Bienvenido en el nombre del Señor
Monseñor José Francisco González González asumió la titularidad de aquella Diócesis del Sureste mexicano, el miércoles 12 del presente mes. Dos días de intensa actividad pastoral marcaron el inicio de su ministerio. Entre sus primeras acciones episcopales destacó la visita a los Decanatos para conocer su nueva realidad.
Sonia Gabriela Ceja Ramírez y Ana Alcaraz Fletes
Enviadas Especiales
La mañana del 13 de diciembre 2013 la Iglesia de México se despertó con la noticia de que Monseñor José Francisco González, entonces Obispo Auxiliar de Guadalajara, había sido designado por el Papa Francisco como el décimocuarto Obispo Residencial de Campeche, Diócesis creada en 1895, y que para esa fecha contaba aún con cinco Obispos Eméritos, de los cuales Monseñor José de Jesús García Ayala, quien falleciera el 15 de enero a sus 103 años, era considerado el Prelado más anciano de la Nación y de América Latina, y uno de los más longevos del mundo.
Los preparativos se iniciaron anunciando que la Toma de Posesión de Monseñor González sería el 12 de febrero de 2014; es decir, casi transcurridos los 60 días que el Código de Derecho Canónico marca como plazo máximo, una vez que es publicado el nombramiento.
La fecha llegó, y así, el martes 11 de febrero, alrededor de las 8.30 de la mañana, el flamante Obispo entró a su Diócesis por Ciudad del Carmen, donde fue recibido por el Gobernador de Campeche, Fernando Ortega Bernés, así como por cientos de fieles, muchos de ellos niños, que se dieron cita en el Aeropuerto para recibirle con singular alegría.
En la Isla de Ciudad del Carmen presidió la Eucaristía en el Santuario de Nuestra Señora del Carmen e inició luego un largo camino hacia la capital campechana, y como era su deseo, recorrió cinco Municipios, bordeando la costa, para encontrarse con los fieles que desde ahora forman parte de su rebaño.
En el corazón de la Diócesis
Así pues, el Obispo, originario de Yahualica, Jalisco, visitó Isla Aguada, Sabancuy, Chenkón, Champotón, y Ceibaplaya, hasta llegar al Seminario de San José en la Capital de Campeche, donde ya lo aguardaban los Seminaristas y el Presbiterio Diocesano, y recibió la bienvenida por parte del Padre Wílbert Palomo Carrillo, Rector de esa Casa de Formación.
En el Seminario, el Dignatario Eclesiástico se dirigió a la Capilla para rezar Vísperas. Ahí bendijo al Gobernador y a su esposa Adriana, quienes en fecha reciente celebraron 25 años de vida matrimonial.
En ese lugar le esperaban el Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara y Presidente de la Conferencia del Episcopado de México, así como los Obispos: José Leopoldo González González, Auxiliar de Guadalajara, y Óscar Roberto Domínguez Couttolenc, de Ecatepec. También, algunos de sus familiares, entre ellos su hermano el Presbítero Juan González.
Al término de la Celebración Litúrgica, el Obispo se trasladó al comedor del Seminario y se le ofreció una cena a base de suculentos platillos regionales.
Cabe resaltar que durante todo su día de actividades, el nuevo Pastor Diocesano estuvo acompañado del Nuncio Apostólico en México, el Arzobispo francés Christophe Pierre.
El Seminario de Campeche
El Padre Wílbert Palomo Carrillo, quien asumió la Rectoría del Seminario de Señor San José en Campeche desde hace aproximadamente cinco meses, siendo uno de los últimos nombramientos que otorgó el Obispo Ramón Castro antes de concluir su labor pastoral en esa Diócesis del Sureste mexicano, manifestó que “El Seminario de Campeche cuenta con Secundaria, cuya Casa está en Ciudad del Carmen; con Preparatoria, en Campeche; el Curso Introductorio en la Ciudad de Calkini, cerca de Mérida, y las últimas dos etapas, Filosofía y Teología, aquí en Campeche. Tenemos algunos Seminaristas en Año de Servicio Pastoral; otros, estudian en Roma, y en total suman 102 Seminaristas”.
Respecto a las labores de Promoción Vocacional, el Rector afirmó que, durante el fin de semana, tres Seminaristas se dedican de tiempo completo a esta labor: “Visitan las Parroquias, dan pláticas a los acólitos, acompañan a los Seminaristas en Familia, aquellos que por alguna particularidad no pueden ingresar aún a las Casas del Seminario y que son asesorados para privilegiar y sostener su proceso de discernimiento”.
Durante los últimos años, el Seminario de Campeche ha experimentado una tendencia hacia el enriquecimiento respecto a las vocaciones: “Hemos tenido un aumento, relató el Padre Wílbert, lo cual es significativo particularmente ante la realidad del mundo actual. Tenemos Seminaristas originarios de Campeche, pero también de muchos otros lugares, que vienen con el ánimo de formarse para una Diócesis que requiere de Sacerdotes.
“En los últimos seis años, pasamos de ser 70 Sacerdotes a 110. Es un salto cualitativo y cuantitativo muy fuerte. Nuestra meta es tener dos Sacerdotes por Parroquia”.
El Padre Rector apuntó también que, en promedio, de cada diez muchachos que ingresan al Seminario, siete son ordenados Sacerdotes.
“Sabemos que el señor Obispo es conocedor de todo lo concerniente a las vocaciones; su servicio pastoral como Sacerdote lo desempeñó en el Seminario, y eso nos da mucha apertura para conocer su experiencia como Formador, y lo que seguramente buscará implementar aquí. Estamos ansiosos de poner toda nuestra energía y nuestra creatividad para comenzar el trabajo con él para tener un Seminario que tenga bien diseñados, entre otras cosas, los itinerarios formativos de cada etapa”
Siguiendo la apretada agenda
El miércoles 12 de febrero, el Obispo jalisciense inició sus actividades desde temprana hora. Oficialmente entró a la Ciudad Amurallada de Campeche a las 7.30 horas por la Puerta de Tierra, donde Autoridades Civiles, encabezadas por el Gobernador del Estado, le dieron la bienvenida disparando los cañones de la ciudad y repicando las campanas de los templos.
De ahí, se trasladó al Templo de San Román, cuya imagen central es un Cristo negro que acompaña a la Iglesia campechana desde el Siglo XVI, y es una de las devociones más arraigadas entre los fieles.
Después se dirigió a Hopelchén, donde se encontró con mujeres mayas que sustituyeron el Título de “Monseñor” por el de “Tata Obispo”, en cariñosa señal de respeto. En ese sitio se encuentra una columna azul que marca el sitio histórico donde se celebró la primera Misa en América.
Posteriormente, el nuevo Pastor Diocesano se dirigió al Centro Histórico de Campeche, ingresando ahora por la Puerta del Mar para llegar a la Iglesia Catedral, donde hizo la Profesión de Fe, firmó el Libro de Gobierno Eclesiástico y se sentó en la Cátedra, lo cual representa el acto oficial de Toma de Posesión de su Diócesis.
En Rueda de Prensa, llamó a la feligresía a unirse con alegría, “a ser más Misioneros, a ejemplo de Jesucristo, Misionero del Padre”.
Luego se trasladó al Centro de Convenciones “Campeche Siglo XXI”, donde el Nuncio Apostólico Christophe Pierre, ante unas cinco mil personas, presidió la Misa de Inicio de Ministerio Episcopal.
Entre las características del Obispo Francisco que han sorprendido a los Medios de Comunicación, destacan su sencillez y cordialidad, el uso de las Redes Sociales como un Medio, mas no como un fin en sí mismo, y la utilización de las nuevas tecnologías para la Evangelización, pues el nuevo mitrado ha anunciado que la Misa de 12, que presidirá los domingos en la Catedral, será transmitida vía Internet para que quienes vivan en comunidades alejadas puedan sentirse cercanos.
Demuestra la confianza del Papa
Entrevistado durante la visita al Seminario de Campeche el martes 11 de febrero, el Cardenal José Francisco Robles Ortega indicó que el nombramiento de Monseñor Francisco González como Obispo Residencial de Campeche ha sido una muestra de confianza papal: “Sí, en la persona del Obispo Francisco, pero también hacia la Iglesia de Guadalajara. Así que nos alegra y bendecimos al Señor porque un fruto maduro de nuestra Iglesia sale para prestar un servicio de mucha trascendencia. Lo acompañamos con nuestra oración, con nuestro afecto, y físicamente también estamos aquí”.
Por otra parte, el señor Cardenal exhortó al Obispo, en primer lugar, a conocer la nueva realidad, a respetar la cultura y la religiosidad de las personas, así como a confiar en el Espíritu Santo, que es Quien hace todo: “Le deseo que cumpla su labor con mucha confianza en el Señor”.
Es un acontecimiento de fe
El Nuncio Apostólico en México, Arzobispo Christophe Pierre, calificó como un acontecimiento de Fe el desbordamiento que entre los fieles católicos ocasionó la llegada de Monseñor José Francisco, quien el 12 de febrero asumió la Cátedra como Obispo Titular.
“A través de los Pastores, la Iglesia quiere acompañar para mostrar a la gente lo que Cristo puede ofrecer; es decir, un sentido para la vida. Esta labor de cercanía con todos los miembros de la Iglesia es algo en lo que ha insistido mucho el Papa Francisco: salir al encuentro de los más necesitados en todos los aspectos y en todos los rincones del mundo, para invitarlos a encontrar un sentido de vida en relación con su conocimiento de Dios”.
Los representantes de los Medios de Comunicación propusieron al Nuncio que opinase sobre el tema de los jóvenes, a lo que el Representante Papal respondió: “La Iglesia invita a todos ellos a vivir auténticamente su Fe para poder transmitir valores y testimoniar con la vida valores como la solidaridad, la fraternidad, la lucha por el bienestar de la gente y la relación con Dios”.
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