Brasil, entre los conflictos y la visita del Papa
Brasil vive grandes retos en su estructura y entorno social, por lo que la visita del Papa, se espera, sea para reforzar la esperanza y la fe no sólo de los jóvenes del mundo, sino en especial de los cariocas.
Mónica Livier Alcalá Gómez
Una situación que no podemos pasar por alto, son las manifestaciones que miles de ciudadanos brasileños hicieron a su gobierno –durante la Copa Confederaciones-, con una exigencia inicial de abaratar los costos del Transporte Público, aunque después la macromanifestación también incluyó otros asuntos de gran relevancia: La corrupción desde el Gobierno, una educación de mayor calidad y, en general, la protesta por los altos costos de la organización del Mundial de Futbol 2014.
Alguno que otro despistado periodista recordó la visita del Papa Francisco a Río de Janeiro a mediados de julio, por la Jornada Mundial de la Juventud, y se animó a especular que los cariocas tampoco querían la visita del Santo Padre por el costo que implicaba pero, ¿es realmente así?
¿Cuánto cuesta organizar un Mundial?
Hasta hace un año se hablaba que la organización del Mundial de FIFA 2014 oscilaría entre los 14 y los 66 millones de dólares, aunque, según expertos, la cifra pudo haber aumentado. Para organizar el evento, Brasil se comprometió, entre otras cosas, a realizar o mejorar 12 estadios de fútbol, adecuándolos a las exigencias de la FIFA, y 13 aeropuertos en diferentes puntos de su territorio.
Según el portal de transparencia del Gobierno brasileño el costo total en obra pública será de poco más de 13 millones de dólares, aunque según la Asociación Brasileña de Infraestructura e Industrias ese monto ascenderá a 48 millones, incluyendo los gastos federales, estatales y municipales de saneamiento, red hotelera, energía eléctrica, puertos, seguridad y movilidad urbana.
En fin, cuánto significará el Mundial para el bolsillo de los brasileños es todavía una pregunta sin respuesta. Con todo, sin duda se esperaría que las ganancias de dicho evento al menos subsanaran los costos, lo que aún está por verse.
¿Y una JMJ, no es igual de cara?
Los Organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud, a realizarse del 23 al 28 de julio, descartan que haya temor por que las protestas continúen durante la estancia del Papa en el país brasileño. Uno de quienes están al frente, Padre Renato Martins destacó además que la iglesia apoya las manifestaciones pacíficas, que demuestran “que la juventud está despertando y manifestando sus deseos” y explicó que la JMJ “tiene siempre este objetivo de llamar los jóvenes a despertarse y a comprometerse con un mundo mejor”.
Al contrario que un Mundial o unos Juegos Olímpicos, para una JMJ rara vez se el Estado tiene que invertir grandes sumas de dinero, más allá de quizás modernizar o reorganizar la movilidad urbana y, por supuesto, la seguridad del Papa, quien también es un Jefe de Estado. Como todos los grandes eventos, existen empresas privadas que dan su aportación para que este magno evento se desarrolle, además de la cuota asignada a cada participante; eso sin contar con la derrama económica en turismo (la gran mayoría de peregrinos, antes o después de la Jornada, organizan recorridos turísticos por los países que visitan), hotelería, restaurantes y hasta el comercio informal con playeras, posters (del Papa, de la Virgen) y diversos souvenirs.
En esta ocasión –como lo fue, por ejemplo también el Colonia, Alemania-, el costo de la JMJ será casi nulo pues, por la inversión que ya se hizo para la Copa Confederaciones y el Mundial de Futbol, la ciudad de Río de Janeiro no hará inversión especial para la Jornada Mundial de la Juventud, más allá, como insistimos, de garantizar en todo momento, la seguridad del Jefe de Estado del Vaticano.
Es un viaje de fe
Por eso, antes que nada se debe recordar que los jóvenes que asisten a una Jornada Mundial de la Juventud son peregrinos de la fe, es decir, viajan de todo el mundo con tal de reunirse y proclamar su fe en Cristo y encontrarse con su Vicario en la tierra, el Papa.
Las administraciones públicas deben garantizar y financiarán temas de seguridad, logística, sanidad o limpieza, como en cualquier otro evento, pero la ganancia social y espiritual que deja en un país es un punto que no tiene duda. Será una Jornada especialmente interesante también porque será el primer país que visitará el Papa Francisco después de su elección, un Papa que se ha distinguido por su sencillez y alegría en el trato con los demás. De esto podemos afirmar que serán no sólo los jóvenes quienes seguirán los pasos del Santo Padre, sino que se espera además la llegada de multitud de fieles católicos.
Hasta el momento…
•La JMJ de Río llega a 5500 inscripciones de periodistas para cubrir este evento. Supera ya a la de Madrid.
•Son 1.5 millones de peregrinos registrados para participar.
•En la JMJ se manejarán cinco idiomas oficiales: Inglés, español, portugués, francés e italiano.
•Se prevé la presencia de 300 artistas en diferentes escenarios durante la JMJ.
•Se esperan 7,500 voluntarios internacionales. Argentina lidera la lista de voluntariado.
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