lunes, 24 de noviembre de 2014

El saludable huevo, contra su mito del colesterol

De la Creación a tu mesa Gn 1, 29-31


Delacasta


En 1973, la Asociación Americana del Corazón recomendó limitar la ingesta de huevos a un máximo de tres por semana, debido a que su consumo podría aumentar el riesgo cardiovascular; sin embargo, ya en su revisión del año 2000, declaró que «el colesterol procedente de los huevos no supone un riesgo añadido para padecer enfermedades cardiovasculares, permitiendo recomendar la toma de un huevo al día, en lugar de la recomendación previa».

Estudios han evaluado que la ingesta de huevos y la enfermedad cardiovascular no tienen ninguna asociación.

Lo que aumenta el colesterol no es el huevo en sí, sino “el cómo lo preparas“, ya que la mala costumbre de dejar requemar los aceites en los que son cocinados o fritos, son los causantes del aumento de colesterol, y por lo tanto, de enfermedades cardiovasculares.


Los huevos son, en realidad, muy nutritivos

Contienen Vitaminas: A, D, E, B1, B2, B6, B12. Minerales: Hierro, Zinc, Calcio, Yodo, Selenio. Además, son fuente de COLINA, un nutriente indispensable que mantiene las membranas celulares; participa en las conexiones entre células; es indispensable para la transmisión del impulso nervioso; participa en el transporte y metabolismo de grasas, y reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Junto al ácido fólico, interviene en los procesos del desarrollo del sistema nervioso durante el embarazo, y es el responsable de la función de la memoria y la habilidad de aprendizaje.


¿Sólo las claras?

¡No! La yema contiene la mayor cantidad de los nutrientes, como la luteína, que es importante para la salud de la vista, pues previene la degeneración propia del envejecimiento.

La clara contiene aminoácidos esenciales (debemos comerlos, ya que el organismo no los fabrica).


¿Cómo los cocino para aprovecharlos al máximo?

Revueltos o estrellados

Tienes, primero, que lavar los huevos, y luego, en una sartén ¡sin precalentar!, romperlos y revolverlos con un poco de aceite y un poco de sal; después, encender el fuego a nivel bajo, y esperar a que estén a tu gusto.

Si te apetece tomarlos revueltos con alguna verdura (ejotes, espinacas, champiñones, etc.), no uses aceite, sino primero, en una sartén pon un poco de agua, vierte las verduras, tápalas y cocínalas a fuego bajo, y ya que estén cocidas, agrega el huevo y la sal. Así, evitaras requemar las grasas y volverlas perjudiciales para tu salud.


Usa la cáscara para fortalecer huesos y articulaciones

Lava muy bien un huevo sin abrir y sin que tenga grietas; déjalo reposar durante 24 horas en el jugo de un limón grande y bien exprimido (puedes voltear un poco el huevo para que se “empape” bien). Transcurrido el tiempo, tira el huevo. El jugo que quedó, divídelo en tres tomas, que harás durante los próximos tres días, en ayunas. Esto puede hacerse cada tres meses.


Ensalada de huevo cocido

Ingredientes (2 porciones):

3 huevos cocidos, cortados en rodajas.

2 ramas de apio, picadas finas.

3 papas cocidas, en cubos.

Sal y pimienta, al gusto.

¼ de taza de vinagre de

manzana.

¼ de taza de crema.

½ taza de mayonesa.


Procedimiento:

Mezcla y deja reposar por 15 minutos el vinagre, la crema y la mayonesa. Vierte esta mezcla sobre los demás ingredientes en un tazón; sal y pimienta, al gusto.


Guisado huevos “naranjas”

Ingredientes (2 porciones)


2 huevos. |

2 dientes de ajo, prensados.

½ cebolla chica, picada.

1 jitomate saladet, picado.

½ zanahoria, picada y cocida.

1 chile morrón chico, color na ranja, picado.

1 cucharada de aceite.

Sal, al gusto.


Procedimiento:

En una sartén a fuego bajo y tapada, mezcla el jitomate, la cebolla, el morrón y el ajo. Una vez cocida la mezcla, agrega el huevo, el aceite, la zanahoria y la sal.


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