jueves, 6 de marzo de 2014

El mundo con marihuana

Repercusiones sociales


Muy desproporcionado está el daño, comparado con los hipotéticos beneficios de la legalización de la droga


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Javier Castorena Aldaz


Continúan los debates sobre la posible despenalización en el consumo de la marihuana, con diferentes argumentos, entre ellos, el que se reducirían los homicidios y que perderían poder los cárteles de la droga, además del ya conocido, de pugnar por el derecho del individuo a decidir.

Sin embargo, son muchas las vertientes que deben de analizarse respecto al tema, como es el impacto social de una ley de este tipo.

Para el Investigador del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), de la Universidad de Guadalajara, Francisco Jiménez Reynoso, lo primero sería un diagnóstico nacional para saber dónde estamos situados en relación al consumo de drogas entre los mexicanos.

Según él, despenalizar el consumo de marihuana, de nada serviría para disminuir los delitos en la Entidad, porque el tráfico de drogas es sólo una ala de las operaciones del crimen organizado, en este momento, en el país.

“Actualmente, el crimen organizado se ha ramificado de una manera exponencial, pues ya no sólo comercializa marihuana, sino otras muchas drogas, y también ha comenzado con la trata de personas, con el cobro de derechos de piso, con la extorsión, el tráfico de órganos, el tráfico de infantes, la industria del secuestro, las bandas de roba-carros, sólo por mencionar algunas actividades. Por ello, legalizar la marihuana como enervante, en nada ayudaría a disminuir los delitos, y sí los agravaría”, señaló. Unas actividades contaminan a las otras.


UNA PROPUESTA QUE ARDE

Por su parte, el Doctor José Ángel Prado, Director General Adjunto de Normatividad de los Centros de Integración Juvenil (CIJ), advirtió que “si los consumos de las drogas legales como el alcohol y el tabaco no han podido controlarse, no hay elementos para pensar que sí pueda hacerse con la marihuana… Poco más de 500 mil personas están muertas (a lo largo de los últimos seis años) por causas de dos sustancias legales: alcohol y tabaco; 166 mexicanos mueren todos los días por causas ligadas al consumo de tabaco. Y una de cada cinco personas que ingresan a hospitales lo hacen por problemas relacionados con el alcohol.

“Tenemos un grave problema por hepatitis alcohólica e hígado graso, cirrosis hepática, fuertes accidentes de tráfico automotor”, añadió, y luego indicó: “La pregunta sería: si ya tenemos esas complicaciones por sustancias legales, ¿para qué agregar una tercera?”

En Denver, Colorado (Estados Unidos), donde se ha regulado la venta de marihuana, han aumentado los percances viales protagonizados por consumidores de la droga.


¿CÓMO APROVECHARÍA EL CRIMEN ORGANIZADO LA LEGALIZACIÓN?


Si se llegase a legalizar el consumo de la marihuana, los principales beneficiarios serían los narcotraficantes, quienes ya no tendrían trabas para ejercer su comercio.

En estos momentos, ya hay un desplazamiento de la droga, y en caso de que se despenalice, aumentaría. El problema de la legalización y el debate, vienen a colación porque en 22 Estados de la Unión Americana ya se legalizó. Si México fue, en su momento, un país exportador y de tránsito de droga, ahora la marihuana que se produce Sudamérica se quedará aquí.

A decir del Investigador, en Jalisco no hay una cultura de la legalidad que mitigue y absorba la despenalización de la marihuana: “El Estado está preparado para debatir sobre el tema, pero no es el momento idóneo para legalizar la droga. Sí estamos preparados para debatir, y después de las conclusiones, generar un documento propositivo”.

El mejor ejemplo de deterioro progresivo en una región, con droga de por medio, lo tenemos en Michoacán. El problema tuvo un inicio y, según explicó Monseñor Miguel Patiño Velázquez, Obispo de Apatzingán, fueron generándose las siguientes etapas:

“En un primer momento, había solamente la siembra de marihuana. En uno segundo, comenzó a darse propiamente el narcotráfico. Después, vino el fenómeno del consumo. Ahora vivimos un cuarto momento: el fortalecimiento de las bandas del crimen organizado que se apoderaron de la Zona”. Y agregó: “Los Gobiernos anteriores dejaron crecer el narcotráfico, que resquebrajó la convivencia social, al grado de que la muerte y la violencia están hoy por todos lados” (Declaraciones a la Revista Proceso. 26 de enero de 2014). Sobra decir que Monseñor Patiño dio la voz de alarma desde el primer momento; o sea, cuando ‘solamente’ se daba la siembra de marihuana.


MUCHOS PIERDEN, POCOS GANAN

No sólo en el debate, sino en la práctica, la gran mayoría de la población -especialmente los sectores más jóvenes- sería la gran perjudicada, por el hecho de que la droga crea adicción, llegándose a extremos tales que el drogadicto es capaz de todo antes que permitir que a su organismo le falte la dosis acostumbrada. Mucha gente pierde el control en cuanto adquiere el vicio, y es presa fácil del chantaje; otros, caen en la tentación de ganar dinero sin trabajar.

Lo único que se logrará con la legalización será explotar a los siempre cautivos consumidores -cada vez más pobres- y llenar de dinero unos cuantos bolsillos -cada vez más ricos-. Por eso, no nos extraña que los más grandes promotores de la legalización de la marihuana sean personas que poseen abundante dinero y quieren tener más, a costa del dolor y la miseria ajenas.


DROGAS LEGALES EN MÉXICO

El consumo de algunas sustancias en México ya es legal, para porciones individuales. Son las siguientes: opio (crudo, para fumar), 5 gramos; heroína, 25 miligramos; marihuana, 5 gramos; cocaína, 500 miligramos; LSD, 15 miligramos; MDA, 200 miligramos; MDMA (éxtasis), 200 miligramos; mezcalina, 1 gramo; peyote, 1 kilogramo; psilocibina, (concentrada, pura, ingrediente activo), 100 miligramos; hongos alucinógenos (crudos, recién cosechados), 250 miligramos; anfetaminas,100 miligramos; dexanfetaminas, 40 miligramos; fenciclidina (PCP, o polvo de ángel), 7 miligramos; metanfetaminas, 200 miligramos y nalbufina (opiato sintético), 10 miligramos.

Esto no quiere decir que hay que continuar esta inercia, sino que no podemos seguir intoxicando a México, especialmente a sus adolescentes y jóvenes.

Según la ONU, entre el 2.8% y el 4.3% de la población mundial entre 15 y 64 años consume marihuana, la droga ilegal más popular del mundo. Sólo en Norteamérica tiene, con Canadá, 12.6% de consumidores, y en Estados Unidos, con 13.7%, a dos de los países que más consumen cannabis en el mundo. México, donde más se decomisa marihuana en el mundo, según las últimas cifras, no supera el 3% de consumo, aunque la tendencia va a la alza, de acuerdo con la ONU.

La marihuana de nivel comercial se vende en Mexico a US $40 la libra, y la importada en Estados Unidos tiene un valor de $400 la libra. Calcular los ingresos del tráfico no es fácil. Los Investigadores estiman, utilizando una gama de suposiciones razonables, que las organizaciones de narcotraficantes mexicanos -que no son pocas- ganan, sólo en el vecino país, entre $1,000 y $2,000 millones anuales en la venta de cannabis en el mercado mayorista estadunidense. Con esto, podemos hacernos una idea aproximada del tamaño del mercado y del negocio.


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