jueves, 14 de enero de 2016

El Papa describe cómo es Dios y pone la Misericordia entre sus principales virtudes

Papa

CIUDAD DEL VATICANO- El Papa Francisco dedicó la Catequesis del miércoles a la “Misericordia”, un asunto sobre el que tratarán también las próximas Audiencias.
La primera Audiencia del año no tuvo lugar en la Plaza de San Pedro, como es habitual, sino en el Aula Paulo VI, para prevenir el frío del Invierno en Roma.
Mencionó que Dios es Misericordioso, lento a la ira, grande en Amor y fiel, y habló sobre cada uno de estos aspectos. Reconoció que tiene “el respiro amplio de la paciencia y la capacidad de soportar.
“Dios sabe esperar; sus tiempos no son aquellos impacientes de los hombres; es como un sabio agricultor que sabe esperar, da tiempo a la buena semilla para que crezca, a pesar de la cizaña”.
Luego recordó que en la Escritura “el Señor es presentado como ‘Dios Misericordioso’. Y éste es su nombre, a través del cual Él nos revela, por así decir, su Rostro y su Corazón”.
El Vicario de Cristo aludió a algunos Versículos de la Biblia en los que se menciona a Dios como “Misericordioso”. “Siempre la insistencia es puesta sobre la Misericordia y sobre el Amor de Dios, que nunca se cansa de perdonar”, dijo.
Según el Romano Pontífice, la palabra Misericordia “evoca una actitud de ternura, como la de una madre hacia su hijo. El término judío usado en la Biblia hace pensar en las vísceras o en el vientre materno. Por ello, la imagen que sugiere es la de un Dios que se conmueve y se enternece por nosotros como una madre cuando toma en brazos a su niño, deseosa sólo de amar, proteger, ayudar; está preparada a donar todo, también a sí misma”, explicó.
Pero Dios también es “piadoso”. “En el sentido de que da la Gracia, tiene compasión, y en su grandeza, se inclina sobre el débil y pobre; siempre está dispuesto a acoger, a comprender a perdonar. Es como el padre de la Parábola del Evangelio de Lucas, en el que no se cierra en el resentimiento por el abandono del hijo menor, sino al contrario, continúa esperándole y después va a su encuentro y lo abraza, no le deja si quiera terminar su confesión (como si le tapase la boca)”, comentó el Obispo de Roma.
Incluso “después va también a llamar al hijo mayor, que está enojado y no quiere festejar; el hijo que ha permanecido siempre en casa pero viviendo como un siervo más y también sobre él el padre se inclina, lo invita a entrar, busca abrir su corazón al amor, para que ninguno permanezca excluido de la Fiesta de la Misericordia.
“Y Pablo dice algo bello: si tú, delante a Él, no eres fiel, Él permanecerá fiel porque no puede renegarse a Sí mismo; la fidelidad en la Misericordia es el Ser de Dios. Y por esto Dios es totalmente y siempre confiable. Una presencia sólida y estable. Es ésta la certeza de nuestra Fe”, concluyó (ACI).

A orar por la conversión de terroristas que han causado 10 muertos en Turquía

CIUDAD DEL VATICANO- El Sumo Pontífice dedicó un recuerdo especial desde El Vaticano hacia las víctimas del terrible atentado yihadista del pasado martes en Estambul (Turquía), en el que perdieron la vida 10 turistas, al menos nueve de ellos, alemanes. Al final de la Audiencia General, invitó a los presentes a orar por las víctimas del atentado.
“Que el Señor, el Misericordioso, dé paz eterna a los difuntos, consuele a los familiares, dé firmeza solidaria a toda la Sociedad y convierta el corazón de los violentos”.
El ataque suicida junto a la Mezquita Azul, en la céntrica Plaza de Sultanahmet, fue cometido por un islamista radical que se hizo explotar. Según las Autoridades turcas, el atentado fue obra del autodenominado Estado Islámico, también conocido como Daesh.
Por la mañana del miércoles, la Policía del país había detenido a varios sospechosos en diferentes ciudades, acusados todos ellos de pertenecer a la organización terrorista y de estar implicados en el atentado.
Además, el martes se detuvo a otros 59 presuntos terroristas en cinco Provincias turcas (ACI).

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