Asomarte

Nuevo Libro de Sandoval Godoy con imágenes de El teúl

THO

Aunque El Teúl deba más a San Juan Bautista que al General Jesús González Ortega, los apellidos de éste desplazaron el nombre del primero en la nomenclatura oficial de la más añosa y representativa de las cabeceras parroquiales del confín Norte de la Arquidiócesis de Guadalajara, que en lo civil forma parte del Estado de Zacatecas. Eso pasó en tiempos de furia anticlerical, perpetuándose la memoria de un caudillo ventajoso que, hace uno y medio siglos, capitalizó cuantas veces pudo las oportunidades del río revuelto de las guerras que desgarraron el por entonces joven Estado Mexicano.

Por eso, le agradecemos mucho a don Luis Sandoval Godoy, que en su más reciente libro, totalmente dedicado a su patria chica, evite los datos, fechas y nombres, tan a la mano en otras fuentes, y agasaje a los amigos de la letra impresa con estampas vitales, redactadas con garbo y enjundia, relativas, todas, a la esencia de su pueblo: su entorno natural, sus gentes, su fisonomía urbana.

En reiteradas ocasiones, Sandoval Godoy ha usado de cantera a El Teúl: Un Rincón de la Suave Patria (1980); Estirpe de Cazcanes (2002); Aires de mi Pueblo (2004); Diálogos al Atardecer (2010); San Agustín Caloca (2011), y Señas de San José Isabel Flores (2012). Sin embargo, en ‘Así es mi pueblo’ reconocemos la prosa sustanciosa de quien alude con afecto entrañable al lugar donde está enterrado su cordón umbilical, sepultados sus deudos y grabados en la memoria los recuerdos de los años germinales de la vida.

La edición fue costeada por la Alcaldía de El Teúl, bajo la coordinación del Periodista Enrique Soriano Orozco, e impresa en el Taller de Procrea, tipografía tapatía, en poco más de cien páginas, en fino papel esmaltado y casi medio centenar de fotografías de muchos autores, las cuales dan pie al comentario sabroso de este volumen que, por ameno, igualmente puede leerse a sorbos, a cuatro tiempos, o de un tirón, y con idéntico fruto para el lego que para el letrado, pues su propósito es describir desde dentro el alma de lo que fue y sigue siendo, simplemente, El Teúl