jueves, 11 de julio de 2013

TAREAS PENDIENTES

El curso de la Asamblea Diocesana

En el horizonte de la Nueva Evangelización


La Asamblea de Pastoral retoma el camino de la planeación participativa. Los hechos, los retos que nos plantean y sus exigencias.


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Vicaría de Pastoral


El señalamiento del Espíritu ha sido bien claro y ha marcado el rumbo a los obreros del Reino en esta Iglesia particular de Guadalajara. La Asamblea ha sido un cruce de caminos, un encuentro que marca la dirección precisa de nuestros pasos.

Recordamos los 10 campos de nuestra realidad: económico, político, cultural, religioso-popular, pastoral profética, litúrgica, social, familia, jóvenes, laicos. Los 10 Sub-plenarios, conformados por los 30 Equipos, aceptaron el reto para enfrentar el vacío pastoral que debe atenderse. Luego, a la luz de la Fe, en el primer momento de discernimiento, descubrieron las exigencias que se plantean, en este proceso de objetivos, para saber quiénes somos y quiénes queremos ser.


Nuestros representantes dijeron:


1.- Hay que educar y promover la solidaridad desde las Parroquias. Exigencia: una labor pastoral integral para llevar el anuncio evangélico a todos los ámbitos de la Parroquia que propicie la conversión continua y el ejercicio de la caridad.

2.- Hay que concientizar, formar, educar y animar en la participación ciudadana orgánica, permanente y profética, a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia, desde la familia. Exigencia: asegurar el anuncio del Kerigma a todos, seguido de formación integral y permanente que favorezca la conversión personal y pastoral que nos lleve a dar testimonio.

Este material ha de volver para ser trabajado en las instancias de donde procede; con estas aportaciones, cada Parroquia construirá su propio Plan. Iremos siendo testigos de los elementos valiosos que están surgiendo, y que luego se irán haciendo coincidencia de más Equipos y Sub-plenarios hasta constituirse en voz de toda la Asamblea, con la ayuda y la inspiración del Espíritu.

3.- Hay que promover la cultura de la vida en la Sociedad, fomentando los valores del Evangelio y con el buen uso de los Medios de Comunicación. Exigencia: del encuentro con Cristo a la conversión personal y pastoral, con espíritu misionero y una formación permanente e integral.

4.- Hay que fortalecer la piedad popular, promoviendo el proceso de discípulo-misionero, con el espíritu de Aparecida (Encuentro con Cristo, conversión, discipulado, comunión y misión). Exigencia: “Que tengamos una adecuada formación humana, doctrinal, pastoral y espiritual que nos haga cercanos a los demás”

5.- Hay que ofrecer una formación integral y permanente a los Agentes de Pastoral. Exigencia: que conozcan, vivan, celebren y comuniquen su Fe cristiana interviniendo en las realidades del mundo desde los valores evangélicos.

6.- Hay que promover una formación litúrgica constante y adecuada, que nos lleve a Celebraciones que nos eduquen en la Fe y nos conduzcan al compromiso de vida. Exigencia: fomentar la conversión personal y pastoral, que contribuya a la caridad, a la formación permanente y al testimonio convincente.

7.- Hay que conocer, estudiar y aplicar la Doctrina Social de la Iglesia para la formación de líderes y crear Programas y Grupos de Pastoral Social. Promover una espiritualidad de la misericordia que nos ayude a ser congruentes entre Fe y vida. Que todo bautizado (Seglares, Religiosos o Religiosas y Sacerdotes) vivan su compromiso en la práctica de la caridad y la solidaridad desde su carisma. Promover los servicios con los que cuenta la parroquia. Que la Comisión de Pastoral Social anime y difunda las acciones sociales. Exigencia: la formación integral y continua con la Palabra de Dios, Catecismo de la Iglesia Católica y el Magisterio de la Iglesia, de tal manera que los fieles asuman su compromiso evangelizador permanente, en comunión con la Parroquia, de manera organizada, activa, para ir al encuentro de los alejados y necesitados.

8.- Hay que replantear una Pastoral Familiar que incluya la coordinación de los diferentes organismos y elabore nuevas estrategias que incidan en la cultura. Agentes de Pastoral que conozcan, vivan y promuevan la Pastoral Familiar Integral. Exigencia: que, mediante la conversión pastoral y personal, testimonien con su palabra y obra una experiencia viva de Cristo, a través de procesos de formación integral que atiendan a la diversidad multicultural, utilizando la tecnología.

9.- Hay que concientizar a los adolescentes y jóvenes de su esencia como hijos de Dios, como hijos de una familia, como ciudadanos y miembros de una comunidad. Encauzarlos y recuperarlos como colaboradores y constructores en la Sociedad, como fuerza motora para la Iglesia (construir una adecuada Pastoral Juvenil). Exigencia: que estén plenamente unidos a Cristo, dispuestos a colaborar con los Pastores. Compromiso y perseverancia. Preparación y sensibilidad al contexto y a la realidad. Testimonio y vida sacramental.

10.- Hay que formar a los Presbíteros sobre la identidad y misión de los Laicos y la necesidad de acompañarlos, formarlos y reconocer en ellos su protagonismo transformador en la Sociedad. (Crear un Instituto de Formación Integral Laical de preparación básica y especializada para liderazgo en los diferentes dones, carismas y ministerios y servicios) Exigencia: que tengan un encuentro con Cristo en permanente conversión, para que sean conscientes de su tarea de transformar las realidades del mundo con el Evangelio, y que se preparen, vivan y participen en la vida social, política, económica y religiosa con actitud crítica ante estas realidades.

Encontramos esos vacíos que nos piden tales respuestas, retos y sus exigencias. Nuestras voces se han entrelazado en estos resultados de la Asamblea hacia el VI Plan Diocesano. Es la voz que ha llegado de todos los rumbos de la Arquidiócesis de Guadalajara. Este material es una riqueza enorme, que ha de ser como el detonador que desencadene procesos pastorales. (Continuará).


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