Texto y Foto: Luis Sandoval Godoy
216- ACHAQUES QUIERE LA MUERTE
De verdad que nos estremeció cuando nos dijeron que murió Nacho Ruelas, el cual anduvo ayer todavía en el recreo de las once, como siempre, alegre, lleno de gusto.
Que así sucedió; que en la noche todavía estuvo jugando con sus gatos; luego se hincó, como todos los días, rezó sus devociones, y después se fue a dormir a su cuarto.
Y cuál va siendo la sorpresa de sus padres, cuando a la mañana siguiente lo hallaron muerto. Que su mamá quedó fuera de sí, hecha un estrujante y doloroso gemido.
¿Por qué se porta así la muerte?… Porque a veces llega en golpe repentino, actuando como el ladrón, que no avisa a sus víctimas. Lo han dicho así: achaques quiere la muerte.
217- A VER QUÉ SUERTE NOS TOCA
Tenemos que acordarnos que nuestra vida está en las manos de Dios; que las cosas que nos suceden, desde la eternidad están registradas en sus soberanos designios.
Acá nos hacemos tontos, dizque adivinando señales, que nomás hablan de nuestra ignorancia, y hasta queremos que los signos del Zodíaco digan cómo va a ser el Año Nuevo.
La suerte misteriosa, las cartas en sus enigmas, las manchas del café… Ahí andamos inquietos y llenos de ansiedad, tratando de averiguar qué cosa nos vendrá en suerte.
Dios voltea a vernos y se sonríe, nos tiene lástima, se compadece de nuestra falta de Fe, pues olvidamos que en Él y por Él existimos; que su Providencia amorosa nos cuida.
218- AVIENTA LA PIEDRA Y ESCONDE LA MANO
El Chuchín es un auténtico diablo: salidor y bromista, juguetón y alburero como no hay otro. Y a veces, en la escuela nos hace desatinar en clase o en el recreo, con diabluras que inventa todos los días.
¡No, qué va!; mira dónde tengo mi mano; acá la traigo en la bolsa; ni modo que yo te esté tirando las piedras que dices que te están cayendo y que por poco te descalabran.
Esos tramposos que todos conocemos, esos amantes de divertirse con los demás y que usan de su hipocresía, que de mil modos se burlan de la buena fe de las personas.
Falsos y mañosos, avientan la pedrada y luego se ponen a ver al otro lado con mirada de ingenua inocencia, como el que no quiebra un plato… y todos los tiene rotos.
219- APUESTO PESOS A TOSTONES
Sí, ése se las sabe, de todas, todas; a ése, nadie le gana una; antes de que uno quiera salir adelante, él ya trae bien asegurado todo lo que puede resultarle en el juego.
Por eso su maniobra está asegurada; él dice que está dispuesto a perder pesos por los tostones que el otro pueda presentarle en la jugada; que para eso trae apunte seguro.
Bueno sería tener esas certezas cuando se trata de jugar el destino eterno; no en vacuidades ni fruslerías de acá, sino en la última definición del hombre en el más allá.
Pensando en la cuenta que se nos pedirá de nuestros actos, es donde importa tener tostones de acá para jugar los pesos de la eternidad, al rendir allá el balance postrero.
220- ALCABO, MUNDO, A´I TE QUEDAS
A veces se nos olvida; nos sucede igual que al tonto del Cuco Talegas; buenazo el muchacho, y bienaventurado, que se pasa haciendo planes y planas juntando sus canicas.
Quiere asombrarnos a todos cuando habla de tiempos infinitos, de edades sin término y de la variedad de juguetes que ha reunido en el montón de cajas que tiene en su casa.
Uno le dice: espérate, Cuco, no gastes tanta saliva ni tiempo en ese afán desordenado de juntar tus desperdicios.
La vida se nos acaba en un ratito: acuérdate que eres polvo.
Igual que lo hace el compañero éste, gastamos la vida en frivolidades, bienes y aplausos, honores y fiestas, y se nos olvida que todo es pasajero; que el mundo a`i se queda.
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