sábado, 17 de agosto de 2013

Antígona, en el Laboratorio de Arte

THO


antígona[1]Quienes asistan a la obra de Teatro ‘Antígona’, que escenifica el Grupo “La Nada Teatro”, a cargo de Miguel Lugo, en el Laboratorio de Arte Variedades (LARVA), ubicado en la esquina de la Avenida Juárez y la Calle de Ocampo, en la Zona Centro de Guadalajara, todos los jueves y viernes de agosto (15 y 16, 22 y 23, 29 y 30) a las 20 horas, se quedarán con una honda y grata huella, pues el espectáculo rebasa ampliamente las expectativas habituales de este género artístico en la Capital de Jalisco, para ofrecernos un montaje que dignifica con creces las artes escénicas de nuestro ramplón ambiente cultural.

En efecto, el Teatro en Guadalajara suele reducirse a superficiales momentos de solaz y entretenimiento que evitan a todo trance inquietar o sacudir las conciencias de los espectadores. ‘Antígona’, por el contrario, sirviéndose de unos cuantos esenciales elementos: un foro austero, una audiencia orillada a formar parte de la trama, un pequeño recuadro de arena que sirve de escenario, luces y sonidos magistrales y de mínimas interferencias, integran el marco dentro del cual la actriz Dani-Fer Ortiz, egresada de la Carrera de Actuación de la Universidad de Guadalajara, logra caracterizar de forma suprema a todos los personajes de esta tragedia inmortalizada por Sófocles cuatro siglos antes del nacimiento de Cristo, y actualizada por la exquisita prosa del Poeta peruano José Watanabe, para narrarnos las peripecias de una desdichada joven que en unos pocos días pierde a sus padres y a sus hermanos, y queda al filo de verse despojada hasta de su dignidad por la disposición absurda de un tirano -hermano de su madre y padre de su novio- que le impide sepultar el cadáver de uno de sus colaterales, muerto en batalla.

Certeramente, se ha descrito esta obra como una declaración sobre el carácter esencial de la “desobediencia civil” contra la arbitrariedad del poder político, cuando éste, de forma absurda, intenta erigirse en árbitro supremo de la vida de sus súbditos.

Así pues, el favorecer con nuestra asistencia a escenificaciones como la presente, será un acto obligado en favor del auténtico Teatro.


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