Querida Lupita:
No sé cómo orientar a mi hija. Conoció a un joven por Internet, y él vino a visitarla el mes pasado. Salieron durante una semana, y ahora dicen que se van a vivir juntos. Le dije a mi hija que yo no la eduqué así y que salga de su casa bien casada; pero dice que va a irse con él a Estados Unidos y que allá se casarán; que ella es mayor de edad (23 años) y que va a hacer lo que ella quiera. A mi esposo y a mí nos duele en el alma su decisión, y no sabemos cómo convencerla de que va a cometer un error.
Andrea.
Hermana Andrea:
Amor y libertad son dos palabras que han perdido su auténtico significado en las mentes actuales. En nombre de una malentendida libertad, los jóvenes toman decisiones que ignoran a Dios, deshonran a los padres y tienen efectos devastadores para la vida personal, familiar y social.
Tu hija, con 23 años, es legalmente una adulta, aunque esto no es garantía de que lo sea en realidad. Puede elegir sus acciones, pero no sus consecuencias. Para ella, y para los jóvenes en general, es conveniente difundir la siguiente información, obtenida como resultado de serias encuestas profesionales:
El Dr. Dan Gilbert, Catedrático en la Universidad de Harvard, aseveró en entrevista: “Cualquier situación que imagine, es mejor en los casados. Son más felices, viven más, están más sanos, tienen más dinero, practican más sexo y lo disfrutan más.”
Numerosos estudios revelan:
- Los hombres casados tienen una tasa de mortalidad inferior a la de los que viven solos. Perviven una media de tres años más que los solteros. Tienen menos estrés y menos hábitos perjudiciales para la salud, por lo que padecen menos cierto tipo de enfermedades que resultan mortales.
- Las personas casadas están más sanas física y mentalmente que los solteros, separados, divorciados y viudos.
- Hay un estudio que afirma que los casados presentan un índice de aumento de sus ingresos frente a los solteros. Los cónyuges trabajan mejor y tienen más éxito que si fueran célibes.
- Las estadísticas también señalan que las uniones en las que se da el mayor registro de violencia familiar son las de hecho, no así las de matrimonios sacramentado, cuyos índices se reducen al mínimo.
Mujeres jóvenes: el amor verdadero es el de aquel que quiere entregar su vida por una mujer; de quien desea hacer hogar a su lado, construir una familia, formar a los hijos que nazcan como producto de ese amor sincero. Si un hombre te propone “irse a vivir juntos”, definitivamente no quiere comprometerse porque desconoce las maravillas del amor. ¿En verdad quieres jugarte la decisión más importante de tu vida en un volado? ¿Te valoras tan poco como para entregarte a cualquiera?
Hombres jóvenes: no teman comprometerse frente a una mujer que vale tanto como para ofrecer su vida entera por ella. Esa mujer existe, búsquenla, y una vez que la encuentren, respétenla. El noviazgo es una institución social que les permite conocerse; dialoguen, convivan, hablen de sus sueños, sus ideales, de su Fe. Permítanse saber si pueden hacer un proyecto común y planeen su boda con ilusión.
“Se juntan” los animales. Su instinto se lo dicta. ¡Nosotros somos mucho más que hormonas e impulsos! Nuestra dignidad nos exige poner en juego facultades muy superiores: inteligencia, voluntad, ¡Amor!
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