jueves, 14 de noviembre de 2013

Iglesia Católica muy comprometida en ayuda a damnificados

Filipinas


BANGKOK- “Ha sido como un tsunami. La ola que ha dejado sumergida a la Ciudad de Tacloban, totalmente destruida, tenía 18 metros de altura. La zona de la Provincia de Leyte (Filipinas Central), golpeada por el tifón Haiyen es realmente amplia, y la destrucción es notable. Infraestructuras y viviendas han quedado arrasadas. Se necesitará un plan de rehabilitación y reconstrucción de gran escala para poder restituir una vida normal a la población”, afirmó el filipino Eleazar Gómez, Coordinador Regional de Cáritas Asia.

En un comunicado enviado a la Agencia Vaticana Fides, Gómez comenta que “estamos cerca de las personas afectadas por el duelo, y hacemos un llamamiento para que se realice una movilización internacional de los Gobiernos, las ONG y los privados para las ayudas”.

Según las estimaciones, han muerto, a causa del tifón, unas 10 mil personas, mientras que las familias sin hogar o desplazados son más de 900 mil. En total, se calcula en 10 millones de personas afectadas por este desastre natural.

Un comunicado enviado a Fides por el Padre Edwin Garíguez, Director de Cáritas Filipinas, informa que “el Gobierno local está haciendo todo lo posible para proporcionar raciones de alimentos. La Iglesia está tratando de proporcionar viviendas temporales y refugios”.

Cáritas Filipinas ha lanzado un llamado a las 86 Diócesis del país para hacer una contribución de solidaridad (ACI).


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