Premios Nóbel de la Paz
“La Fundación Nóbel: ‘Nobelstifttelsen’, en el original sueco, fue creada en 1896 en virtud de la disposición testamentaria de Alfred Nóbel, Ingeniero Químico; inventor e industrial sueco (1833-1896), dedicado, irónicamente, al estudio de los explosivos, quien por propia voluntad dispuso que su fortuna y rentas premiaran a personas o instituciones que hubiesen realizado el descubrimiento o la obra idealista, más notable, por la hermandad de los pueblos” (Cfr. Diccionario Enciclopédico Espasa. Tomo XVII. Pág. 311).
Dos veces específicamente, a través de los años de Bitácora, hemos tocado el Premio Nóbel. Hoy pretendemos consignar a los Premiados de nuestra América con el Nóbel de la Paz, a través ya de dos siglos: 1901-2014. El listado no es una mera mención, sino quiere ser una más duradera consignación honorífica que resalte su memoria. No distinguimos ni juzgamos méritos; los enaltecemos por igual como reconocimiento póstumo. Algunos nos parecieron lejanos y aun desconocidos; otros, más cercanos en nuestro devenir histórico. El espigamiento de sus nombres fue una cansada pero satisfactoria labor; y más aún, darlos a conocer.
I-SENCILLO, PERO ELOCUENTE ENLISTADO DE LOS MERECEDORES
El orden de los mencionados es cronológico por el año de su premiación, en cuanto pudimos rescatar las fechas: 1°, en 1904, al Tribunal de Derecho Internacional y sus implicaciones en América al iniciar el Siglo XX. 2° En 1904, también a Teodoro Roosevelt, Presidente de Estados Unidos, por su política precisa. 3° En 1919, a Woodrow Thomas Wilson, Presidente de Estados Unidos, de gran sensibilidad religiosa, voluntad política reformista, y defensor de la neutralidad. Presentó 14 Puntos en Versalles para la Sociedad de Naciones (después sería la ONU).
4° En 1936, a Carlos Saavedra Lamas, Ministro de Relaciones Exteriores de Argentina. Presidió la Asamblea de la Sociedad de Naciones, y pugnó por la Paz en la Guerra del Chaco. 5° En 1945, a Cordell Hull, Estadista norteamericano, Secretario de Estado, con Franklin Delano Rooseevelt. Apoyó la formación de la ONU, para la Paz. 6° En 1953, al General George C. Marshall, de Estados Unidos, con su carisma en momentos clave de la II Guerra Mundial. 7° En 1954, a la Comisión de Refugiados de la ONU. Muy merecido.
8°. En 1962, a Linus Carl Pauling, por su lucha contra las armas nucleares. Caso especial, pues ya había recibido el Nóbel de Química por sus aportaciones en la Universidad de San Diego, y por ser merecedor del Premio Lenín de la Paz en 1970. 9° En 1963, al Fondo Internacional de Emergencia de la ONU para la Infancia. Específicamente, por sus trabajos en América. 10° En 1964, al Reverendo Dr. Martin Luther King, de la Unión Americana, por su labor pacifista ecuménica. De figura insoslayable, heroica hasta su trágica muerte.
11° En 1973, a Henry Kissinger, figura internacional, Secretario de Estado de la Casa Blanca. 12° En 1979, a Adolfo Pérez Esquivel, de Argentina, defensor incansable por los Derechos Humanos, Fundador del Movimiento ‘Justicia y Paz’. 13° En 1982, a Alfonso García Robles, “de México para el mundo”, por todas sus gestiones y planteamientos de argumentación. Premio ganado a pulso, y a mucha honra. 14° En 1987, al Presidente de Costa Rica, Óscar Arias Sánchez y su labor por toda Centroamérica y en las reuniones de Esquipulas, en años complicados.
15° En 1992, a la Sra. Rigoberta Men-chú Tum: Indígena convencida de su misión; dirigente en Guatemala; de familia campesina, de la etnia Maya-Quiché. Su padre, D. Vicente, fue Fundador del “Comité de Unidad Campesina”, muerto en 1980, cuando la toma a la Embajada de España…Su madre y su hermano fueron torturados y asesinados por el Ejército. Ella presentó sus denuncias y la Defensa de los Derechos Humanos. Obligada a exiliarse a México tras la muerte y martirio de Monseñor Ricardi, Obispo Auxiliar de Guatemala, en 1998. (NB. No podemos dejar de consignar la honra que tuvimos de tratarla como co-padrinos de una Generación del Instituto de Ciencias Religiosas, el ICRO, en los Cursos en la Casa Provincial de los Hermanos Maristas, aquí en Guadalajara). Vivencia única por sus “confesiones y consejos”. Premio Nóbel de la Paz, merecidísimo a pulso y sangre… Y en su tarea pacifista por “su contribución a la Justicia Social y la reconciliación entre los diferentes Grupos Étnicos”, rezaba el Pergamino.
16° En 2007, a Albert Gore, Vicepresidente de Estados Unidos, por su lucha ante el Cambio Climático, y su Texto: “Una verdad indiscreta”. Sus denuncias y sus propuestas.
Apenas un Resumen-Sinóptico como Cuadro de Honor a quienes Honor merecen.
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