Santo Padre será el 1, 2 y 3 de octubre de este año.

Desde Río de Janeiro, en donde participó como Obispo Catequista de la Jornada Mundial de la Juventud, el también Arzobispo de Tegucigalpa (Honduras) y Presidente de Cáritas Internacional, dio algunos detalles: “Nuestro trabajo, en este momento, ha sido recolectar material.

“A través de las Conferencias Episcopales, nos están enviando sus aportes y también algunas personas lo han hecho particularmente”. La idea de esta recolección es generar un “Instrumentum Laboris” o Instrumento de Trabajo.

Sobre la decisión del Vicario de Cristo, de elegirlo como Coordinador de este Consejo, el Cardenal Rodríguez comentó: “Yo trabajé junto a él en la Comisión de Redacción de Aparecida; por eso nos conocemos y me siento muy contento de poder colaborar con él en esto” (ACI).


América Latina

A los Obispos del CELAM: Más pobreza, mansedumbre, y No a la “psicología de príncipes”


Al inicio de la reunión del Comité de Coordinación del CELAM con el Santo Padre en Río de Janeiro, el Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano, Monseñor Carlos Aguiar Retes, Arzobispo de Tlalnepan-tla, México, dirigió un saludo al Pastor de la Iglesia Universal.

Por su parte, el Papa Francisco externó a los Obispos y Secretarios del CELAM un mensaje en el que destacó desafíos para la Iglesia, actitudes a asumir, y delineó el perfil del discípulo-misionero, así como de los Obispos.

Advirtió sobre algunas tentaciones ante las que puede ceder la Iglesia, como la ideologización del Mensaje Evangélico, el funcionalismo y el clericalismo.

Refiriéndose a las características del discípulo-misionero, precisó que “es un des-centrado: el centro es Jesucristo, que convoca y envía. El discípulo es enviado a las periferias existenciales”.

Luego planteó que “existen en América Latina y El Caribe Pastorales ‘lejanas’, Pastorales disciplinarias que privilegian los principios, las conductas, los procedimientos organizativos… por supuesto, sin cercanía, sin ternura, sin caricia. Se ignora la ‘revolución de la ternura’, que provocó la Encarnación del Verbo”, dijo el Santo Padre.

Refiriéndose a los Obispos, quienes conducen la Pastoral, la Misión Continental, destacó que “el Obispo debe conducir, que no es lo mismo que mandonear”.

Finalmente, delineó una especie de perfil del Obispo: “los Obispos han de ser Pastores, cercanos a la gente, padres y hermanos, con mucha mansedumbre; pacientes y misericordiosos. Hombres que amen la pobreza, sea la pobreza interior como libertad ante el Señor, sea la pobreza exterior como simplicidad y austeridad de vida. Hombres que no tengan ‘psicología de príncipes’. Hombres que no sean ambiciosos y que sean esposos de una Iglesia, sin estar a la expectativa de otra. Hombres capaces de estar velando sobre el rebaño que les ha sido confiado y cuidando todo aquello que lo mantiene unido: vigilar sobre su pueblo con atención sobre los eventuales peligros que lo amenacen; pero, sobre todo, para cuidar la Esperanza: que haya sol y luz en los corazones. Hombres capaces de sostener con amor y paciencia los pasos de Dios en su pueblo” (Zenit) .


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