Izquierda y derecha, fuertes contendientes históricos
“La Oriental República Charrúa de Uruguay: República por sus sopesadas Instituciones Republicanas, ya casi seculares; Charrúa, por una de las etnias indígenas más significativa en su identidad ancestral; y Oriental, porque para los argentinos era la ‘Provincia cisplatina’ (más allá del Plata), mientras que para los brasileños fuera la ‘Banda Oriental’, es la más pequeña de las Naciones de Sudamérica, indómita y libre por vocación” (Cfr. AGF. ‘Kaleidoscopio de esta América Nuestra’. Cap. XXIV, Págs. 98 y siguientes. Ediciones Católicas, Guadalajara, 2000).
Ciertamente estas Elecciones Presidenciales del 30 de noviembre, por desarrollarse en la República hermana del Uruguay, se caracterizan por un rasgo muy particular: los dos Candidatos que se enfrentan fueron ya, en su momento o quinquenio, Primeros Mandatarios de Uruguay, cada uno de ellos apoyado por su respectivo Partido. Enfrentamiento franco y reiterado. Son ellos: Luis Alberto Lacalle de Herrera, del Partido Nacional, que fuera Presidente de 1990 a 1995, a quien le tocó la aprobación, con Argentina, Brasil y Paraguay, de la creación del MERCOSUR, pieza clave de intercambio comercial, y quien en verdad consolidó al país cuando habían pasado ya los años de turbulencia política agria de 1968.
Por otra parte, su contrincante en esta segunda vuelta será Tabaré Vázquez Rosas, con todo su historial de lucha política; miembro relevante del Partido Izquierdista ‘Frente Amplio’. Cuenta hoy con el 46% de los votos de la Primera Vuelta. En 2005 fue el primer Candidato Presidencial de izquierda que compitió, triunfó y gobernó, de 2005 a 2010. Durante su gestión mejoró la economía; bajó la tasa de desempleo; los salarios reales aumentaron y el PIB creció. Más aún, las investigaciones sobre los desaparecidos se iniciaron formalmente.
Los dos, hoy día, se ciñen a la Corte Electoral de Uruguay y su veredicto. (Un punto destaca: el Frente Amplio es el Partido del popular Mandatario actual ‘Don Pepe’ Mújica Cordano, cuyas reformas: despenalización del aborto; matrimonio homosexual; regularización de la marihuana, podrían estar bajo la lupa de la observación en el próximo período gubernamental).
I-RASGOS PARTICULARES
DEL GOBIERNO URUGUAYO
La Constitución vigente data de noviembre de 1966; fue revisada en enero de 1997. De ella se desprende su específica forma de Gobierno: no son sexenios ni cuatrienios, (como en México o Estados Unidos) los períodos presidenciales, sino quinquenios. Hay reelección, como en este año 2014, específicamente. Existen dos cargos ejecutivos: Presidente y Vicepresidente, electos por voto popular. El Vicepresidente es, a su vez, Presidente del Congreso o Asamblea. Existe un Consejo de Ministros (instancia propia) integrado por 13 miembros. La Asamblea General se compone de 30 Senadores y de 99 Diputados.
Hay una Corte Suprema de Justicia (de cinco miembros), cuyos Jueces, nótese, son nombrados por el Presidente en turno; pero ‘son elegidos’ por la Asamblea General (buen equilibrio), cada 10 años. Además, opera un Tribunal Autónomo de lo Contencioso. Las Autoridades Departamentales son elegidas por sufragio. No existen los Estados políticos como división geográfica.
II-HITOS HISTÓRICOS PARA ENMARCAR LA REALIDAD
Hay que caer en cuenta de que los hitos (momentos significativos como ‘parteaguas’) del devenir histórico de Uruguay son muy suyos; propios de su Pueblo-Nación. (Nuestros Pueblos-Países son, en verdad, en su destino, desarrollo, consolidación; en su libertad conquistada y decisiones, muy parecidos a nuestro crecimiento personal de cada quien). El de Uruguay es único e irrepetible; desde su muy especial territorio geográfico y su delimitación fronteriza tan disputada a través de varios siglos; desde la Conquista y la Colonia hasta su nacimiento como Nación Libre Oriental y Charrúa.
Étnicamente, su mestizaje vivió cauces originales de su pueblo. Tal vez por eso fue la ‘Banda Oriental’ indómita. Sus etnias indígenas: Charrúas, Chanás y los mismos Guaraníes, fueron señores de su territorio, con su ‘Taita’ o jefe nato (sin estado propiamente tal). Los primeros exploradores, más que Conquistadores, fueron Cartógrafos, como Juan de la Cosa y el mismo Américo Vespucio, y especialmente, Juan Rodríguez, explorador del Uruguay y su cauce fluvial. Peculiares son los propiamente gauchos-charrúas en conjunción vital.
El tardío Virreinato de Buenos Aires y su dominio en 1776, hasta llegar a la Independencia. Su Cabildo, con la clarividente figura de José Artigas, Padre de la Patria, y su amigo entrañable, decía el Prócer, el Padre Enríquez de la Peña, promotor del Congreso de las Cruces, pieza decisiva en la forja nacional, y su defensa patriótica ante los invasores avaros. Tal vez por todos esos hitos de su proceso histórico sea Uruguay tan peculiar en su definición de Estado Soberano, Unitario y Representativo, como se identifica ante el mundo. ¡Vaya perfil propio!
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