jueves, 14 de agosto de 2014

¿La Televisión está ‘acribillando’ a las familias católicas?

Pbro. Alfonso Rocha Torres


“Nuestras pantallas y nuestros ojos son puertas abiertas a través de las cuales las imágenes se cuelan y permanecen”. Así lo expresa Mauricio Artieda al comentar un video aparecido en la web catholic link, del viernes 25 de julio, en base a un comercial de servicio de video en línea que no usa palabras hirientes; es una excelente parodia de lo que sucede al estar expuestos constantemente a los contenidos de la Televisión o la Internet, además de presentar algunos datos muy interesantes en ese sentido. Aun cuando usa el idioma inglés, puede ser fácilmente comprendido por toda persona. Le invito a verlo en la Página http://ift.tt/17tp9X9 y a disfrutar de los comentarios del autor expresados enseguida.


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La Televisión no es inofensiva

No hay mucho qué decir sobre este video. Me parece que la escena ilustra perfectamente lo que quiero decir: toda la basura que vemos en la Televisión no es inofensiva; nos daña personalmente y, más grave aún, nos daña como familia. Quienes piensan que la publicidad, las series y las películas que vemos, cada vez más cargadas de sensualidad y violencia, en realidad se quedan en la pantalla y no entran en nuestras vidas, creo que están muy equivocados. Nuestras pantallas y nuestros ojos son puertas abiertas a través de las cuales las imágenes se cuelan y permanecen; por más deseadas o indeseadas que sean, se vuelven como inquilinos que empiezan a convivir con nosotros y a moldear nuestra sensibilidad.


No tenemos el control

La imagen de la familia ‘acribillada’ me ha parecido genial. En primer lugar, porque nosotros pensamos que tenemos el control sobre la situación, pero no es cierto. Decidir qué Canal ver, o escoger la película, nada quiere decir. Hay muchos elementos que se nos escapan y que golpean nuestro mundo interior o el de las personas que nos rodean, de un modo que no siempre somos capaces de percibir: imágenes subliminales, ideas descontadas, contextos recurrentes, etcétera, que a fuerza de insistir son capaces de debilitar nuestras defensas y poner en duda muchos de nuestros valores. Todos sabemos que muchas de las producciones televisivas que vemos han sido realizadas por personas con valores bastante distintos -por no decir opuestos- a los de un cristiano. ¿Tenemos la capacidad de distinguirlos? ¿Todos los miembros de nuestra familia la tienen? ¿Después de ver una serie o una película me intereso por discutir o explicar los elementos complicados? (esto especialmente para padres o hermanos mayores). Creo que son preguntas válidas que todos debemos hacernos; de otro modo, en el fondo, nos estamos dejando ‘acribillar’. Por otro lado… ¿No hay cosas que deberíamos dejar de ver? ¿Ganamos algo viendo lo que vemos? ¿La diversión que nos produce vale el riesgo?

No creo que la idea sea convertirnos en un “ghetto” católico donde sólo veamos EWTN y las Noticias de Rome Reports, o María Visión. ¡De ningún modo!, pero tampoco podemos ser tan idiotas como para pensar -o no pensar- que los programas y las series que vemos son inofensivos y que todo depende de la persona que los mira… ¡Por favor!


Ejercicio en familia

Además de proponer todas las preguntas que ya mencioné, valdría la pena ver un Capítulo de “House” o “Breaking Bad” o de alguna serie mexicana, y tratar de distinguir cuáles son los valores y los anti-valores que nos dejan.

Usted, ¿qué opina sobre este tema?; ¿qué series cree que NO debería ver un católico?; ¿qué Programas de Televisión piensa usted que no deberían ver los niños?; ¿qué opina de toda la programación infantil?; ¿qué necesita hacer para discutir esto en familia?


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