Vestimenta de identidad
Concluido el Curso de Nivelación o de Preparatoria, según el caso, el Seminarista pasa al llamado Curso Introductorio, que se desarrolla durante un año en Tapalpa; es preámbulo para entrar al Seminario Mayor, y se caracteriza por vestir la sotana por primera vez de manera formal y habitual.
Miguel Ernesto Placeres Guevara,
Curso Introductorio
El sábado 31 de enero, Tapalpa, “Pueblo Mágico”, se vistió de gala con motivo de la tradicional ceremonia anual de imposición de sotanas a los Seminaristas alumnos del Curso Introductorio.
Desde el día anterior, y durante toda la mañana del sábado, empezaron a llegar a esta población, familiares, amigos y conocidos de los 83 aspirantes al sacerdocio que recibiríamos la sotana y, minutos antes de que empezara la Santa Misa, miles de personas estaban ya congregadas en los alrededores del Templo Parroquial tapalpeño, dedicado a San Antonio de Padua, aunque sólo unos pocos cientos pudieron ingresar al recinto religioso.
La Celebración Eucarística dio inicio a las 12 del día y fue presidida por el señor Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara, y concelebrada por decenas de Sacerdotes, tanto Formadores del Seminario como Párrocos y Vicarios de las Comunidades de donde proceden los Seminaristas, a quienes acompañaron y apadrinaron en este acto, inolvidable por lo que representa en esta etapa de formación.
Por su parte, la Schola Cantorum del Curso Introductorio se encargó de solemnizar la ceremonia a través de un bello y magistralmente ejecutado programa de cánticos de Marco Frisina, como “Aprite le porte a Christo”, “Anima Christi” y “Jubilate Deo”, así como el Kyrie, el Sanctus y el Agnus Dei propios de la Misa de la Jornada Mundial de la Juventud, de Madrid, y un Gloria in Excelsis, de origen popular.
El significado
Tema central de las Lecturas fue la Fe, y por ello, el señor Cardenal Francisco Robles señaló en la Homilía cómo, por esta primera virtud teologal, tenemos la oportunidad de pregustar las realidades divinas, aunque por el pecado podemos alejarnos de ellas. Asimismo, nos exhortó, a quienes recibiríamos la sotana, para que, al mismo tiempo, nos revistiéramos de Cristo. Explicó el simbolismo de la aceptación de este indumento como demostración de la renuncia al mundo, en tanto que la cota blanca significa la Gracia de Dios, y la banda azul que nos ciñe la cintura, como signo de la castidad y el futuro celibato, bajo la protección de la siempre Virgen María.
Después de la Homilía, el Arzobispo Metropolitano pronunció una oración referente a la imposición de sotanas, las bendijo y las asperjó con agua bendita, y luego fue nombrando uno a uno a quienes habríamos de recibirlas. Acto seguido, nos dirigimos a nuestros padrinos y familiares para que nos ayudasen a revestirnos; momento por demás esperado y emotivo.
Las palabras de agradecimiento a todos los presentes, estuvieron a cargo del Seminarista Luis Gerardo Peña Llamas, y al finalizar el Santo Sacrificio, tras la fotografía del recuerdo, todos nos retiramos a festejar este significativo acontecimiento con nuestros familiares y amigos.
A través de este Medio, invitamos a los lectores a que eleven a Dios, que es la Fidelidad misma, una oración para que, quienes formamos esta Generación de Seminaristas que hemos recibido la sotana y hemos dado un paso muy importante en nuestra vocación, nos mantengamos siempre fieles a ella.
Aunque Tapalpa pertenece a la Diócesis de Ciudad Guzmán desde 1972, el Seminario de Guadalajara mantiene una Casa de Formación en esa población serrana del Sur de Jalisco, que fue inaugurada en noviembre de 1961 y ha albergado, consecutivamente desde entonces, primeramente a alumnos de Primero de Latín o Humanidades; luego a los de Primero de Filosofía y, desde hace ya muchos años, a los del Curso Introductorio.
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