CARMELO LENGO
Con el Advenimiento del Esperado,
Debemos renovar nuestro anhelo y
Sentimiento de que cese la violencia:
Es, sin duda, un grande aliento,
Luz en tenebrosas vías,
La llegada en estos días,
De temporada de Adviento.
Como regalo y primicia,
No perdamos la esperanza,
Se celebre nueva alianza,
Entre la Paz y la Justicia.
Dicen que ahora sí Peña Nieto ha
Dado a conocer, con exactitud, el
Monto de sus bienes y patrimonio:
Para no causar más daños
Al ambiente enrarecido,
Cuentas claras ha rendido,
Por fin, después de dos años.
Cuánto tiene el Presidente,
Será un alivio y consuelo
A quienes sufren un duelo
O pobreza permanente.
Irrita ver que frente a una mayoría
Agraviada y desilusionada, se alce
Minoría ostentosa de privilegiados:
Dinero no les alcanza,
Escuchan siempre lo mismo,
Muchos tienen pesimismo
Y alientan desesperanza.
Frente a ellos, optimistas,
Pocos viven muy contentos,
Ya sean pillos opulentos
O ricos capitalistas.
Ahora sí, Gobierno advirtió que va
A meter en cintura a los camioneros,
Pues no les tiene miedo; ellos tampoco:
No deja de conmover
Que este Gobierno reporte,
Que a empresarios del transporte
Ha dejado de temer.
Esa amenaza precisa,
Y ese amago tan severo,
En el gremio camionero
Produjo ataques de risa.
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