Apoyo a la especialización de Sacerdotes

Centro de Estudios Avanzados

Lic. Jorge Rodríguez Varela

Director de Comunicación y Difusión Cultural Universidad Pontificia de México

La Universidad Pontificia de México está íntimamente ligada a la Historia del país y de la Iglesia. Conocer esta Institución debe llenarnos de sano orgullo por pertenecer a la Iglesia Católica.

La Real y Pontificia Universidad de México fue promovida por el primer Obispo de México, Fray Juan de Zumárraga, de la Orden Franciscana, y por el primer Virrey, Antonio de Mendoza, y erigida en 1551 por el Emperador Carlos V, siendo la primera Universidad en América; pero el devenir hizo que dicha Casa de Estudios tuviese que cerrar en varias ocasiones durante el Siglo XIX y a principios del XX.

Su reciente época

El Papa Juan Pablo II reestableció la actual Universidad Pontificia de México el 29 de junio de 1982, y la confía a la Conferencia del Episcopado Mexicano, como una Universidad moderna al servicio de todos nosotros. Desde siempre hemos formado grandes personalidades para nuestro país y el mundo.

Se trata de un organismo de Cultura Superior erigido canónicamente por la Santa Sede, y con planes de estudio reconocidos por la Secretaría de Educación Pública para el estudio y enseñanza de la Doctrina Sagrada y de las Ciencias relacionadas con ella, y de Estudios Superiores con reconocimiento civil.

El proyecto educativo de esta Universidad va dirigido tanto a los Laicos como a Sacerdotes, Seminaristas, Religiosos, Religiosas, que se preparan para ejercer diversos servicios para la Sociedad, el mundo profesional y la Iglesia Católica, tanto en México como en otros países.

Ofrece campos de especialización como: Derecho, Teología, Filosofía, Derecho Canónico y Ciencias Religiosas. Se obtienen en ella Grados de Licenciatura, Maestría y Doctorado. Además, imparte Cursos de Idiomas como el Latín, el Griego y Lenguas Modernas, y cuenta con Cursos de Verano y Diplomados en diversos temas.

Es, pues, una Institución de los Obispos Mexicanos para beneficio de nuestra Iglesia Católica, y todos debemos participar y contribuir a su grandeza y desarrollo.

Les pedimos orar para que Dios bendiga esta obra y también colaborar económicamente para que cumpla su finalidad. La Universidad Pontificia de México requiere de la oración y la solidaridad de ustedes, que son el pueblo cristiano.

Dios quiera que apoyemos generosamente y gocemos de sus frutos. Agradecemos mucho su ayuda y pedimos a Dios que los bendiga siempre.