No cabe duda: la Naturaleza depara todo tipo de sorpresas. Y es que la libido de algunos bichos depredadores del maíz se convierte en una trampa mortal en su contra mediante el uso de las feromonas, las sustancias que cada especie biológica segrega para varios fines, entre ellos el intercambio sexual.
Es por eso que las feromonas otra vez se pusieron de moda en la agricultura sustentable del maíz, debido a los beneficios económicos y ecológicos que aportan, puesto que se utilizan como sustancias que contrarrestan la proliferación de plagas muy agresivas contra este cereal, como el gusano cogollero y la gallina ciega.
Dichas sustancias, al permitir el ahorro de grandes cantidades de insecticidas químicos, son benéficas para el equilibrio del medio ambiente, como también para el bolsillo del agricultor.
El Ingeniero Agrónomo de la Secretaría de Desarrollo Rural de Jalisco (Seder), Doroteo Caro Valderrama, explicó que las feromonas, al ser sustancias que estimulan la libido de los organismos machos, son utilizadas en trampas como señuelo que permite la captura de los bichos, los cuales posteriormente mueren atrapados al contacto con una solución jabonosa. Y es así como se inhibe la propagación de las plagas en las parcelas de maíz.
Para ilustrar los beneficios de las feromonas, Caro puntualizó que cada macho, al fecundar a las hembras, genera 1,350 huevecillos que luego infestan los terrenos de cultivo, por lo que al eliminarse los machos se reduce drásticamente la proliferación de insectos dañinos.
Procedimiento comprobado
Detalló que las trampas donde se capturan los machos dejan, después de los muestreos, un volumen que va de 17 a 120 machos capturados, lo que revela los resultados positivos de esta técnica de control biológico de las plagas, según se ha mostrado en estudios documentados del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP).
Tales investigaciones constatan que las feromonas traen consigo ahorros mínimos de 30 a 40 por ciento en los costos de adquisición de insecticidas. En este sentido, se consigna un ahorro de 900 a 1,200 pesos por hectárea, un monto importante de recursos en favor del productor, si hablamos de un contexto económico exigente como el actual.
El funcionario estatal recordó que esta técnica del uso de las feromonas forma parte de las alternativas del Programa de Modernización Sustentable de la Agricultura (Masagro) para inducir la reducción de costos de la producción, entre otras herramientas. Masagro se aplica actualmente en 20 Municipios rurales de Jalisco.
El Agrónomo puntualizó que el empleo de las trampas con feromonas forma parte del enfoque del llamado manejo agroecológico, que es distinto al empleo intensivo de agroquímicos de la agricultura comercial.
Hizo notar que el manejo agroecológico, por su ataque selectivo a los insectos perjudiciales, mantiene el objetivo de favorecer la biodiversidad natural, lo que supone estimular la presencia de los insectos benéficos que son depredadores naturales de las plagas nocivas.
EL DATO
Las feromonas ya son comercializadas de manera sintética por varias firmas comerciales y suponen sustancias específicas para cada insecto que se pretende controlar, no exterminar.
En el campo mexicano hay 60 especies de insectos que atacan al maíz.
Otras feromonas se utilizan contra el picudo del agave y los descortezadores forestales.
Entre las especies de insectos benéficos figuran las avispillas de los géneros Chelonus y Campoletis.
Al empleo de feromonas se añaden otras herramientas encaminadas a favorecer el uso sustentable de los suelos agrícolas y el cuidado del agua dentro de la agricultura sustentable.
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