jueves, 20 de agosto de 2015

Unidos por el bien de nuestros niños

marcha 10

Querida Lupita:

Estoy impactada con todos los ataques que han recibido las personas que organizaron y asistieron a la Marcha en Defensa de los Niños. Me parecen increíbles las declaraciones que se hacen en los Medios de Comunicación sobre esta opción ejemplar de ejercer nuestro derecho a expresarnos en un tema tan importante como es éste. Siento miedo; tengo la impresión de que estamos entrando a una nueva etapa de dictadura o algo así. Quisiera que ninguno de ustedes, los que defienden vida y familia desde trincheras de liderazgo, fuera atacado. Cuenten con nuestras oraciones siempre.

Amalia F.

Querida Amalia:
Gracias por tu solidaridad. Esto ha sido el principio de una serie de acciones que debemos llevar a cabo para evitar la imposición de la ideología de género, que pretende destruir instituciones insustituibles y socialmente valiosas, como son el Matrimonio y la Familia.
Los ataques son infundados, y no nos detendrán. Dice la Palabra:
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de Nuestro Señor, sino participa de las aflicciones por el Evangelio, según el Poder de Dios (2 Tim 1, 7-8).
Podemos constatar que la Opinión Pública no es la opinión publicada, y por ello, los ciudadanos nos organizamos para realizar esta manifestación pacífica. El objetivo de la Marcha fue hacer notar a nuestras Autoridades nuestro deseo de que se establezcan políticas públicas para fortalecer a las familias, sabiendo que son el medio ideal para el desarrollo de los niños. La Suprema Corte de Justicia de la Nación pretende redefinir el Matrimonio –en concordancia con la ideología de género–, y las familias le exigimos que se retracte, que respete los derechos humanos universales; los de todos.
No estamos en contra de ninguna comunidad en particular, sino a favor de que los niños se desarrollen en condiciones idóneas. Es innegable que las familias fundadas en la unión de un hombre y una mujer que se aman, se respetan y mantienen una unión comprometida y permanente, ofrecen numerosas ventajas a sus hijos:

1. Sus niños tienen, como media, mejores resultados académicos, más salud emocional y menos problemas de comportamiento.
2. Tienen menos riesgo de fumar, de beber y drogarse.
3. Los adolescentes tienen menos riesgo de implicarse en sexo prematuro.
4. Tienen mayor probabilidad de establecer relaciones sentimentales más sanas y estables.
5. Los papás de estos hogares presentan mayor bienestar psicológico. La depresión, en promedio, aumenta en padres separados o divorciados.
Sabemos que existen:
+ Hogares en los que papá o mamá no están.
+ Hogares en donde priva la violencia y/o las adicciones.
+ Hogares en los que se producen abusos e injusticias.
+Hogares hundidos en una extrema pobreza material, emocional y/o espiritual.
Sin embargo, la ideología de género no traerá bendiciones, sino complicaciones. Si permitimos que se nos imponga, los cristianos no podremos apelar a nuestra objeción de conciencia.
¡Gracias, familias mexicanas, hombres y mujeres valientes que han salido a manifestar sus convicciones, a pesar de la burla mediática que se esperaba!
La Historia de México ha mostrado lo que somos capaces de hacer quienes amamos nuestra identidad. Lo decimos desde estas tierras regadas por sangre de Mártires. Tenemos valores cristianos adheridos al corazón. Queremos transmitir nuestra Fe libremente a las nuevas generaciones. Nuestros gobernantes se están dando cuenta de que, por nuestros hijos y por nuestras convicciones, ¡estamos dispuestos a entregar la vida!

Lupita Venegas Leiva / Psicóloga. Facebook: lupitavenegasoficial

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