jueves, 25 de julio de 2013

La aventura de un testigo

Algunas vivencias personales


Fernanda de Luna Martínez

Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de Guadalajara


la foto (4)Río de Janeiro, Brasil.- Millones de jóvenes arribaron a Río de Janeiro con motivo de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). Para muchos, fue el final de un proceso largo y difícil, pero nada impidió que uno de sus más grandes sueños se hiciera realidad: vivir la experiencia de una JMJ, y qué mejor que en uno de los países más bellos del mundo, Brasil.

No sólo la ilusión de conocer nuevas tierras, sino la emoción y anhelo de ver a nuestro Papa Francisco, en éste que es su primer viaje como representante de la Iglesia a tierras latinoamericanas, es lo que le ha dado una profunda emoción a este viaje e inolvidable encuentro.

Pero… ¿Qué tuvieron que pasar estos peregrinos para lograr semejante sueño? Definitivamente, estar ahora aquí ha implicado meses de preparación, de vida interior y de sacrificios; todo, superado por el Amor más grande del mundo, el de Dios.

Pero en los aspectos inmediatos, muchos tuvieron que apoyarse en sus familiares a fin de obtener los recursos económicos necesarios y efectuar este viaje; otros tuvieron que adelantar proyectos escolares o exámenes, que aun bajo presión, lograron sacar adelante para llegar con mayor tranquilidad y vivir al máximo esta Jornada. Quizá para aquellos que trabajan pudo ser más difícil, pues tuvieron que laborar tiempos extras para poder dejar sus labores, o pedir permisos y hasta adelanto de su sueldo; en fin, superar muchas complicaciones, pero pese a todas ellas, muchos están aquí. O sea, tras vencer diferentes obstáculos e impedimentos, millones de chavos se han reunido en Río para compartir la que será una de las experiencias imborrables de su existencia.

Quizás un joven considerado “normal” no hubiera hecho tantos sacrificios por algo que para tantos podría ser tomado como un mero viaje de “placer”, pero no así para los verdaderos Amigos de Jesús, para quienes tenemos la firme convicción de que hemos viajado hasta aquí para, unidos, escuchar la Palabra y seguir a Cristo Nuestro Señor. ¡Por Él!, no importa ningún sacrificio; porque aquél que se experimenta amado por Jesús, hace todo lo posible por estar cerca de Él, por servirle y agradarle siempre.

Sin duda alguna, Río 2013 será el parteaguas para muchos jóvenes que, ávidos del Amor de Dios, han venido a demostrar que pueden superar cualquier contrariedad con tal de alcanzar su meta, que en esta ocasión ha sido reunirse y compartir su entusiasmo juvenil a los demás hermanos y experimentar la íntima alegría de saberse amados por Cristo Jesús.

¡Todo esfuerzo vale la pena!, pero es más valioso aquél que se hace por amor, pues de éste se recibirá la recompensa más grande y perenne…

Y porque para Dios todo es posible, yo sí creo.


“Id y haced discípulos a todos los pueblos”


Paola Alejandra García Orozco

Río de Janeiro, Brasil


IMG 9957El lunes 15 de julio fue la recepción de los aproximadamente 40,000 voluntarios que apoyarán durante las actividades de la Jornada Mundial de la Juventud, y en la que desempeñarán puestos como socorristas, servicios de accesibilidad, catequistas, puntos de información, transporte, entre otros.

La Catedral Metropolitana no deja de recibir jóvenes de diferentes idiomas y edades, quienes se ven alegres de ser quienes, a través de su trabajo, hagan posible este magno evento. Hay quienes vienen por primera vez y quienes han compartido esta experiencia por haber participado en otras Jornadas.

Tan sólo de México, se cuenta con alrededor de 400 jóvenes voluntarios, siendo uno de los países con mayor representación, después de Argentina, de donde, sabemos, procede el Santo Padre. Del mismo modo, hay países apenas representados, como Egipto, de donde procede solamente un muchacho dispuesto al Voluntariado, pero quien se muestra gozoso de poder estar a la espera del Papa y sumarse a los dos y medio millones de jóvenes peregrinos para llenar la ciudad con sus gritos de alegría y ganas de hacerle saber al mundo que la juventud católica sigue presente y que tiene la encomienda de “Id y haced discípulos a todos los pueblos”, como reza su Lema, basado en la cita de Mateo 28,19.

En este marco de bienvenidas, se recibió también, el martes 16 en la Catedral, la Cruz de la Jornada, entregada en 1984 por el Papa Juan Pablo II, misma que se hizo acompañar con la Virgen peregrina, y ambas entregadas en Madrid de 2011 a los brasileños al ser elegida su Nación como sede para esta Jornada. Tanto la Cruz como la imagen mariana fueron cargadas por los jóvenes que se encontraban en la Catedral, y así, entre manos, puesta sobre el altar donde fue celebrada la Misa de Bienvenida para estos voluntarios que forman ya “La juventud del Papa”… La Fiesta apenas comenzaba.


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