jueves, 14 de noviembre de 2013

El problema no es como lo pintan

No todo es como se ve


Lic. María Guadalupe Muñoz Durán

Instituto Juan Pablo II para la Familia


Escuela PadresSeguramente en más de alguna ocasión hemos escuchado referencias a la crisis por la que atraviesa la familia. Y en las últimas semanas hemos leído, visto u oído, hasta la saciedad, informaciones acerca de una crisis de otro tipo: la económica.

Ningún entendido en la materia, que sea serio, se atreve a pensar que el problema de la crisis económica actual sea la economía misma, sino más bien el hombre que la dirige, que la estudia, administra, especula y distribuye. Algo semejante sucede con la familia. Con frecuencia se le suele presentar como el problema; pero, más bien, la contrariedad que atraviesa debe tomarse como es: como la consecuencia natural de una crisis antropológica más primaria: la del hombre mismo.

Llama la atención el modo como han procedido numerosos países para no hundirse en la crisis económica; esto es, inyectando fondos estatales para que el golpe sea menos duro, puedan levantarse lo más pronto posible y repercuta en el menor número de personas. Es cierto que una debacle financiera tiene graves consecuencias inmediatas; mas la crisis del hombre, con su repercusión en la familia, también las tiene y, a la larga, ocasiona que el Estado tenga qué hacer inversiones cuantiosas que podrían haberse ahorrado con un poco de sentido común y previsión.


Hacia el meollo del asunto

¿Por qué hablar más de una crisis del hombre que de una crisis de la familia? Para entender por qué se mueve una bola de beisbol hay que identificar a la persona que la batea. Localizar dónde está el problema exige una búsqueda de la solución.

Fortalecer a la familia es la clave para revigorizar a la persona, y ¿cómo hacerlo cuando precisamente todo apunta en dirección contraria?

Si se equiparan uniones de personas del mismo sexo al matrimonio entre un hombre y una mujer; si se les da la posibilidad de adoptar; si se permite asesinar mediante el aborto o matar a través de la eutanasia; si se posibilita que el divorcio sea aceptado sin más, en perjuicio de los hijos y de la pareja misma; si se construye sobre la debilidad del dejarlo todo ante la primera dificultad y se propicia que se pierda la brújula de la Moral y de la Ética, se arruina toda posibilidad de encontrar el punto que marque el rumbo.

El Estado tiene la posibilidad de ayudar a construir sobre la roca firme del bien común, lo que significa trabajar de cara al futuro. Proponer, apoyar o impulsar legislaciones que dañen el ambiente natural donde la vida nace y conoce las primeras nociones del Bien y del Mal, es decir, la familia, no parece una estrategia adecuada para lograr buenos ciudadanos. La Sociedad puede rechazar y hacer frente a todas esas propuestas que atentan contra el bien común, pues no es otra cosa que la suma común de muchas familias compuestas por personas que caminan hacia un fin bueno y verdadero.

La solución de nuestros males radica en invertir en la familia. El pasado Encuentro Mundial de las Familias nos lo hizo muy patente. En todos los asistentes resplandeció esa seguridad del reivindicar el valor perenne de la institución familiar.


ACTUEMOS…

En el matrimonio y en la familia:

Cultivando la comunicación y expresión de sentimientos de manera que en tiempos de crisis haya confianza y apertura para tratar los problemas.

Fortaleciendo los lazos de amor, primero entre la pareja y luego hacia los hijos; pasando tiempo juntos, ofreciendo ayuda en las tareas domésticas, expresando el amor, verbal y físicamente, etc.

Los padres deben recordar que son los primeros responsables de educar a sus hijos, y si ambos papás trabajan, deben organizar una agenda familiar con tiempos separados para estar con los hijos.

Los hijos, por su parte, deben valorar el tener padres, amarlos, respetar su autoridad y acudir primero a ellos ante algún problema.


Sociedad

Debe apoyar las iniciativas de gobierno y sociales que ayuden a fortalecer la familia, y exigir a los gobernantes realizar acciones concretas dirigidas a ello.

Es necesario apreciar la importancia y función social de la familia como proveedora de capital humano valioso para la Sociedad.

También, discernir los elementos de la cultura que atentan contra la institución familiar.


Gobierno

Le obliga implementar iniciativas de apoyo a la familia, como guarderías, incentivos fiscales, políticas de conciliación de la vida laboral y familiar, etc.

Respetar el derecho primario que tienen los padres a la educación de sus hijos.

Realizar campañas en Medios masivos sobre la importancia de la unión familiar.


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