Daniel León Cueva
En este año se cumplirán 160 del natalicio de este gran Santo latinoamericano, originario de Ecuador, y el Colegio que lleva su nombre en Guadalajara, muy pronto habrá de conmemorar 70 años de benemérita labor educativa.
Los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Lasallistas, por haber sido fundados por San Juan Bautista de Lasalle), cuando decidieron venir a América Latina, su primera Escuela la fundaron precisamente en la Ciudad de Cuenca, Ecuador, donde Francisco (su nombre de pila) se inscribió como primer alumno.
Durante 40 años, el Hermano Miguel, ya con ese nombre como Lasallista, desplegó una admirable tarea de enseñanza en Quito, y también editó textos escolares que llegaron a ser modelo para el aprendizaje en todo su país y en otras naciones, además de haber aportado métodos muy didácticos para la Catequesis. Sin embargo, el anticlericalismo de los liberales clausuró las Escuelas de inspiración católica y exilió a muchos sabios Maestros, sobre todo Religiosos.
De hecho, Miguel Febres fue expulsado de su Patria en 1907 y vivió en Francia, Bélgica y España, donde feneció el 9 de febrero de 1910, a causa de una aguda pulmonía. Sus restos fueron reinhumados en Ecuador.
El Papa Paulo VI lo beatificó el 30 de octubre de 1977, y lo canonizó Su Santidad Juan Pablo II el 21 de octubre de 1984.
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