“La Familia Paulina”
100 años de vivir y dar a Cristo
Cl. Jonathan Farith Pérez Agustín
Sociedad de San Pablo
Era el 31 de diciembre de 1900 en Alba, Italia, la noche del cambio del siglo, cuando el joven seminarista Santiago Alberione, estando en Adoración, siente una iluminación que sale del Sagrario, y escucha una voz que le invita a hacer algo por el Señor y por los hombres del nuevo siglo. Después de un tiempo de formación en el Seminario, en la oración, en el estudio y la acción, es ordenado Sacerdote en 1907; sin embargo, su corazón sigue albergando aquella llamada que había salido del Sagrario y que no podía quedar silenciada.
La oportunidad y la forma en que haría realidad aquel llamado se da en 1908, cuando al joven Sacerdote se le encomienda la dirección de una pequeña publicación católica llamada Gazzettad’Alba. Ésta vio la luz debido a la preocupación que experimentaba el Párroco de aquel lugar, en vista de que los fieles ya no frecuentaban la Parroquia, debido a conflictos políticos, y un proyecto obsoleto de actividades pastorales, lo cual hizo pensar al Padre Alberione sobre qué tenía que hacer, y la conclusión a que llegó fue: “Si la gente no viene a la Parroquia, la Palabra de Dios debe ir a la gente”.
Escritor y Fundador
El tener a su cargo la Gaceta de Alba le serviría para darse cuenta de la importancia que tienen estos aparentemente pequeños Medios de Comunicación y la manera en que puede “combatirse con la buena prensa, la mala prensa”. Para ello, se allega a destacados colaboradores, no sólo seminaristas y clérigos, sino también feligreses laicos, hasta que en un momento de iluminación se da cuenta de que, sin duda, aquello es obra de Dios, y por tanto, las cosas de Dios deben hacerse con hombres de Dios; o sea, hombres y mujeres especialmente consagrados y preparados en mente, voluntad y corazón para ejercer este apostolado difusor de la Buena Nueva.
Es así como en 1914 da inicio, desde la pobreza evangélica, a la formación de jóvenes que deciden seguir a Cristo con el ideal del Padre Santiago Alberione; hombres capaces de transformar la Palabra de Dios en letra impresa, libros, revistas, películas y todos los Medios de Difusión a su alcance. La Obra es encomendada a San Pablo Apóstol, quien, en sí, fue el inspirador de la misma, al ser el modelo de Evangelizador y de quien el propio Fundador dijo: “La Familia Paulina ha sido suscitada por San Pablo, para continuar su obra; es san Pablo vivo, sólo que formado hoy por muchos miembros; mas él continúa su tarea de Evangelización a través de ellos. Si San Pablo viviera hoy, subiría a los púlpitos más elevados de nuestro tiempo; es decir, se dedicaría a la Evangelización a través de la actual Cultura de la Comunicación”.
Crecimiento apostólico y gratitud
En alrededor de 46 años, el Padre Alberione fundó cinco Congregaciones Religiosas: Sociedad de San Pablo, Hijas de San Pablo, Pías Discípulas del Divino Maestro, Hermanas de Jesús Buen Pastor y Hermanas de María Reina de los Apóstoles; cuatro Institutos Paulinos de Vida Secular Consagrada: Jesús Sacerdote, Santa Familia, Anunciación de María y San Gabriel Arcángel, y una Unión de Cooperadores Paulinos, hombres y mujeres. En su conjunto, son conocidos como “La Familia Paulina”, con un solo carisma: “Vivir y dar a Jesús Maestro y Pastor, Camino, Verdad y Vida, a ejemplo de San Pablo y bajo la mirada de María Reina de los Apóstoles, a través del apostolado de la actual cultura de la Comunicación Social en diferentes ámbitos: Medios de Comunicación, Formación, Predicación, Adoración, Pastoral, Liturgia, Artes, etc.”
Hoy, “La Familia Paulina” ha iniciado su tercer año de preparación para celebrar el Centenario Fundacional del Carisma, y lo hace con la Proclamación de un Año de Gracia Vocacional, durante el cual, por intercesión del Beato Santiago Alberione, las Congregaciones e Institutos Paulinos de todo el mundo continúan trabajando por llevar la Evangelización a través de la Comunicación Social. Estos eventos conmemorativos del Centenario se abrieron el domingo 18 de agosto en México con una Celebración Eucarística, Adoración Nocturna, Conferencias, entre otras actividades, y continuarán durante todo el año hasta el próximo 14 de agosto de 2014, cuando los miembros de esta gran Familia daremos gracias a Dios por estos primeros cien años de presencia y testimonio en la Iglesia, cantando un “Gloria a Dios en el Cielo, y Paz en la Tierra a los hombres que ama el Señor”.
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