Encuentro del Decanato de San Pedrito con el Pastor Diocesano
Pbro. Óscar Maldonado Villalpando
Finalmente, el día señalado fue el lunes 28 de julio a la una de la tarde. Un poco antes, habían pasado los integrantes del Decanato de Zapotlanejo a su entrevista con el señor Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara. Mas los Sacerdotes de este Decanto de San Pedrito, con la debida anticipación, fuimos llegando a la Curia Arzobispal. Los corredores fueron testigos de los cordiales saludos; luego subimos a la planta alta, donde continuaron las pláticas, las bromas y las inquietudes propias de la espera.
Los Secretarios iban y venían, saludaban a la pasadita, y cuando casi era la hora prevista, llegaron los rezagados; el Decanato estaba prácticamente completo: de 27 Sacerdotes, estábamos presentes 24. Se dio la indicación de pasar a la Sala, y luego entró el Arzobispo Metropolitano con actitud afable y saludando al grupo en general.
Agradeció nuestra presencia, explicando que el encuentro corresponde al esfuerzo por conocer y tratar personalmente al Presbiterio tan numeroso de la Arquidiócesis tapatía, además de constituir un útil y fraterno momento para dar a conocer las realidades y retos del Decanto.
Tres planteamientos del Pastor
• ¿Cómo se vive la fraternidad en el Decanato?
• ¿Cómo avanza el proceso del Plan Diocesano en el Decanato?
• Apertura de un espacio para preguntas.
A lo primero, varios Presbíteros tomaron la palabra, hablando positivamente de la vivencia de la fraternidad. El Decano, señor Cura Ángel Zepeda Guzmán, Párroco de El Señor de los Milagros, refirió cómo el Decanato recientemente fue dividido, dando origen al de San José del Castillo y, por lo tanto, que esta nueva situación requiere, en su opinión, la búsqueda de un mejor acoplamiento para un funcionamiento más adecuado. Se mencionaron, asimismo, los retos a enfrentar en cuanto al apoyo de unas Parroquias a otras en ciertos aspectos y necesidades.
En el segundo punto, se aportó que es algo muy positivo el proceso del Plan Diocesano, y se habló de que la información va llegando a la base. Se señaló cómo la participación en la Asamblea fue muy alentadora, especialmente por la buena representación de los Laicos, sin dejar de reconocer que no en todos los casos fue bien planeada, debido a que algunos tomaron no a los Agentes más idóneos, sino a los que encontraron a la mano en forma emergente.
El Cardenal resaltó la actitud participativa, que exige involucrarnos todos y ser parte de ese proceso. Es muy positivo, indicó, trabajar con un mismo Plan, pues de esa manera la Pastoral no depende de una persona o del Párroco en turno. Así, los procesos de cada lugar se pueden continuar y apoyar. Recordó, asimismo, al Papa Francisco y su expresión de que “la Iglesia no debe ser solamente una aduana para los fieles”.
Sobre el tercer punto, hubo preguntas importantes y propias del Decanato. Una de ellas fue sobre la ayuda del Arzobispado a las Parroquias que requieren apoyo económico cuando tienen que construir. El Arzobispo replicó que se da ese respaldo, pero que, además, debe preverse, antes de solicitar la erección de nuevas Parroquias, que exista una base en cuanto a organización y estructura, para que no se empiece de cero. No se dieron datos concretos del tema, pero, al parecer, sí hay esa ayuda, según los casos.
Luego se le preguntó sobre un caso muy específico, como el de San José de Tateposco, donde el Sacerdote José Álvarez Franco, (a) “El Padre Patillas” (cuestionado y conflictuado desde hace largo tiempo) administra Sacramentos. ¿Pueden admitirse como válidos sus documentos de Bautismos?
A este respecto, el Cardenal Robles contestó que tiene noticias de que, a últimas fechas, el aludido no respeta las condiciones para la administración de un verdadero Sacramento, y que en este caso debe informarse a todos los fieles de las Parroquias vecinas sobre esa situación para que no se dejen llevar por las facilidades de no cumplir con todas las exigencias requeridas para recibir Sacramentos. Muy concretamente, manifestó estar preparando un documento para definir las cosas sobre esa situación, pues al parecer se están administrando otros Sacramentos, e incluso hay concurrencia de Diócesis vecinas.
En resumen, ésta fue una magnifica experiencia eclesial; podemos decir que el Pastor se sitúa en medio de sus colaboradores más cercanos y tiene como prioridad entrar en contacto con todas las ovejas de su territorio episcopal, lo cual es muy importante, pues así conoce, de primera mano, las inquietudes, ideales y retos que enfrentan sus Párrocos y Vicarios.
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