Comunicación es seguir hoy las huellas de Dios
Recién apenas, Semanario Arquidiocesano de Guadalajara ha celebrado de una manera discreta la edición de su Número 1000. Y así ha sido porque la comunicación no es una cumbre que se escala una vez en la vida, como adquirir un trofeo y guardarlo en vitrinas para la posteridad. Semanario cree que el abanico de la comunicación es tarea ineludible en el mundo presente; una tarea sin pausas y sin prisas, la cual entraña la capacidad de comunicar, y su contraparte, el interés de escuchar, de prestar atención.
En la comunicación, como en todo tipo de Periodismo, no basta con llegar a un punto que nos satisfaga; es menester “seguir llegando”. La parte esencial del comunicar es nunca cerrar las puertas, sino seguir abriéndolas; tener capacidad de escucha, de diálogo. Hoy, la Sociedad demanda una comunicación estratégica, que no sólo es crear lectores asiduos, sino abrir la variedad de propuestas para incidir en sectores diversificados. Pensar y adecuar la destreza de la comunicación es estar atento a la resonancia de lo que otros dicen o callan. Y, por supuesto, de lo que necesitan para su información.
Cada Número de Semanario, a partir del primero inicial, que en un 14 de febrero (fecha de la Fundación de la Ciudad) salió con galanura y cortesía atrevida, titulando su portada: “Buenos días, Guadalajara”, adquiere un nuevo compromiso. Cada edición es volver a empezar. Pretende mantener el alma sensible a las vicisitudes cotidianas y a las reacciones fuertes; proseguir saludando; quitarse el sombrero y ser un referente, con la coraza del respeto que se exige y se otorga.
La tarea de los Comunicadores y de los Medios no es, ciertamente, endulzar oídos, sino calar en realidades que enfrentan el mundo, la Sociedad, la Iglesia. Es tomar decisiones que valgan la pena en la construcción de una porción de la Comunidad para que se entienda mejor la noticia, la opinión, la orientación, la incitación a reflexionar y actuar.
El Papa Francisco entiende la comunicación así: -lo dijo a los Obispos del CELAM- “cuando estamos atentos al hoy de nuestras vidas, Sociedades y Comunidades Eclesiales, no nos estamos distrayendo en lo anecdótico o superficial; estamos buscando, en nuestro tiempo y nuestra realidad, la presencia viva de Dios”. Anunciar el Mensaje de Jesús en los Medios de Comunicación no consiste en ir a buscar al pasado en frases e imágenes que iluminen el presente, sino profundizar en el presente hasta encontrar a ese Dios cercano que camina a nuestro lado… “analizando los hechos, averiguando nuevos datos, criticando conductas, proponiendo ejemplos, compartiendo mensajes, buscamos encontrar y mostrar las huellas del Amor de Dios a los hombres y mujeres de este hoy”. Ésta es una ruta que Semanario ha iniciado, y quiere continuarla con modestia y firmeza.
Comunicar a través de los Medios es buscar la “cercanía y el encuentro”. La demagogia y el populismo no son tentaciones solamente de los políticos. Están también en los Medios, incluso si éstos son religiosos. El compromiso es ser atentos y precavidos testigos del presente; ser interlocutores de la Sociedad, de la política, de los diferentes estratos sociales, sin eludir a los de pensamiento diferenciado. Desde una visión de Iglesia, la tarea es dialogar, escuchar y proponer para todos. La conciencia de Semanario ha sido y sigue siendo “formar e informar”. Comunicar es generar espacios para la noticia, el análisis, el debate y la orientación en torno a los acontecimientos que nos atraen y cuestionan cada día.
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