San Pedro Apóstol, de Apulco, Zacatecas
Comunidad con fuertes raíces cristianas
No son pocos los poblados y rancherías de las periferias de la Arquidiócesis que se sienten alejados geográficamente y también relegados de una atención pastoral integral, o cuando menos en un grado satisfactorio. En cierta medida, así lo perciben en esta localidad.
José de Jesús Parada Tovar
Decía el Poeta que “lejos del mundanal ruido” se respira y se vive otro mundo, otro ambiente, más amigable para la salud, la tranquilidad, la convivencia. Sí, pero también es cierto, sobre todo en la actualidad tan moderna, que ese mundillo es muy sensible ante el relegamiento que experimenta cuando desde el centro hay encogimiento, desentendimiento de la vida y las necesidades de los que están en los linderos de otras jurisdicciones.
Así lo expresaron varios Agentes de Pastoral en sosegada plática con Semanario, sin aires de reclamo o de resentimiento. Más bien, con madurez humana y cristiana, pero con ánimo de hacer sentir su parecer; de hacerse oír; de levantar la mano para dejar en claro que no desmayan en sus afanes evangelizadores, pero que los retos son muy pesados por la pasividad de mucha gente que se conforma con una Religión de tradiciones y devociones, mientras que hacen falta apoyos diocesanos más concretos, sistemáticos o al menos frecuentes.
Tan sólo a guisa de ejemplo, y en cuanto a promoción vocacional, dijeron que es nula porque “acá nunca se ha parado una Congregación Religiosa, ni de varones ni de mujeres. Del Seminario únicamente nos visitan cada año, a propósito del Día del Seminario. Gracias a Dios, como algo insólito, desde hace algunos meses contamos ya con un Seminarista Diácono, de gran ayuda para el Párroco y motivación para nosotros”.
Realidad con tintes curiosos
Con tres y medio años como Párroco de San Pedro Apóstol, el señor Cura Felipe de Jesús Alba Romo es un Sacerdote muy experimentado en el medio rural, pues hizo su servicio diaconal en la Parroquia de Santa Mónica, de La Barca, y una vez ordenado Presbítero el 18 de abril de 1976, ejerció como Vicario Parroquial en Chimaltitán; en Puente de Camotlán, Nay.; en Ahualulco y en Cuquío. Luego, como Párroco, sucesivamente en San Pedro Analco; San José Obrero, de Tala; Santa María del Tepeyac, en el Cerro del Cuatro; en Teuchitlán y en Nochistlán, Zac.
Empleando su peculiar lenguaje, mímica y modos de expresarse, el Padre Felipe Alba refirió: “En verdad, esta Parroquia está viviendo de prestado, pues la Cabecera de San Pedro Apulco, en el Estado de Zacatecas, atiende 11 ranchos, ocho de los cuales no son de aquí. Por ejemplo, Chimaliquín de Arriba, Chimaliquín de Abajo y Tapias pertenecen al Municipio de Mexticacán, Jalisco. La Estancia, El Álamo, Moctezuma y El Salto, son de la jurisdicción municipal de Nochistlán. Pedregoso depende del Municipio de Teocaltiche, mientras que están ligadas a San Pedro las Rancherías de Carrillos, Los Frías y Tijeras”. Así pues, su ubicación está entre fronteras no sólo civiles de Jalisco y Zacatecas, sino también eclesiásticas, de las Diócesis de San Juan de los Lagos, Aguascalientes y Guadalajara.
Con todo y esa nómina de localidades, la totalidad de habitantes rebasa escasamente la cifra de 3,000, incluyendo a los de la Cabecera (municipal y parroquial), quienes viven principalmente de las remesas que les llegan de Estados Unidos, así como de la agricultura y de una incipiente ganadería. Gracias al uso de mejor maquinaria, se siembra y cultiva maíz, frijol y chile, pero no en grandes cantidades. En cambio, ha cobrado especial importancia la operación de tres granjas porcícolas y una avícola, que dan trabajo a un buen número de hombres, en su mayoría jóvenes, lo cual ha contribuido a disminuir el flujo de migrantes hacia el Norte, aparte de que se han dificultado los trámites para pasar allá. De todos modos, no deja de haber braceros con ese destino.
Historia, costumbre
e indiferencia
Desde la no muy lejana población alteña de Encarnación de Díaz, el quinto Arzobispo de Guadalajara, D. Francisco Orozco y Jiménez, firmó el Decreto de Erección Canónica de la Parroquia de San Pedro Apóstol, de Apulco, Zacatecas, el 25 de enero de 1922, y nombró como su primer Párroco al Padre José Santana García, posteriormente Cura de Mazamitla durante 40 años de reconocida y benemérita acción pastoral y social. Segundo Párroco fue el Padre Matías Hernández, oriundo de Apulco.
Por su probado conocimiento, y con la transparencia y aplomo que le caracterizan, el señor Cura Alba Romo describió así esta radiografía en blanco y negro: “Es una feligresía con una gran tradición y raíces cien por ciento cristianas. De hecho, aquí no tenemos el problema de sectas; sin embargo, carece de arranque apostólico, hace falta gente comprometida. Me consta que los Párrocos anteriores le han echado las ganas, pero yo noto un bajón en el ánimo evangelizador y el compromiso cristiano, no obstante que nuestras Catequistas participan en los Retiros, Encuentros y Jornadas que se organizan a nivel de Decanato y de Vicaría Episcopal. Sí vienen las personas a Misa los domingos, pero…
“Enfrentamos también como un gran reto -prosiguió- levantar la Pastoral Juvenil y la Familiar, promovida en los Grupos de Barrio; hay reuniones con papás, aprovechando la Catequesis de sus hijos; en la Casa Pastoral se alientan convivencias deportivas y sociales de adolescentes y jóvenes; el problema del alcoholismo no llega a mayores, pero existe, como en todas partes, y el de la drogadicción es apenas notorio; pero es preocupante que no haya una respuesta fuerte para contar con una Pastoral más orgánica. Y es que la Familia es prioridad de atención, pero ojalá tuviéramos aquí Cursillos de Cristiandad o Movimiento Familiar Cristiano Católico”.
La infantería
“Para unos 400 muchachillos saltarines -detalló el entrevistado-, sumando a los de San Pedro y los de los ranchos, contamos con casi 50 Catequistas, que imparten los nueve Grados de Enseñanza. Tenemos Grupo de Cáritas, que atiende a enfermos, ancianitos, etc. De Guadalajara nos regalan mensualmente 45 despensas, que se distribuyen a cambio de un servicio a la Parroquia o a la Comunidad, además de que se aprovecha la ocasión para impartir pláticas de Evangelización. Así, combinamos la Pastoral Social con la Profética. Asimismo, se ofrece gratuitamente una Sala de Velación. Hay Grupos de Barrio, Pláticas Presacramentales; Equipo de Liturgia; más de 20 Acólitos; cinco Ministros Extraordinarios de la Comunión y dos Coros”.
Vale apuntar que, nativos de Apulco, hay dos Seminaristas Mayores: uno en 2º de Filosofía y otro en Año de Servicio, así como siete adolescentes Seminaristas en Familia.
Devociones y Festividades
Revisten su propia relevancia los llamados “tiempos fuertes” del Año Litúrgico: el Adviento, con sus Posadas; la Virgen de Guadalupe; la Navidad; la Semana Santa y la Pascua. De primordial participación, la Fiesta Patronal del Apóstol San Pedro, en junio; la de Nuestro Padre Jesús, en La Estancia; la de San Isidro Labrador y San Sebastián, así como La Candelaria el 2 de febrero, y La Asunción de María el 15 de agosto. El Lunes de Pascua se celebra al Divino Salvador, sobre todo en Chimaliquín, donde también se venera fervorosamente a San José.
En San Pedro, el señor Cura oficia cuatro Misas los domingos; en los ranchos más grandes, una Misa por semana, y en los demás, cada 15 días. Por cierto, en agosto y en diciembre se recibe con gran devoción y jolgorio la imagen de la Virgen de Toyahua, Patrona de toda esta Región. Cabe destacar que en la Capilla de La Estancia existe una antiquísima pintura al óleo, de Las Ánimas del Purgatorio y, como dato sobresaliente y de privilegio, en una urna transparente se guardan las entrañas del gran Obispo Benefactor Juan Cruz Ruiz de Cabañas y Crespo, quien falleció en este rancho cuando practicaba una Visita Pastoral, en 1824.
Diácono Juan Pablo Pérez Ortega
Originario de la Parroquia de Santa María Reina, de Guadalajara, este joven Clérigo recibió el Diaconado en la reciente Navidad, y acerca del Servicio que presta, expresó: “Esta experiencia pastoral era muy deseada por mí desde el Seminario, y ha sido muy agradable. Además, me saqué la lotería al acompañar a este Párroco, que ha sido para mí un excelente maestro. La gente de aquí es muy amable y sencilla, que le tiene un gran respeto y cariño al Sacerdote. Yo colaboro con la predicación y coordinando a los Coros, la Catequesis y a los Ministros de la Comunión. Doy pláticas a los jóvenes y les promuevo el deporte, e incluí a la Parroquia en Facebook; ya tenemos 500 amigos”.
Testimonios laicales
María de Jesús Rodríguez Valdivia coordina la Pastoral Presacramental, que prepara a 70 adolescentes para recibir la Confirmación en las Fiestas Patronales, y adicionalmente atiende el Grupo de Cáritas Parroquial. Su relato: “En su mayoría son chicos de Secundaria, en edad difícil de rebeldía e inconsistencia. Hay papás que apoyan su proceso, pero es poca la respuesta, en general, máxime que el muchacho se limita al texto y a lo que escucha en la Catequesis”.
Domitila Flores Lozano trabaja la Pastoral de Adultos mediante Catequesis, con pláticas de formación cada semana, si bien es pobre la respuesta ante la convocatoria y los esfuerzos. “También colaboro con los Ministros Extraordinarios. Y, aunque hay personas de buena voluntad que atienden a enfermos y ancianos, lo cierto es que también los hay solos y casi abandonados. De ordinario les llevamos la Sagrada Comunión cada tercer día”.
Yadira Ramírez Hernández colabora en la Pastoral de Catequesis Infantil, en la que participan unas 50 Catequistas (25 en San Pedro), para adoctrinar a más de 300 niños, “que son inquietos, pero ordinariamente perseverantes en asistencia y aplicación. Unos 40 de ellos harán su Primera Comunión en las Fiestas”.
Coincidieron ellas en apuntar que “el principal problema es la indiferencia religiosa. El pueblo es piadoso sólo por tradición y en las Fiestas Litúrgicas, pero con vivencia de paganos y sólo el registro de bautizados. Y, si a eso añadimos que estamos en la periferia de la Arquidiócesis, en donde conocemos a la Virgen de Zapopan nada más en estampita… La verdad es que quienes necesitan médico son los enfermos”…
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