Trabajo en conjunto
Sección Diocesana de Pastoral Familiar
A los jóvenes les queda saber que siempre están en el corazón de Dios; les queda descubrir que hay adultos, Familias, Sacerdotes, Religiosos, que les queremos y nos preocupa la situación que les ha tocado vivir; les queda darse la oportunidad de convivir con la comunidad parroquial; les queda soñar con un presente y futuro mejor en la Gracia de Dios; les queda mostrar que son capaces de alcanzar objetivos personales y comunitarios; les queda… Todo ello podrán lograrlo cuando se sientan y se sepan respaldados por adultos que han encontrado a Dios en su vida y lo comparten con ellos.
A nosotros, quienes integramos la Pastoral Familiar, nos queda la importante tarea de acompañarlos en su proceso de crecimiento y educación en la Fe. Nos queda hacerlo con una visión de Fe que nos ayude a descubrir, en los acontecimientos diarios y en los que vive la Iglesia en nuestro Continente, los medios, las formas, las propuestas, las voces que nos alientan a caminar con ellos un camino de Fe y Esperanza, en el cual Jesucristo es nuestro Salvador. Nos queda hacernos compañeros de camino.
Urgencias generales
Desde el año 2007, la Pastoral Juvenil Latinoamericana, que forma parte del Departamento de Familia, Vida y Juventud, del Consejo Episcopal Latinoamericano, CELAM, ha venido realizando un ambicioso proyecto que busca una nueva dimensión de vida y una nueva praxis eclesial en favor de la Pastoral Juvenil Latinoamericana y del Caribe. Éste es un proyecto en el que México ha estado presente y ha dado continuidad a las orientaciones que se propusieron, las cuales se han hecho presentes en las Diócesis que integran la Provincia Eclesiástica de Guadalajara, dando difusión y seguimiento al Proyecto de Revitalización de la Pastoral Juvenil en cada Parroquia con propuestas propias y adaptadas a su realidad.
El objetivo general es revitalizar la Pastoral Juvenil en México partiendo de la vida de los jóvenes en sus distintos contextos, para que, desde una profunda experiencia de encuentro con Cristo, se susciten procesos de conversión personal, pastoral y eclesial, y así, contando con orientaciones pastorales, asumamos e impulsemos la Misión Permanente.
Las Parroquias que ya saben de la Propuesta de Revitalización de la Pastoral Juvenil se han fascinado por Jesucristo y por evangelizar a la juventud; han iniciado el proceso de escuchar a los jóvenes reflexionar sobre el discernimiento de las realidades juveniles. Y ahora estamos por dar comienzo al proceso de conversión personal, pastoral y comunitaria, buscando que cada una de las Parroquias se vea y se sienta revitalizada en su acción evangelizadora.
A poner en marcha
El Proyecto aplicado a cada Parroquia debe realizarse en el marco de la Misión Permanente, que desde hace tiempo es prioridad diocesana; deberá partir de la Nueva Evangelización, que nos invita a ser “Nueva en su ardor, en sus métodos, en su expresión”. Y, sobre todo, deberá tomar las orientaciones que nos da el Documento de Aparecida, que en el Número 448, dice: “Hay que renovar (en estrecha unión con la familia) la opción preferencial por los jóvenes, dando nuevo empuje a la Pastoral Juvenil en las comunidades eclesiales”.
Obviamente, esto requiere de una Pastoral Familiar que, consciente de su papel en la Evangelización, y de la importancia de acompañar a los jóvenes en su proceso de crecimiento y maduración personal y cristiana, debe estar preparada, enterada y dispuesta a dar su tiempo y su apostolado, a fin de que todos nos encontremos con la Persona de Jesucristo y su Proyecto del Reino de Dios, sin dejar de lado este momento de Gracia que Dios nos regala en la misión de evangelizar a los jóvenes. Realidad, pues, que nos atañe a ambas Pastorales.
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