viernes, 23 de agosto de 2013

¿Conoces a estos amigos?

Józef, Joseph y Jorge


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Pbro. Juan Pablo López Ramos

Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de Guadalajara


En los últimos tiempos, la juventud del mundo ha gozado de excelentes amigos, y hoy quiero platicarles en especial de tres de ellos. Los tres coinciden en muchos aspectos de su persona, tanto en lo que respecta a la vida espiritual como también en lo humano. También los tres comparten entre ellos una similitud en sus nombres de pila, pues la letra inicial de su nombre, “J”, es la letra del nombre de Jesús, y también es la letra de Jóvenes. El nombre de los dos primeros es José, y el del tercero es Jorge. Hablaremos de ellos en este orden: Józef, Joseph y Jorge, para distinguirlos.


Breves pinceladas

El primero, Józef, nació en Wadowice, Polonia, el 18 de mayo de 1920. De joven, sorteó todo tipo de pruebas, entre ellas la más fuerte y dolorosa: perder a toda su familia en 21 años, padres y hermanos incluso. Sin embargo, esto no fue un obstáculo para este muchacho valiente y decidido, estudioso, destacado siempre entre los primeros lugares de su clase, enamorado de las Artes y el Teatro, deportista y activo promotor de sus compañeros y de los jóvenes que entraban con él en contacto. Józef siempre mostró el profundo amor y respeto a Dios, tal como se lo inculcó su madre.

El segundo de nuestros personajes es Joseph. Nació en Baviera, Alemania, el 16 de abril de 1927, siendo el más pequeño de una familia de tres hermanos, quienes vivieron su infancia en un hogar católico, rodeados del afecto de papá y mamá. Desde niño, mostró su capacidad intelectual y su gusto por el estudio y las letras. A los catorce años vivió en su país, junto con sus seres queridos, los horrores de la guerra; fue obligado a enlistarse, como todos los muchachos de su tiempo. Nunca negó su Fe, y sus deseos de ser seminarista le valieron que fuera puesto a desempeñar labores de servicio de menor rango.

Y nuestro tercer personaje es Jorge, nacido en Buenos Aires, Argentina, el 17 de diciembre de 1936. Hijo de inmigrantes italianos, y el mayor de cinco hermanos. Desde adolescente, le gustó la Física y la Química, graduándose en la Secundaria como Técnico Químico. Durante un tiempo de su juventud se ejercitó en esta materia que le apasionaba, en una empresa muy reconocida, pero Dios le tenía preparado un cargo más difícil y de mayor trascendencia para muchas almas.


Afinidad y coincidencias

Bien, queridos jóvenes, estos tres amigos de ustedes, fueron amigos entre ellos, pues en varias ocasiones pudieron encontrarse y conocerse, pidiéndose favores unos a otros, e incluso leyendo recíprocamente libros escritos por ellos mismos. Aunque eran de diversos países y sus personalidades muy distintas, tenían una cosa en común: compartían su vocación y amor a la vida sacerdotal. Cada uno de ellos, desde distantes lugares de la Tierra, supo entregar su vida al servicio de la Iglesia, y Dios, que les fue pidiendo a cada uno de ellos cada vez más, los eligió, primero como Sacerdotes, después como Obispos, y posteriormente como Cardenales de la Santa Iglesia Católica.

Uno de ellos, Józef, que fue el primero en ser elegido Papa, tomando el nombre de Juan Pablo II, y debido a su amor y preocupación por los jóvenes, decidió invitar a todos los muchachos del mundo católico a tener encuentros periódicamente a través de lo que él llamó “Jornada Mundial de la Juventud”, y como viajero incansable que fue, visitó varios países donde se celebraron estas Jornadas a fin de encontrarse con “sus jóvenes”. Él siempre se presentó para la Iglesia como un hombre de Dios, un hombre que proponía a Jesucristo como el único modelo de vida. Fue el Papa de la ESPERANZA, y alentó siempre a todos los creyentes a tomarse de la mano de María, Estrella de la Esperanza, hasta el día de su muerte, en que entró al Cielo.

Después del amigo Józef, Dios puso su mirada en Joseph, el alemán, quien fue elegido Papa, como Benedicto XVI, y cuya profunda inteligencia y su apasionado amor por Jesús de Nazareth ayudó a centrar con fuerza la Fe en Cristo, alimentando también la Esperanza, y haciendo que el corazón de todos los integrantes de la Iglesia y particularmente de los jóvenes, ardiera con sus palabras. Sus escritos tan profundos y su testimonio hicieron que se le considerase como el Papa de la Fe. Pese a su avanzada edad, el encuentro con los muchachos lo rejuveneció, y siguiendo el ejemplo de su gran amigo y antecesor, lo hizo mostrar el rostro de Amor de Dios por “sus pequeños”.

Joseph, poniendo la Fe de toda la Iglesia en manos de su amado Amigo Jesucristo, dejó voluntariamente el cargo de dirigir a la Iglesia, y entonces Dios eligió al tercer amigo del que hablamos arriba, Jorge, quien sería, a partir del 13 de marzo de 2013, el nuevo Pontífice de la Iglesia.

Éste es el Papa que encarna la Caridad evangélica, el que ha invitado a todos los fieles a besar a Cristo en las llagas de sus enfermos pobres, a darle de comer a Cristo, en los enfermos.

Sí, jóvenes, éstos han sido los tres amigos más significativos de la juventud de los últimos tiempos: Juan Pablo II (Karol Józef Wojtyla) el Papa de la ESPERANZA; Benedicto XVI (Joseph Aloisius Ratzinger) el Papa de la FE, y Francisco (Jorge Mario Bergoglio) el Papa de la CARIDAD.


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