jueves, 14 de agosto de 2014

Reunin de Decanos, Vicarios, Encargados de Comisiones y Secciones, y Vida Consagrada

En el Plan de Pastoral partimos de la realidad, no del escritorio


Pbro. Óscar Maldonado Villalpando


El Seminario Mayor nos recibió con su mismo rostro luminoso, sonriente y optimista; con su misma fuente; y escrita sobre sus muros, una esplendorosa historia colmada de ilusiones y solidez espiritual, tal como lo conocimos. Sin embargo, algunos cambios nos reflejaron el tiempo transcurrido. Los distintos espacios, patios y corredores nos hablaron en voces profundas, íntimas, entrañables. Las cañas del bambú, en la huerta de Filosofía, sugirieron columnas de curvatura gótica, bengalas de luz esmeralda o manos señalando el infinito.

Ahí estuvimos para llevar a cabo la reunión de seguimiento a la II Asamblea Diocesana de Pastoral, el jueves 7 de agosto. A las 10.30 dio inició la oración. A las 11, el señor Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara, saludó a los participantes. Agradeció nuestra presencia e insistió en la centralidad del encuentro con Cristo vivo, en el espíritu del discípulo misionero:

“Es hora de involucrarse, de ir a cada instancia y coordinar; en resumen, de amar y servir. Se trata de caminar juntos en esta forma participativa, vivir la comunión, respetando el proceso de cada instancia y Parroquia; a nadie se le apresura, pero éste es el camino que hemos de recorrer unidos. Esta jornada es para evaluar la Asamblea, rescatar los valores y, con humildad, aceptar las limitaciones y posibles deficiencias”.

Todo esto sucedió en la misma Capilla que albergó nuestras almas en aquellos días devotos. Los mármoles fueron testigos elocuentes, en su silente y acogedora familiaridad.

Tras la alocución de nuestro Pastor, intervino Monseñor Rafael Hernández Morales, Párroco de Jesús Maestro y Secretario Ejecutivo de la Vicaría de Pastoral, presentando el nexo de esa reunión, con su objetivo: “Analizar la II Asamblea Diocesana de Pastoral; profundizar en la tarea de las distintas instancias para que el fruto de la Asamblea llegue a todos, y darle seguimiento al proceso pastoral de la Arquidiócesis”.


Cardenal docente


Ver con los ojos del Padre

Nuevamente, se nos exhortó a ver con los ojos del Padre; a que analizáramos los hechos sobre el desarrollo de la Asamblea y, con la participación de todos, descubriésemos los retos que nos plantea este análisis. Así lo hicimos; primero en Equipos, cada Vicaría, sus Decanatos y las Comisiones; luego, en Subplenarios de varios Equipos, distribuidos en distintos espacios del Seminario. Este momento fue dirigido por el Licenciado Árnold Omar Jiménez Ramírez. A las 12.45 se ofreció un frugal refrigerio.

Los Secretarios presentaron las constantes de este primer momento.


Juzgar con los criterios del Hijo

Luego vino el segundo momento. En el Auditorio “San Juan Pablo II” se realizó un Panel sobre la importancia de las instancias pastorales y sus tareas. Se buscó la forma de afianzar lo que corresponde a cada Vicaría, Decanato, Parroquia y Comisiones. Ahí se dio el espacio y la oportunidad de hacer realidad el fruto de la II Asamblea. Que el compromiso de la Asamblea llegue a las bases. Presidieron este acto los señores Curas: Gerardo Jiménez Lozano, Cándido Ojeda Robles y Pedro Rodríguez González, y el Presbítero José Marcos Castellón Pérez. Se expusieron temas sobre la integralidad del Agente de Pastoral, la importancia de la Asamblea como instrumento pastoral, una herramienta que todos debemos aprovechar, así como sobre la importancia de la comunicación en el proceso pastoral, respondiendo a estas preguntas: ¿Nos hacemos entender hoy? ¿Hablamos en el lenguaje actual?


Actuar bajo el impulso del Espíritu Santo

Luego de la hora de comida, nuevamente acudimos al auditorio del Seminario, donde el Padre Marcos Castellón enumeró de manera breve las siete Líneas de Acción, los siete criterios que han de guiar nuestras acciones a fin de hacer factible el Objetivo General. Especialmente se aclaró que estas Líneas ya han sido aprobadas por el Arzobispo; por lo tanto, ahora tienen el carácter de vinculantes. Es voluntad del Pastor que todos trabajemos con estos importantes criterios.

Al caer la tarde, nuevamente los Equipos se fueron a trabajar para dar respuesta a dos importantísimas cuestiones:

1.- ¿Qué acciones proponemos, a nivel diocesano, para que los frutos de la Asamblea lleguen a las bases, a las personas?

2- ¿Qué sugerimos como tareas, en el presente año, para llegar a la III Asamblea Diocesana en junio de 2015?

3- ¿Cuál será nuestra programación?


Manos a la obra

Así, este acontecimiento nos habló claramente de que estamos haciendo un esfuerzo conjunto para trazar nuestro camino, participar, y para vivir la espiritualidad de Comunión en nuestra Pastoral.

Nosotros somos el Plan Pastoral, nosotros edificamos el Proceso; Dios ha puesto en nuestras manos esta tarea en el espíritu de discípulos misioneros; nuestro Plan no es una teoría, no ha surgido de un escritorio, sino que está naciendo de la vida, de nuestra realidad. No perdamos, pues, la alegría de vivir e impulsar esta etapa evangélica que el Señor nos ha puesto delante, y a la que nos ha alentado serena y continuamente nuestro Arzobispo Metropolitano.


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