Texto y Foto: Pbro. Óscar Maldonado Villalpando
Yo también soy polvo.
Yo también, como mis padres y mis hermanos,
acudo a profundizar en mi ser.
Yo soy creatura salida de las manos de Dios,
con un destino eterno.
Pero, antes, he de transformar este puño de ceniza en
realidad espiritual.
He de caminar por mis años, los que Dios me dé,
con la convicción de que la vida es corta.
Todas las cosas deslumbrantes son pasajeras también.
…Que esta ceniza me recuerde que el Cielo está enseguida.
Que esta ceniza me ayude a salir del lodo que resulta de este polvo material.
Que me ayude para transformar todas las cosas en palabra amorosa.
Que haga, de lo que toque, ocasión de alegría,
oportunidad de salvación.
Esta Cruz es sólo un signo de Fe, de Esperanza y Amor.
Una Cruz no basta; pero es un indicio,
una señal de conversión.
Esta Cruz es mi marca; está Cruz me guiará por la vida.
Esta Cruz de ceniza en mi frente será como una luz en mi camino.
Está Cruz es señal de mi encuentro con Cristo.
Esta Cruz en mi frente me llevará hasta la Patria Eterna.
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