Ecos de reaprehensión de “El Chapo”

Requiere un análisis sereno y objetivo
La inseguridad pública y la recaptura del “Chapo” Guzmán

Dr. Jorge Enrique Rocha Quintero

Hace seis meses, Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, considerado el líder del Cártel de Sinaloa, se escapó del Penal de Alta Seguridad del Altiplano, en medio de una severa crisis política, que dejó en entredicho, una vez más, las capacidades del Estado Mexicano para brindar seguridad a sus ciudadanos.
El viernes 8 de enero se dio a conocer, primero a través de un Tweet del Presidente Enrique Peña Nieto, y después en Conferencia de Prensa, que este personaje, reputado como uno de los criminales más peligrosos del planeta, fue re-aprehendido en un operativo militar. El hecho llegó como un bálsamo para la deteriorada imagen del Gobierno Federal y de su Titular, que con la crisis de seguridad que aqueja al país, se muestra como una buena noticia en medio de un turbulento comienzo del año, sobre todo en materia de economía.

En su justa dimensión
No puede negarse que la re-captura del “Chapo” Guzmán es un logro, a pesar de que en la Opinión Pública quiera minimizarse el acontecimiento y que en las Redes Sociales se puso en duda la veracidad del hecho. Más allá del debate sobre la entrevista que le hicieron al reo la Actriz Kate del Castillo y el Actor Sean Pean, el tema central –desde mi punto de vista– gira alrededor de la pregunta sobre los efectos positivos de esta detención.
Como lo escribí la semana pasada, la experiencia empírica nos dice que el problema de la inseguridad en el país sigue siendo una agenda permanente para los distintos niveles de Gobierno, ya que, pese a este logro, hasta ahora no podemos hablar de avances sustanciales en la materia, y como ya ha pasado desde el sexenio de Vicente Fox Quesada, las aprehensiones de los grandes líderes de los cárteles parece que no merma el proceder y las capacidades de estas organizaciones delictivas.
Desde el gobierno de Felipe Calderón, se ha expresado que el combate contra la delincuencia organizada implica, necesariamente, un abordaje multidimensional; es decir, que el enfrentamiento directo con estos grupos es una de las estrategias que deben de implementarse, pero no es la única; es más, se ha demostrado en el tiempo, que esta manera de enfrentar el problema ha sido claramente insuficiente.
Entre algunos de los asuntos que necesitan resolverse e implementarse para tener un abordaje integral figuran: bajar los altos grados de impunidad en el sistema de justicia; contar con estrategias eficaces para perseguir el “lavado de dinero”; enjuiciar sin distinción alguna a los políticos inmiscuidos en el problema; generar estrategias de desarrollo local en las zonas más empobrecidas del país, y tratar el problema del consumo de drogas como un asunto de Salud Pública y no como un problema de Seguridad, entre otros. Creer que la re-captura del “Chapo” es la solución de fondo para este problema, es un error.

Sobre los bosques de la Ciudad
Un asunto que no podemos dejar pasar es la indignación que ha causado una reciente resolución del Tribunal de lo Administrativo del Estado (TAE), que pide que el Ayuntamiento de Guadalajara otorgue una Licencia de Construcción en una área verde (800 metros cuadrados) en el Bosque de Los Colomos. Tanto el Alcalde tapatío Enrique Alfaro Ramírez como el Gobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz aseguraron que defenderán al bosque y que no permitirán que se empiece a fraccionar dentro de este pulmón de la Ciudad.
Es evidente que a la Zona Metropolitana de Guadalajara le faltan espacios como el Bosque de Los Colomos, así que, además de defender esta área natural, los Alcaldes Metropolitanos y el Gobernador de Jalisco deberían emprender una política pública que implique el respeto irrestricto de estos espacios, que deberían incluir a otras áreas verdes como el Bosque del Nixticuil, por ejemplo. Además, esta política tendría que emprender una intensa labor de reforestación de parques, como en los casos del Parque de la Solidaridad, del Parque Metropolitano, y en los camellones de todas las avenidas de la Ciudad; todo ello acompañado de campañas de concientización y apoyo para que las personas que tienen árboles afuera de sus casas no caigan en la tentación de quitarlos; al contrario, incentivar a que la gente vuelva a sembrar y cuidar árboles en sus calles.
Por otro lado, urge que el Congreso de Jalisco revise y reforme las atribuciones del TAE, y que, sin perder el sentido original de su creación, pueda modificar el sentido de muchas resoluciones que han resultado muy controversiales y han minado la legitimidad de esta Institución.

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