jueves, 28 de agosto de 2014

Repercute la Fe de los Mártires

Santuario de los Mártires

La huella más indeleble es el testimonio de vida


Fue presentada la Campaña ‘Deja Huella’. El Cardenal José Francisco Robles señaló que la mejor manera de trascender es mediante la donación y el testimonio de la propia vida. En marzo de 2015 estaría techado el Santuario.


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Sonia Gabriela Ceja Ramírez


Con el objetivo de darle nuevo auge a la construcción del Santuario de los Mártires de Cristo, que desde hace siete años se edifica en el Cerro del Tesoro, la Arquidiócesis de Guadalajara dio inicio, de manera oficial, a la Campaña ‘Deja Huella’, iniciativa que tiene como objetivo informar sobre las bondades de ese nuevo Templo, promover la vida de los Santos y Beatos Mexicanos, recaudar fondos para continuar la construcción del Santuario y agradecer a quienes se han unido para colaborar con tan magna obra.

La Campaña fue dada a conocer mediante una Rueda de Prensa presidida por el Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo Metropolitano; el Ingeniero Héctor Castellanos Frank, Responsable de la obra, y el Presbítero Gildardo Partida Núñez, Rector del citado Templo.


Comienza una nueva etapa

Durante su intervención, el Ingeniero Castellanos Frank explicó que paso a paso, con firmeza, la obra del Santuario de los Mártires continúa avanzando.

Informó que el techo que recubrirá las tres cúpulas tiene como características: que permite cubrir la geometría especial del recinto; es térmica, acústica, hermética, evita condensaciones y no requiere mantenimiento.

“Ansiábamos llegar a esta etapa del Proyecto, porque una vez que esté colocada la cubierta lograremos uno de los objetivos principales: que se empiece a oficiar de manera regular en el Santuario; que en él tengan lugar las grandes celebraciones de la Arquidiócesis de Guadalajara, que es una de las más dinámicas en el contexto de la Iglesia Universal.

“Posteriormente, agregó, dará comienzo el proceso de los acabados, para los cuales, gracias a la colaboración de muchas personas, ya contamos con el material. Por ejemplo, tenemos el mármol; ya se fabricaron las bancas interiores; ya está terminado el mezzanine superior, entre otros detalles. Por ello, invitamos a que más y más fieles se sumen a este Proyecto que es de todos, no sólo de Guadalajara, sino de México”.

El Ingeniero recordó, asimismo, que el Santuario será, además, la sede de todas las obras de caridad organizada que coordina la Arquidiócesis, como Cáritas Diocesana de Guadalajara, el Banco Diocesano de Alimentos (BDA) y el Banco de Ropa y Enseres Domésticos (BRED), aparte de contar con un Hospital, Auditorio, Salones de Conferencias, el Museo de los Santos y Beatos Mártires, así como un Convento y Hospedería para peregrinos.


Un Eucarístico lugar para los jóvenes

Por su parte, el Padre Rector, Gildardo Partida Núñez, rememoró que las primeras Misas se celebraron al pie de un árbol y con la asistencia de tres o cuatro participantes, mientras que en la actualidad son centenares los que acuden, principalmente jóvenes, quienes periódicamente tienen Encuentros a los que se convoca a muchachos de distintas partes del país. “Además, los diferentes Grupos y Movimientos que tiene la Arquidiócesis han visitado el lugar.

“Es abundante la cantidad de fieles que vienen a las Misas que celebramos los domingos a las 12 del día, y entre semana a las 6 de la tarde. Procuramos que siempre haya quién administre el Sacramento de la Reconciliación para que todas las personas tengan el alimento que Dios desea para nosotros: su Cuerpo y su Sangre. Esperamos que el día de mañana este Santuario sea como los grandes del mundo, donde Jesús es alabado por todos sus hijos.

“Todos los días la gente viene a admirar y a invocar a quienes por amor a Cristo dieron su vida, y que se distinguieron en las cosas sencillas, como el rezo del Rosario o el amor a la Eucaristía, pero que con su ejemplo nos enseñaron el inmenso amor que profesaban a Dios y a los hermanos”.

El Padre Gildardo exhortó a los fieles católicos a que, si no llegamos a ser mártires, por lo menos seamos buenos confesores de nuestra Fe.


“Paso a paso”, deja huella

El Ingeniero Castellanos reiteró que la obra se ha venido cristalizando gracias a los donativos de la feligresía que, grano a grano, ha ido aportando: “Hay familias que llegan los domingos a Misa de 12 con un saco de cemento; personas que donan un viaje de concreto, o muchas empresas jaliscienses que nos han prestado sus equipos de construcción, mientras que el Santuario sufraga los gastos del operador, del combustible y del mantenimiento. La mayor parte de los donativos ha sido en especie”.

Se calcula que una vez techada la asamblea principal del recinto, la obra tendrá un avance del 75 por ciento.

Señaló que ésta sería una obra impensable si no fuese por el apoyo de cada uno de los fieles. Por eso es importante que la sintamos como nuestra.

Refirió que el primer donativo importante que se hizo para el Santuario fue el del terreno, un lugar privilegiado por su extensión de 16 y media hectáreas, y por su vista, dado el lugar donde se ubica la construcción, que permite contemplar, prácticamente en su totalidad, el Área Metropolitana tapatía.

Luego informó que, a la fecha, se han invertido aproximadamente 650 millones de pesos, de los cuales la mayor parte se ha recibido en donativos en especie, repitió.


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Monumento a Guadalajara


Durante la Rueda de Prensa estuvo presente el señor Esteban Aguilar, integrante de la Familia que donó el terreno para la edificación del Santuario de los Santos y Mártires Mexicanos.

El señor Aguilar invitó a la comunidad a dejar huella: “Participemos para que esta obra traiga un beneficio para toda la comunidad y perdure para la Historia; será un monumento de nuestra ciudad. Ha sido para todos los donadores una satisfacción el que esta magna obra se esté desarrollando aquí en Guadalajara”.


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El Cardenal Robles invitó a la generosidad


El Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara, quien encabeza la obra de construcción del Santuario, destacó que en siete años la obra en ningún momento se ha detenido; sin embargo, por ahora se busca hacer llegar una motivación especial no sólo a los fieles católicos, sino a todas las personas de buena voluntad que quieran colaborar en su edificación.

“Entramos en un momento decisivo para la construcción del Santuario. Este avance que registramos hasta ahora, ha significado una cuantiosa inversión económica que han hecho los fieles de toda la Iglesia de Guadalajara, e incluso de otros lugares. Por eso nos sentimos con la responsabilidad de aprovechar cuanto antes dicha inversión poniéndole la cubierta a este espacio para que nos facilite llevar a cabo las obras de Iglesia de mayor trascendencia.

“Aquí se celebrarán, además de los Sacramentos o de las Ordenaciones Sacerdotales con las que Dios nos bendice cada año, otros eventos religiosos importantes. Podremos aprovechar este espacio para Encuentros de todos los Movimientos, Asociaciones y Grupos Apostólicos que con frecuencia convocamos para darles formación, acompañamiento y seguimiento; para hacer más intensa la obra de la Evangelización en la Iglesia”.


Herederos de la Fe
También nuestro Pastor Diocesano enfatizó que “basta que haya voluntad, libertad y generosidad para aportar lo que cada uno decida para esta obra”.

El Arzobispo sentenció que no hay huella más indeleble que la que se deja con la propia vida: “Entregando la vida se marca una huella que es imborrable. Nuestros Mártires donaron su vida, derramaron su sangre y dejaron una profunda huella. Nosotros los nombramos ahora como si no hubieran muerto, y es que en realidad están vivos, permanecen en la conciencia de nosotros, herederos de su amor a Dios, mediante la huella indeleble de su Fe. No hay huella más profunda que la que marca la donación de la propia vida”.

Afirmó que una obra como el Santuario de los Mártires “nos hace crecer en la identidad de nuestra Fe, en la pertenencia a nuestra Iglesia y en el compromiso que tenemos de transmitir a las nuevas generaciones ese apreciable tesoro”.



Así ha avanzado la Obra


2007, día 5 de febrero, Festividad de San Felipe de Jesús, Primer Santo Mexicano, da inicio la obra con la estabilización del subsuelo.

2009, cimentación e inicio de construcción de las cúpulas.

2010, levantamiento de la estructura de concreto.

2011, continuación de la construcción del mezzanine, que se concluye en 2012.

2013, conclusión de la puesta de la estructura metálica para el techo.

2014, instalación de la cubierta de última tecnología con características especiales para cubrir la geometría del Santuario.



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