jueves, 27 de noviembre de 2014

Justo Homenaje

La Archivística, trascendental labor

“Los documentos son para leerse, no para guardarse”


La Universidad de Guadalajara rindió un homenaje a la Maestra Glafira Magaña Perales, Asesora Técnica del Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Guadalajara.


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Rebeca Ortega Camacho


El viernes 21 de noviembre, la División de Estudios Históricos y Humanos y el Departamento de Historia de la Universidad de Guadalajara rindieron un homenaje a la Maestra Glafira Magaña Perales por su dedicada Carrera en los campos de la Docencia y la Archivística.

Se trata de un reconocimiento a su significativa sensibilidad para atender las necesidades de investigadores y alumnos del campo de la Historia, así como por su brillante trayectoria profesional dentro de esta especializada actividad de la Archivística.

Para este homenaje se invitó a Doctores, Maestros e Investigadores, quienes sólo tuvieron palabras de agradecimiento, respeto y admiración a la Maestra Glafira, cuyo trabajo, aunque silencioso, reviste una amplia trascendencia.


Algunos testimonios

La Doctora Lilia Victoria Óliver Sánchez señaló: “Gracias a su trabajo y a su amor por los documentos, como Agentes de la Historia hemos tenido la posibilidad de conocer una buena parte de nuestro pasado”.

El Doctor David Carbajal López, Jefe del Departamento de Historia, expresó: “Esta tarde es para celebrar la inteligencia y generosidad que caracterizan a una Investigadora, a una Archivista, a una colega que siempre ha estado ahí para escucharnos y orientarnos, para abrirnos las puertas no sólo del Archivo de la Arquidiócesis, sino también de su corazón”.

También intervinieron los Maestros Francisco José Zamora Briseño y Cristóbal Margarito Durán Moncada para exaltar las virtudes profesionales de la homenajeada. Por su parte, la Maestra Evelia Hernández Bermejo, del Instituto Cultural Ignacio Dávila Garibi, destacó cuatro de ellas: valentía, sabiduría, prudencia y entrega.

A su vez, el Maestro Raúl Armando Romero Esquivel, Jefe de la Biblioteca del CUCSH, la describió como “la organizadora de la memoria escrita del hombre”. Y por último, concluyó el merecido homenaje con las palabras laudatorias del Doctor Juan Arturo Camacho Becerra.


Archivista de vocación

Originaria de Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco, la Maestra Magaña emprendió sus estudios iniciales enfocados a la docencia, estableciendo lazos de amistad con los Hermanos Maristas, quienes la invitaron a tomar Cursos de Técnicas Pedagógicas, muy valoradas en la época, mismas que le abrieron las puertas en la Ciudad de México.

Al término de sus estudios universitarios en Historia, una enfermedad la atacó; pero, repuesta y con renovado ánimo emprendió un viaje a China con Especialistas en Antropología. Cuando regresó, al tiempo que entablaba una lucha contra el cáncer, comenzó su trabajo en el Archivo General de la Nación.

Se incorporó de lleno a estas áreas, donde realizó la ardua tarea de rescate y el tratamiento de Archivos Eclesiásticos y Civiles de todo México.

En 1994, por invitación del Gobernador de Tlaxcala, José Antonio Álvarez Lima, se hizo cargo del Archivo del Estado, lo cual aceptó con dos condiciones: “que no le pusieran un superior que no conociera en qué consistía el trabajo de un Archivista, y que dispusiera de recursos suficientes; es decir, las condiciones mínimas para emprender un trabajo profesional y serio”. Por ese trabajo específico se hizo acreedora a la Mención Nacional: “Mérito Archivístico del Año”, por los logros evidentes en tan sólo cinco años de labores.


Trotamundos

Foto 1En su espíritu se encuentra el afán de conocer el mundo: a los 15 años, viajó a Los Ángeles, California, lo cual fue el inicio de su afán por saber cómo eran las cosas en otros espacios. Al paso de los años, ha visitado ciudades de China, India, Japón, Argentina, Bolivia, Uruguay, Paraguay, Turquía, Grecia y otros países europeos.


Su labor en el Archivo Histórico de la Arquidiócesis

de Guadalajara (A.H.A.G.)


Para el año 2000 se trasladó a Guadalajara a hacerse cargo del A.H.A.G., tarea que le encomendó el Cardenal Arzobispo Juan Sandoval Íñiguez. Ahí tuvo que rescatar los paquetes de documentos que estaban ubicados en bodegas de la Catedral, para situarlos en su actual sede, la Casa del Ave María, localizada en la céntrica calle de Reforma.

El trabajo de organización partió de cero; es decir, identificó de manera sumaria todo el acervo, lo que le llevó más de un año de labores, debido a que lo hizo en compañía de un solo auxiliar; luego pasó a la clasificación y ordenamiento; trabajo que continúa hasta la fecha.

Sin embargo, un punto que habla bien de sus generosos principios y valores es el referente a que, una vez que consolidó esa primera organización de la documentación, pidió a sus Superiores que el archivo fuera abierto al público, porque, como Historiadora, tenía plena certeza del enorme valor de la documentación resguardada y que debía compartirse. A este respecto, es necesario reconocer que fue el primer Archivo Eclesiástico de México que se abrió al público de la forma en que lo hizo éste: sin mayores restricciones de acceso a su rica y variada documentación.

Gracias a sus afanes, se han logrado recuperar documentos sobre el Patronato Indiano y se encontró el Libro Número Uno del Cabildo Eclesiástico, de 1552, que es de los más antiguos que posee su patrimonio.

Los Maestros de la UdeG afirmaron que, a partir de esto, se ha incrementado la cifra de Tesis fundamentadas en Archivos de la Arquidiócesis de Guadalajara.

Con palabras de agradecimiento por este reconocimiento, la Maestra Magaña Perales indicó: “El mejor homenaje es ver a los estudiantes, que llegan con gran confianza a preguntar a la Archivista dónde se puede buscar tal o cual documento. Me siento anonadada por este reconocimiento porque, en realidad, lo que he hecho ha sido muy satisfactorio para mí; hago mi trabajo con mucho gusto, y nunca he pensado fallar en lo que hago, y seguiré haciéndolo con todas las fuerzas que tenga, hasta el último momento”.



¿Qué se hace en un archivo?

En un archivo se barre, se sacude, se fumiga; pero también se organiza, se arregla y se clasifica la documentación y, eventualmente, se hace investigación.



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