jueves, 28 de agosto de 2014

La Obesidad, alarmante problema de Salud Pública

La obesidad y sobrepeso, un problema de salud pública

México está engordando de manera alarmante


Con el paso de los años, México se ha transformado en un país donde predomina la obesidad. La niñez es el sector más afectado, siendo ya un problema de salud pública.


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Mónica Livier Alcalá Gómez


Era evidente que el pequeño “Poncho” tenía problemas de alimentación; sin embargo, nadie hizo algo por él, hasta que fue demasiado tarde. Un día cayó fulminado en el patio de su escuela. Falleció de un infarto. Tenía sólo doce años.

En las Redes Sociales comenzó a circular un video, cuyos padres y maestros de este niño manifestaron su testimonio, con tal de que más papás tomasen conciencia de la importancia de la alimentación y la actividad física de sus hijos, ya que, de acuerdo a los Médicos, “Poncho” murió como consecuencia de una obstrucción en las arterias coronarias, además de que se le detectó que tenía hígado graso; todo ello, derivado de la gordura que padecía.

Desde 1980 se ha duplicado el problema de la obesidad en todo el mundo, y es el sexto factor de riesgo de defunción. México, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se ha convertido en el país con mayor porcentaje de población con obesidad. También ocupa este nada honroso lugar en obesidad de niños y adolescentes.


¿Por qué se engordó tanto en los últimos años?

“Es un patrón cultural que se ha ido modificando desde los años 80. Hemos tenido una transformación muy importante, tanto en la cuestión de alimentos como en sobreoferta de alimentos industrializados, procesados y preparados que, a su vez, contienen nutrimentos de poco valor para el organismo”, detalló el Doctor Alberto Ocampo Chavarría, Jefe del Departamento de Medicina Preventiva de la Secretaría de Salud Jalisco, en entrevista para Semanario.

“Por otro lado, la vida se ha hecho más sedentaria, con menos actividad física, condicionando, a través de la tecnología, a que las personas no se muevan o no estén haciendo algún tipo de ejercicio. Así pues, si sumamos una mala alimentación por un incremento de ingesta de productos industrializados (que tienen mayor aporte calórico) y ausencia de actividad física, el producto final que resulta es el problema de la obesidad”.

En México, las Encuestas Nacionales de Nutrición elaboradas por la Secretaría de Salud comenzaron a realizarse en 1988, pero los datos sobre obesidad en adultos se desglosaron desde el 2000. A partir de entonces, la obesidad en adultos pasó de 23.5% en ese año, a 30.2% en 2006.

Diversos especialistas explican que, efectivamente, el aumento de personas con sobrepeso y obesidad en nuestro país se debe a estos factores:

• Mayor consumo de alimentos con alta concentración calórica.

• La reducción de precios en este tipo de alimentos.

• La disminución en la actividad física.

• La inseguridad para desarrollar actividades en espacios públicos.

• Un estilo de vida que disminuye el tiempo dedicado para elaborar alimentos.

Además, se analiza la posible predisposición genética de muchos mexicanos a metabolizar de manera diferente las grasas y azúcares.


No es para verse bien; es para cuidar la salud
El Doctor Ocampo apuntó que, para muchas personas, el estar delgadas o con obesidad es para verse o no bien, como si sólo importara su apariencia: “Es muy importante señalar que el problema de obesidad no es algo de verse bien; es cuestión de salud. Obesidad es igual a estar enfermo. Por lo tanto, al estar enfermo, se tienen que tomar medidas para poder llevar un control adecuado y evitar el desarrollo de otras enfermedades derivadas”.

Y es que el problema de la obesidad, que se presenta en niños, en jóvenes y personas adultas, está generando, como concomitantes, otras enfermedades crónicas: diabetes, hipertensión arterial, algunos problemas cardíacos, e incluso está demostrado que puede desarrollar algunos tipos de cáncer.

“Parte de la preocupación que tenemos en el Sector Salud es poder concientizar a las personas de la importancia de tener buenos hábitos, tanto en la alimentación como en la actividad física, con tal de evitar el desarrollo de sobrepeso y obesidad y la consecuencia de alguna de estas enfermedades”.


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Diferenciar los problemas es parte de la solución

El Doctor Alberto recomendó, asimismo, como muy importante, que todas las personas puedan diferenciar el grado de sobrepeso que presentan, para así poder adoptar medidas de reducción y prevención.

“El Sector Salud, y de hecho cualquier Nutriólogo, tiene una fórmula para poder identificar este problema: Medida y peso. Se calcula dividiendo el peso en kilogramos, sobre la talla en metros, elevada al cuadrado. Esta fórmula da lo que se llama el Índice de Masa Corporal”.

Si el resultado se encuentra entre 18 y 25, tenemos un peso normal.

De 25 a 30, tenemos sobrepeso.

Por arriba de 30, ya se toma como obesidad.

La obesidad se divide en tres grados:

30-34, Obesidad grado 1.

35-40, Obesidad grado 2.

40 ó más, Obesidad grado 3 ó mórbida, la que ocasiona otro tipo de complicaciones.

La Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), viendo la urgencia de desarrollar estrategias que combatan estos males, ha optado por la implementación de diferentes Programas para paliar la situación por medio de la sensibilización: “El problema de sobrepeso no es sólo médico, sino multifactorial. Nosotros, como SSJ, tenemos mucha responsabilidad en tratar de educar y promover la salud de las personas, pero también son importantes los entornos: familiar, escolar, laboral y los lugares donde nos desenvolvemos. Todo tiene un qué ver en el proceso de mejorar nuestra salud y, por consiguiente, tratar de evitar que el sobrepeso y la obesidad sigan incrementándose”.

Es por ello que se trabaja mediante estas vertientes:

1. Salud Pública: “Nuestro objetivo es identificar de forma oportuna factores de riesgo en niños y adolescentes. Esto es, que cuando el niño presenta cierto grado de sobrepeso y obesidad, poder orientarlo a él y a su familia, a fin de revertir ese crecimiento”.

2. Promoción de la Salud: “Tratamos de informar, a través de los Medios de Comunicación, mediante Pláticas y Foros, todo lo referente a este problema, para que las personas puedan conocerlo, aplicarlo y desarrollarlo, tanto en su persona como en los miembros de su familia”.

3. Atención Médica: “Al identificar este problema, se le debe llevar para tratar de mejorar su estado de salud”.

4. Medidas de Regulación Sanitaria: “Se refiere, sobre todo, al etiquetado. Estamos procurando que las etiquetas, en las que se exhiben la cantidad de carbohidratos y el aporte calórico que dan los alimentos, sean más legibles, identificables por la población, con tal de que puedan tomar una mejor decisión”.



En Jalisco, y en México en general, llegamos cinco años tarde a diagnosticar a una persona con diabetes o hipertensión arterial, debido a que son enfermedades silenciosas, que no duelen. Por lo tanto, la invitación es a ir a sus Centros de Salud gratuitos. Tenemos cerca de 586 en todo el Estado”.


Doctor Alberto Ocampo, Secretaría de Salud Jalisco.



La Publicidad, un punto en contra

Además del procesamiento de alimentos, de que estos son cada vez de menor calidad, y de que es más accesible y barata la comida “chatarra”, hay que sumar la constante y omnipresente publicidad que promueve un estilo de vida poco sano y una alimentación deficiente.

En relación con la disponibilidad de alimentos saludables, el Informe de la FAO explica que tanto las procesadoras de alimentos como los supermercados están creciendo rápidamente en muchos países en desarrollo. Estas tiendas modernas reemplazan a los medios tradicionales de oferta de alimentos y aumentan la disponibilidad de alimentos procesados y empacados, lo cual puede contribuir al problema de obesidad. En nuestro país, el 50 por ciento de los alimentos se consume de manera tradicional, adquiridos de los mercados, mas el otro 50 por ciento en supermercados.

Ante esto, la Secretaría de Salud ha logrado que, al menos en la Televisión y otros Medios, no se publicite a la comida “chatarra” en horarios familiares. “Por otro lado, vienen los impuestos fiscales, y tratamos de que las empresas que fabrican productos de menor aporte calórico o que no reúnen los requisitos en relación a un alimento equilibrado y balanceado, puedan tener un mayor costo en sus impuestos y, por consiguiente, la población también pueda ver un poco disminuido el consumo de los mismos.

“Sin duda, son estrategias, son procesos que estamos llevando a cabo, pero que van a tardar tiempo en ofrecer resultados, dado el patrón cultural que tenemos en México y en Jalisco, pero que, seguramente, y estamos convencidos de ello en el Sector Salud, esto va a llegar a un buen fin y vamos a poder incidir positivamente en un descenso de los índices de obesidad y sobrepeso”.



En Jalisco se han observado las siguientes prevalencias de sobrepeso u obesidad:

En los niños menores de 10 años se da en uno de cada tres.

En los adolescentes, uno de cada cuatro tiene este problema.

Pero lo más preocupante es en las personas adultas, cuya prevalencia se da en un 70%.

De cada diez mexicanos, siete padecen este problema.



Los costos de la obesidad

La obesidad en México implica un grave problema de salud pública, pero también, económico. En el Libro “Obesidad en México: Recomendaciones para una Política de Estado”, se calcula que para el año 2017 los problemas de obesidad costarán a México entre 70,000 y 101,000 millones de pesos (de 5.4 a 7.7 billones de dólares).

Según la Unidad de Análisis Económico de la Secretaría de Salud, en 2008 se destinaron 67,000 millones de pesos (5.1 billones de dólares) a atender asuntos de Salud vinculados con el sobrepeso, como la diabetes, problemas

cardiovasculares, hipertensión, problemas renales y del hígado.

Pero, más allá del Presupuesto, existe otro costo más grave: la propia vida. “Una persona que padece sobrepeso u obesidad y desarrolla diabetes o hipertensión arterial, y además no la controla de forma adecuada, pierde hasta doce años de vida potenciales”, aseveró el Doctor Ocampo.

Normalmente, la persona con diabetes tiene un promedio de vida de 64 años de edad. Si no hay un control, puede llegar a fallecer a los 52 años. En el caso de hipertensión arterial, el promedio de muerte es a los 74 años. Sin un adecuado control, fallecen a los 60.

“Claro que es importante el impacto económico, pero también el impacto social y familiar. Por lo tanto, invitamos a la población a que cobre conciencia de esto y podamos, así, evitar el desarrollo de estas enfermedades previniéndolas mediante los buenos hábitos, tanto de alimentación,como de actividad física”.


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En el Facebook del IMSS y de la Secretaría de Salud Jalisco pueden encontrarse sencillos y concretos pasos para llevar una vida más sana, mediante la Campaña: “Chécate, mídete, muévete”.
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No es sencillo, pero…

Combatir la obesidad exige cambiar hábitos


Si bien, por sentido común, la gente sabe lo que se requiere para no padecer sobrepeso y estar más saludable, se necesita un cambio de actitud ante la obesidad, con tal de erradicarla.


Mónica Livier Alcalá Gómez


Entrevistada


“En la actualidad, la mayoría sabemos de qué se trata este problema, y también sabemos, instintivamente, cómo combatirlo. Si le preguntamos a cualquier persona cómo combatir la obesidad, sin duda su respuesta sería que comiendo saludable y haciendo ejercicio. Eso nos haría constatar que realmente sabemos cómo combatir este mal. Entonces, ¿cuál es el problema?”, reflexionó la Nutrióloga Cindy Gastélum Gaxiola, Health Coach y Entrenadora Física.

El problema es que cuesta hacer cambios, modificar hábitos: “Muchas personas prefieren arriesgar su salud, y con ello su vida, antes que cambiar. Cuántas veces hemos escuchado el dicho ‘de algo me he de morir’. Por ello, es imprescindible que cambiemos ya esta mentalidad”.


Los padres de familia sí tienen responsabilidad
La Experta en Nutrición reclamó que, dadas las prisas de la vida, el trabajo de los padres, la falta de tiempo, éstos optan por dar cosas poco saludables a sus hijos: “Es muy importante poner mucha atención, como padres, sobre la alimentación de los niños, ya que ellos no son directamente responsables de su nutrición”.

Previno que es muy fácil escudarse en la falta de tiempo: “Yo creo que lo que nos falta, más bien, es organización y tener la disposición de hacer un poco más de esfuerzo y sacrificio, con tal de que la familia esté bien alimentada.

“¿Cuánto tiempo te lleva hacer una agua de limón? Sin embargo, es más cómodo comprar un refresco. ¿Cuánto tiempo te lleva hacer un sándwich? Pero es más cómodo echar en la lonchera unas galletas. ¿Cuánto tiempo te lleva picar fruta? Aunque es más fácil abrir una bolsa de frituras. La flojera es, muchas veces, uno de los peores enemigos de una alimentación saludable”.


Estilo de vida sedentario
La Licenciada Cindy advirtió que el sedentarismo es otro fuerte enemigo en el combate contra la obesidad: “A pesar de la extensa variedad de actividades físicas y deportivas que existen, las cifras del sedentarismo son alarmantes. De la suma de personas que no son activas, destacan las mujeres, quienes ocupan el 61.3 por ciento del total. El 38.7 son varones, por lo que es importante mencionar que son la mujeres quienes siempre tienen más excusas para no hacer algún tipo de actividad física”.

Las razones pueden ser diversas, refirió la entrevistada, pero hay tres que sobresalen:

• 42% Aduce falta de tiempo.

• 17%, problemas de salud.

• 16%, cansancio por el trabajo.

Obviamente, no es menester dedicar horas y horas a ejercitarse, pero la Nutrióloga comentó que se ha encontrado con excusas como los problemas de salud, dolor en rodillas, espalda u otras lesiones: “En lo personal, estoy en contra de los consejos negativos, de que las personas con estos padecimientos no pueden hacer ejercicio, ya que muchas de esas dolencias provienen precisamente por la falta de fuerza en sus músculos o por el mismo sobrepeso, así que la solución no es dejar de hacer ejercicio, sino hacer el indicado para cada situación o persona; por supuesto, con una buena dirección”.

Por otra parte, señaló que el resto del porcentaje que se excusa por cansancio puede deberse justamente a una deficiente alimentación, que no le aporta a su cuerpo los nutrientes y la energía indispensable para el día a día.



TIP
Si pasas más de dos horas en la misma posición, camina, sube escaleras o estírate. Ayúdale a tus venas y músculos a funcionar mejor.



La actividad física, un buen momento para convivir

Salir a ejercitarse es un buen motivo también para propiciar la convivencia en familia, e incluso las relaciones amistosas: “Se puede ir a caminar al parque, a correr y hasta a jugar. Ir al gimnasio a hacer lo que más guste, practicar natación, bailar, o ejercitarse en otras disciplinas como karate, futbol, etcétera. El punto es moverse y, al mismo tiempo, fomentar la relación con las personas que nos rodean”.

Además, se obtienen otros beneficios: “La actividad física nos ayuda a mantenernos en un peso saludable y nos facilita realizar nuestras tareas diarias. Los adultos que se mantienen físicamente activos corren menos riesgo de sufrir depresión y facilitan sus funciones cognitivas, que abarcan destrezas de razonamiento, aprendizaje y discernimiento a medida que envejecen. Los niños y adolescentes pueden tener menos síntomas de agresión y depresión también, además de que, para todos, el ejercicio reduce el riesgo de sufrir diabetes, hipertensión, cáncer y otras enfermedades”.

Finalmente, recomendó a las personas que se animen a revisar sus costumbres, con la ventaja de adquirir una mejor calidad de vida: “Necesitamos cambiar de hábitos; nutricionales, por un lado, y también de activación física. Organicémonos mejor en familia; dejemos de lado la flojera y pongámonos en movimiento; tenemos todas las herramientas para hacerlo. Sí se puede ser saludable”.


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Bajar de peso disminuye:
• Migraña.

• Depresión.

• Asma.

• Diabetes mellitus tipo 2.

• Enfermedades del hígado.

• Síndrome de ovario poliquístico.

• Hipertensión arterial.

• Gota.

• Reflujo.

• Enfermedades del corazón.



Consejos PARA una vida saludable


Come alimentos variados
Necesitamos más de 40 nutrientes diferentes, y ningún alimento, por sí solo, puede proporcionarlos todos. ¡Elige tus alimentos siempre de manera equilibrada! Si tomas un almuerzo rico en grasa, toma una cena con poca grasa. Y si un día tomas carne, intenta escoger pescado al día siguiente.


Toma muchas frutas y verduras

La mayoría no toma la suficiente cantidad de estos alimentos que proporcionan importantes nutrientes protectores. Intenta comer al menos cinco raciones al día. Prueba nuevas recetas. (En el Facebook de “Chécate, mídete, muévete”, se ofrecen ricas y variadas recetas que son saludables y, al mismo tiempo, aportan lo necesario para la nutrición).


Mantén un peso corporal saludable

El peso adecuado depende de muchos factores, tales como el sexo, la altura, la edad y la genética. El sobrepeso aumenta el riesgo de padecer diversas enfermedades. El exceso de grasa aparece al ingerir más calorías de las que se demandan.


Come raciones moderadas; reduce, no elimines alimentos
Si ingieres las raciones adecuadas de cada alimento, es más fácil comer de todos los grupos de alimentos, sin necesidad de eliminar alguno.


Come regularmente

Saltarse las comidas, sobre todo el desayuno, puede conducir a una sensación de hambre descontrolada, causando, a menudo, una sobreingesta. Realizar una colación a media mañana o una merienda, puede ayudar a contener el hambre. No olvides contar estas tomas como parte de tu consumo total de calorías.


Bebe muchos líquidos

Los adultos necesitamos beber, por lo menos, dos litros de agua al día. Y necesitamos más cantidad si hace calor o si realizamos mucho deporte.


Muévete

La actividad física moderada ayuda a quemar las calorías que nos sobran. También es bueno para el corazón y para el sistema circulatorio, y para la salud en general y el bienestar. Así que haz de la actividad física una rutina diaria.


¡Comienza ahora! y realiza los cambios gradualmente

Efectuar los cambios de tu estilo de vida gradualmente es mucho más fácil que intentarlos de repente.


Recuerda: todo es cuestión de equilibrio

No te sientas culpable de los alimentos que te gustan; simplemente tómalos con moderación y escoge otros alimentos que te proporcionen el equilibrio y la variedad que necesitas para conseguir una buena salud.


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La Gula


Es el apetito desordenado de la comida y la bebida. El desorden puede darse en la cantidad y/o en la calidad de los alimentos y bebidas. Se peca de gula por comer excesivamente o por excederse en la búsqueda de las exquisiteces (por ejemplo las golosinas). Pero también se puede pecar por defecto, por no comer lo suficiente.

El sentido del gusto puede constituir un obstáculo a la perfección humana y cristiana por razón de su inmoderada inclinación a comer y beber. La falta de mortificación en este sentido se llama gula. Según Santo Tomás de Aquino, la gula es el apetito desordenado de la comida y la bebida (Cf. “Summa”, II-II, q. 148, a. 1.), uno de los vicios opuestos a la virtud cardinal de la templanza.


Moderación, ante el deseo desordenado de comer

A la gula se le opone la virtud de la templanza en el comer. Ésta es una de las cuatro virtudes cardinales. Consiste en el recto y moderado uso de los bienes. Cuando uno aprende a comer templada y moderadamente, también usará más fácilmente, con templanza y moderación, todos los demás bienes deleitables: el sueño, las fuerzas físicas, el dinero, el trabajo, las diversiones, el esparcimiento, el deporte…

Los ayunos y abstinencias que nos manda la Iglesia son una escuela de templanza en el comer. Así, aprendemos a dominar y a mortificar nuestros apetitos, no sólo el de comer y beber, sino también todos los demás.

Jesús es nuestro modelo de templanza, tanto en el ayuno como en el comer. Jesús ayunó como Juan el Bautista, pero también comió con publicanos y pecadores, y con sus discípulos.


Consejos para practicar la templanza

1. No comer o beber, sin antes haber rectificado su intención con una previa bendición de la comida, y nunca omitir la acción de gracias después de la comida.

2. Intentar gradualmente, en un cierto tiempo, disminuir la cantidad de comida hasta que uno alcanza la cantidad que es necesaria para la salud del organismo.

3. Mortificarse positivamente en el uso de la comida. Esto se puede hacer de muchas maneras, sin por ello atraer atención; por ejemplo, renunciando a ciertas satisfacciones lícitas en la comida; absteniéndose de alguna comida que es particularmente sabrosa, o tomando una porción más pequeña.




Consejo para este regreso a clases:

Cindy Gastelum


Campaña-ObesidadNada nuevo es que se diga que el desayuno es la principal comida del día. Debe suponer entre el 20 y el 25 por ciento de las calorías ingeridas a lo largo de la jornada. Para que sea equilibrado, ha de constar de los tres principales grupos de alimentos: Carbohidratos (CHO: cereales), frutas o verduras, y proteínas.

Ejemplo:

• Un huevo con champiñones, una tortilla y un jugo verde.

• Avena en agua o leche, con fruta picada y un poco de miel.

• Tostada de frijol con panela, y pico de gallo. Jugo de verduras.

Es importante mencionar que el desayuno debe tomarse SIEMPRE antes de salir de casa; para el lonche de los niños se cuenta con la colación. Para esto, se les puede poner alguna de estas opciones:

• Medio sándwich con jamón y verduras. Media manzana.

• Alguna fruta de su elección.

• Una barrita de granola o de avena, con media fruta.

• Medio sándwich con crema de cacahuate, y fruta.


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