jueves, 8 de agosto de 2013

No levantarás falsos testimonios ni mentirás

Octavo Mandamiento:


Pbro. Modesto Lule Zavala

Misioneros Servidores de la Palabra


El falso testimonio es cuando comentamos algo de otra persona que no es verdadero, con intenciones de desacreditarla. Puede ser algo inventado total o parcialmente. Con todo esto, podemos sembrar: discordia, enojo y odio en contra de la persona que levantamos el falso.


girlsgossipEl chisme también es pecado

El chisme también es algo que, como cristianos, no debemos hacer. La palabra “chismoso” es adjudicada a alguien que revela secretos que suceden a su alrededor. Se trata de alguien que le saca secretos a la gente, acerca de ellos mismos y de sus familias, y luego va repitiéndolos de casa en casa, ocasionando grandes problemas para aquellos cuyos secretos le fueron confiados, así como para aquellos a quienes se los cuenta, y también para sí mismo.

Debe hacerse notar que el chisme se distingue de compartir información, por su intención. El chismoso tiene como meta creerse más que los demás por medio de hacer ver mal a los otros y por exaltar su gran conocimiento de las personas. El chismoso cae en la adulación, que consiste en engañar a uno diciendo de manera falsa cosas buenas de él o de otros, con el fin de sacar algún provecho.


El padre de la mentira

Hablando de la mentira, encontramos en la Biblia, en el Libro del Génesis, a la serpiente, la cual les sugiere a los humanos que pueden ser como Dios. La mentira envenena sus corazones; aceptan la sugerencia, y se rompe la armonía entre Dios y los hombres. De esta manera entró la mentira en el mundo, y desde entonces sigue propagándose día con día, haciendo daño entre los hijos de Dios. Los mismos hijos de Adán y Eva cayeron en la trampa, y uno de ellos comenzó a mentir. Dice la Biblia que un día Caín, con su corazón envenenado, le dice a su hermano Abel que lo invita a ir de paseo: era el paseo de la muerte. Mientras estaban en el campo, Caín atacó a su hermano y lo mató (Génesis 4,8). La mentira es la moneda falsa con que se engaña a los demás. La Biblia llama a Dios la Verdad pura, la Luz. Al espíritu del Mal, el Demonio, lo llama el padre de la mentira, o sea, las tinieblas. En el sentido bíblico, mentir es ir contra la luz.


Con la mentira también se puede matar

Dicen que un anciano se encontró con un perro que le ladraba mucho; aquel anciano se enojó y le dijo: Voy a matarte con una mentira. El perro no dejaba de ladrar, y el anciano comenzó a gritar: “Aquí hay un perro rabioso, aquí hay un perro con rabia”. Todo el pueblo se lanzó contra el perro y lo mató. La mentira consiste en decir algo falso con intención de engañar al prójimo, que tiene derecho a la verdad. No hay que decir la verdad a quien no la merece. Puede ser que te hable por teléfono un extorsionador y te pregunte si tienes cuentas de dinero en el Banco, y obviamente no tienes que decirle la verdad, ya que es alguien que no la merece.


Hay también la mentira en broma
Cuentan que un discípulo le dijo a Santo Tomás de Aquino: “Mire el cielo, hay un buey que va volando”. Santo Tomás se acercó a la ventana y vio hacia el cielo. Los que estaban ahí se rieron de él. Santo Tomás los miró y dijo: “Creo que es más fácil que un buey pueda volar, a que un cristiano pueda mentir”.

Nunca es válido mentir, ni por juego ni por interés propio o ajeno. Mentir es pecado, y punto.

teologomsp@gmail.com

Twitter: @ModestoLule


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