jueves, 14 de enero de 2016

Espiritualidad, una premisa personal

Fe y Razón se complementan

San Pablo-Vaticano

Pbro. Germán Orozco Mora
Mexicali, B.C.

Algunas personas repiten, sin saber, durante la Misa: “Yo no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanar mi alma”. Pero debe decirse: “para sanarme”.
La razón es porque no se salva sólo el alma, sino toda la persona: espíritu encarnado. Algunos esposos se refieren a sus mujeres diciéndoles cariñosamente: “mi alma”. Otras personas llaman a los malvados: “desalmados”.
Para la inteligencia, los libros, la cultura, etcétera; para el cuerpo, las comidas; para el corazón, el amor y el cariño… y para el alma, la espiritualidad.

PAUTAS SEGURAS
Conocedores y Maestros de Espiritualidad: Jesucristo, por sobre todos; los Apóstoles; la Santísima Virgen María; los Santos Padres del Siglo I al VIII (Patrística); los Monjes del Desierto; San Francisco de Asís; Santo Domingo de Guzmán; Tomás de Kempis el Agustino; San Ignacio de Loyola; San Francisco Xavier; San Alfonso María de Ligorio; San Francisco de Sales; Santo Tomás de Aquino; Santa Teresa del Niño Jesús; Santa Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz…
Uno de los tesoros de la espiritualidad es y ha sido La Imitación de Cristo, de Tomás de Kempis, Religioso alemán. Ahí, uno sin experiencia puede confundir la gimnasia con la magnesia, porque continuamente el autor se refiere a los “Ejercicios”, y no precisamente musculares o del gimnasio. Kempis se refiere a los Ejercicios del Espíritu o del Alma.
La forma más práctica y certera de conocer en esencia y verdad la vida espiritual, es acercarse a algún Director Espiritual, como los Sacerdotes del Seminario Diocesano. O pedir asesoría a los Padres Franciscanos, Dominicos, Misioneros del Espíritu Santo, Jesuitas, Salesianos, Claretianos, Agustinos, Xaverianos, Redentoristas, Pasionistas, del Verbo Divino, Carmelitas, Paulinos, Servitas o de alguna Orden o Congregación Religiosa cuyo Fundador sea Santo, Beato o Siervo de Dios, o que tenga claro el camino de la Espiritualidad.
En la Iglesia Católica hemos perdido la costumbre de procurar los famosos “Ejercicios Espirituales de Cuaresma”. Y muchísimas personas demandan y necesitan de la Iglesia descubrir y manejar su vida espiritual.
De visita en el Santuario Mariano de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, en Cuba, no deja uno de admirarse hasta el alma por los regalos que la gente sencilla deja a los pies de la Virgen María. Ernest Hemingway le ofrendó su Medalla de Premio Nobel de Literatura en 1954. Entre los muchos regalos a Nuestra Señora, destacan varias Tesis doctorales (Doctorados) en Ciencias, elaboradas por jóvenes de Baja California Sur, en La Paz, y llevadas con gratitud a la Virgen. Ejemplo de humildad, y constancia de que la Razón y la Fe se complementan.

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