jueves, 7 de agosto de 2014

Al menos de manera convencional

Un día oficialmente dedicado a los indígenas


Profa. Raquel Guadalupe Núñez Rojas

Seminario de Cultura Mexicana,

Corresponsalía Guadalajara


El 9 de agosto es una fecha especial: es el “Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo”. Esta conmemoración fue instituida por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas en diciembre de 1993. Su objetivo es hacer un llamado de atención sobre las condiciones de marginación y abandono en que sobreviven las etnias originales de cada país. En México, se contabilizan alrededor de 60, bien identificadas. Jalisco tiene dos grupos definidos perfectamente: los huicholes y los nahuas.

De las 60 lenguas autóctonas reconocidas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI, 23 se encuentran en peligro de desaparecer, debido a que cuentan con menos de dos mil habitantes. De ahí la importancia de unir esfuerzos con los del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas en Riesgo de Desaparición. Por primera vez se ha logrado un acercamiento entre los indígenas huicholes del Norte y los nahuas del Sur de Jalisco. Unos y otros tienen sus raíces muy bien definidas y luchan arduamente por no extinguirse.


Huicholitos (DIF Jalisco)


Los indígenas huicholes

Habitan una extensión de 4,107 kilómetros cuadrados, que se ubica al Norte del Estado de Jalisco, entre los de Nayarit, Zacatecas y Durango, en las montañas de la Sierra Madre Occidental, a una altura promedial de mil a tres mil metros sobre el nivel del mar, con una población aproximada de 27 mil 780 habitantes. Se considera que en los Municipios de Mezquitic (Jalisco), La Yesca (Nayarit), y Valparaíso (Zacatecas) está el alma huichol. Allá donde la serpiente negra es la luz, sabiduría, camino mítico y el paso concreto de la muerte. Allá donde la muerte es luz y generadora de vida, según ellos, allá habita el histórico pueblo huichol.

La etnia wirrárica o huichola ha estado unida a los Religiosos Franciscanos por más de 400 años. Las primeras incursiones misioneras datan de finales del Siglo XVI, cuando fundaron el Convento de Santiago de Huaynamota, en 1581. Fray Antonio Tello estableció la Misión de Amatlán de Jora en 1620. En el año de 1733, crearon el Convento de San Sebastián de Tozocuantla. En 1852, establecieron las Misiones de Santa Catarina y San Andrés Cohamiata. En 1853, la Misión de Guadalupe Ocotán, y posteriormente, la de Santa Clara, en 1953.

Fray Antonio Tello, en su Crónica Miscelánea de la Provincia de Xalisco, habla del Padre Fray Pedro del Monte como el primer Misionero de aquellos lugares. Menciona que era español, Predicador apostólico y Primer Comisario de los Religiosos Descalzos del Seráfico Padre San Francisco. Comenzó la conversión de los indios desde el año de 1580. Caminó solo por las Regiones de San Pedro Analco, Ocotic, Tonaltitlán, Jora y otras comunidades de la Sierra, ya que sus acompañantes se regresaban pronto, debido a las asperezas de la zona y a la escasez de comida para subsistir.

Hoy, los principales problemas de los huicholes son la invasión de sus tierras, la falta de servicios primordiales, la emigración y la pérdida de su lengua. Ellos luchan por volver a sus raíces y recuperar su lenguaje.


La Etnia Náhuatl

Al Sur del Estado, en la Cuenca llamada el Río Tuxpan, está asentado el pueblo “de la eterna fiesta”, la etnia náhuatl, que conserva fielmente sus raíces y tradiciones. Esta población es vecina del antiguo Zapotlán el Grande, hoy Ciudad Guzmán. Limita, al Norte, con Tamazula de Gordiano y Zapotiltic; al Sur, con Pihuamo; al Oriente, con Tecalitlán, y al Poniente, con el Municipio de Tonila y con el Estado de Colima. También es vecina del imponente Volcán Colima, latente amenaza para sus pobladores.

La denominación de Tuxpan proviene de dos vocablos nahua-tlecos: Tonachtli (conejo) y Pan (en, entre o abundancia); por lo que el nombre de esta bulliciosa localidad significa “tierra de conejos” o “entre conejos”.

En tiempos de la Colonia, Tuxpan no perteneció a la Nueva Galicia. Como gran parte del Sur de Jalisco, formó la llamada Provincia de Ávalos. Estas tierras fueron dadas en encomienda, por Hernán Cortes, a Fernando de Saavedra. Entre 1523 y 1524 se hizo cargo de ellas el hermano menor de Saavedra, don Alonso de Ávalos.

El Tlatonazgo de Tuxpan correspondía a Colima bajo las órdenes de Cuitzaloa. Posteriormente, los dominaron los aztecas, luego los tarascos, para el final ser conquistados por los españoles. El Cristianismo fue abrazado fácilmente por los indígenas, gracias al amor que pusieron los Franciscanos para evangelizarlos. El Padre Tello narra: “Por el año de 1532, llegó a Tuxpan Fray Antonio de Segovia a predicar el Santo Evangelio…” Los tuxpanenses tienen mucho cuidado en conservar sus raíces, merced al empeño que puso el inolvidable Párroco, don Melquíades Ruvalcaba, ya que hasta una Gramática de esa lengua les confeccionó.


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