jueves, 13 de noviembre de 2014

Mi novio es divorciado

Querida Lupita:


Tengo una gran duda. Era católica de costumbre hasta hace un año, en que, dentro de una crisis emocional, corrí hacia el Santísimo y tuve un magnífico encuentro con Dios. Cambié muchos aspectos de mi vida y lucho cada día por ser mejor cristiana. Mas, ahora mi duda es por mi relación de pareja. Mi novio es divorciado; tenemos tres años de relacionarnos; es el ser más maravilloso que he conocido, y me hace muy feliz. Él se casó cuando tenía 18 años con alguien mayor; no duró mucho su matrimonio y no tiene ni idea qué fue de su esposa. Ahora tiene 34 años y hablamos de formar una familia. Lo amo, y me haría muy feliz eso, pero no quiero condenarme. ¿Por qué no podremos casarnos por la Iglesia? ¿Ya no podré comulgar? ¿Qué debo hacer?


Rebeca W.


Imagen desde el corazón


Muy estimada en Cristo, Rebe:
La Iglesia nos muestra su comprensión y acompañamiento para esta delicada situación respecto a los divorciados y vueltos a casar que quieren sinceramente formar parte de ella, sin ser señalados ni juzgados.

En su discurso conclusivo del Sínodo Extraordinario de los Obispos sobre la Familia, el Papa Francisco habló de algunas tentaciones que experimentamos frente a estas realidades humanas. Entre otras, mencionó las siguientes:

- La tentación de descender de la Cruz para contentar a la gente, y no permanecer, para cumplir la Voluntad del Padre.

- La tentación de ceder al espíritu mundano, en vez de purificarlo e inclinarlo al Espíritu de Dios.

- La tentación de descuidar el “depositum fidei”, considerándose no custodios, sino propietarios y patrones de la Verdad revelada en y por Cristo.

Debemos recordar que quien establece la indisolubilidad del vínculo matrimonial es Jesucristo, y es necesario reconocer que el ideal de vida para todo ser humano es nacer y crecer en el seno de una familia, en donde papá y mamá se aman y le aman.

Sin embargo, sabemos que el ateísmo práctico en el que vivimos actualmente ha provocado muchas uniones que no son Sacramento válido. El Papa Benedicto XVI dijo al respecto:

“La Iglesia no puede hacer otra cosa que atenerse a la enseñanza de Cristo, quien se ha expresado con absoluta claridad respecto a la indisolubilidad del matrimonio.

Pero la Iglesia sí tiene el poder de especificar qué condiciones deben cumplirse para que un matrimonio sea considerado como indisoluble según la enseñanza de Jesús. Cuenta con el llamado “privilegium paulinum”, cuando admite la disolución de un matrimonio no sacramental”.

El camino a seguir, en tu caso, es acudir al Tri- bunal Eclesiástico e investigar si el matrimonio de tu novio es nulo. Si es así, sigue adelante con tus planes de matrimonio y formen una familia al estilo de Dios.

Pero si su matrimonio existe…fortalece tu relación con ese Dios al que quieres agradar y que te ama tanto. Él te dará las virtudes necesarias para hacer la elección debida. La Autora del Libro “Amnesia del Evangelio”, Luma Simms, es una conversa que hoy defiende la enseñanza de la Iglesia respecto al matrimonio. Ella dice que el mismo día en que su alma se convirtió al Catolicismo, descubrió que no podría recibir la Comunión por ser una mujer divorciada y vuelta a casar; sin embargo, no dudó en formar parte del Cuerpo Místico de Cristo.

Como ella, los divorciados vueltos a casar deben saber que la Iglesia no los juzga, sino que los acoge comprendiendo el dolor que ha implicado su situación, y les invita a hacer Comuniones Espirituales, recibiendo sinceramente a Cristo en su corazón.


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