jueves, 6 de agosto de 2015

“Granjas” de espirulina, una alternativa de agronegocios

Raro y nutritivo alimento

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La creciente demanda de alimentos sanos plantea redescubrir productos ya consumidos en otras épocas. Un ejemplo: la llamada ‘alga espirulina’, apreciada desde hace tiempo en el medio naturista.
Curiosamente, aunque se le conoce como alga, no lo es. Es una bacteria que tiene forma de espiral al ser vista en el microscopio. De ahí su nombre de alga espirulina. Para valorar su contenido nutricional, baste decir que contiene prácticamente la misma cantidad de proteína que el huevo de gallina (entre toda una gama de nutrientes), aunque su aspecto original de lama verde no lo manifieste.
El Biólogo del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) de la Universidad de Guadalajara, Eduardo Juárez Castillo, expresó que actualmente puede hablarse de un resurgimiento de esta especie como alternativa de fuente de nutrientes y como una oportunidad de agronegocios, sobre todo ahora que hay una tendencia a valorar los alimentos naturales y amigables con la salud.
Refirió que la espirulina en nuestro país tiene un origen que se remonta a las culturas precolombinas, dado que ya era aprovechada en la dieta de los aztecas y otras etnias, que la extraían del Lago de Texcoco.

OPCIÓN VIABLE
Como aportación específica del sector académico, detalló que se dispone de una metodología para enseñar la forma de producirse, mediante un paquete económico y rentable, para quienes se interesen en emprender unidades productivas de diversos tamaños, según las inversiones que se hagan.
Para el caso, pueden establecerse “granjas de algas” con una producción mínima de tres a cuatro kilogramos al mes, que dejarían un buen ingreso a sus interesados, dado que cada gramo tiene un valor comercial, mínimo, de un peso.
A su vez, el Coordinador del Área de Acuacultura de la Secretaría de Desarrollo Rural de Jalisco (SEDER), Luis Robles Briseño, afirmó que la espirulina es una alternativa que puede impulsarse como oportunidad de proyectos productivos. Citó que un ejemplo es el Rancho Ecoverde, que recientemente participó en el Concurso estatal de la Red Nacional de Desarrollo Sustentable (Rendrus).

UN PROYECTO EN MARCHA
Juan Manuel Jiménez Cervantes es quien tiene en marcha una unidad productiva de alga espirulina, y que forma parte del Proyecto de Rancho Ecoverde, ubicado en el Municipio de Ocotlán, donde se produce este microorganismo.
Este productor refirió que, en el segmento del mercado de alimentos naturistas y nutracéuticos, el alga tiene un buen posicionamiento. Tan lo posee, que se importa de países asiáticos un volumen importante de la demanda nacional.
Ilustró que, en el ámbito regional, el producto se cotiza, en fresco, a 1,300 pesos el kilogramo, lo que da un buen margen de ganancia, al obtenerse costos de producción muy inferiores.
También comentó que hay un reto en cuanto a difundir alternativas de las modalidades en que puede consumirse la espirulina, como mazapanes, cápsulas, galletas o polvo combinable en diversos alimentos, como jugos, yogures y licuados, entre otras opciones.
Al momento, resaltó que se ha logrado avanzar en el aprendizaje de la producción, lo que ha supuesto tener el alga en óptimas condiciones, de modo que no se deteriore su estado. Entre sus planes, considera también producir este organismo para usarlo como suplemento para nutrir al ganado.

• Dentro del paquete difundido por el CUCBA, se recomienda tener depósito de crianza del alga de mil litros, lo que genera, cada mes, un promedio de uno y medio kilogramos de producto comercializable. Una granja de dos hectáreas, generaría de 30 a 40 toneladas.
• El cultivo requiere agua de calidad y una nutrición a base de fertilizantes minerales.
• Este Centro Universitario, periódicamente, realiza cursos sobre producción de dicho alimento.

Fuentes: SEDER-CUCBA.

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