Estimulante impulso del Pastor

Organismos de Pastoral y su coordinación
Para que nuestro Pueblo, en Cristo, tenga vida

Vicaría de Pastoral

Resultó muy valiosa la presencia del Arzobispo Metropolitano, el señor Cardenal José Francisco Robles Ortega, quien se apersonó el martes 12 de abril, a eso de las 10.30; momento en que los Grupos venían de discernir sobre los Retos y Exigencias, que brotan unos de la realidad examinada, y las otras, de la iluminación doctrinal.
Participó en todo el Plenario, compuesto por decenas de Sacerdotes Coordinadores y Asesores de las Comisiones y Secciones de la Pastoral Funcional, así como numerosos miembros Laicos. Los Grupos conformados en este Encuentro aportaron sus sugerencias, que todos ayudaron a pulir y a resumir hasta que llegaron a tres muy concretas. Eso le pareció bien al Cardenal, y enseguida él pasó a dar su mensaje a la Asamblea. Felicitó a los asistentes y apoyó en todo este esfuerzo por la vinculación, la organicidad en la planeación en estas instancias de las Comisiones y Secciones.

EL PRINCIPIO
El lunes 11 de abril se desarrolló la Reunión de la Pastoral Funcional y La Vicaría de Pastoral. Movimiento que, en general, busca revisar estructuras, agentes y recursos para lograr la vinculación de la Pastoral en forma integral, a la luz del VI Plan Diocesano. Esto inició con el Encuentro entre las Comisiones y Secciones. El lugar escogido fue la Casa de Oración Nazareth. Primero la oración, para que todas las acciones y palabras estén asistidas por el Espíritu Santo, con recta intención.
Primer paso fue el ver con los ojos del Padre. Se hicieron seis Grupos de seis o siete participantes. Personalmente, cada agente reflexionó sobre su ser: ¿Quién soy? ¿Cómo estoy? ¿Cómo me siento? Y luego, considerándose como agentes, ver cuáles son mis logros, mis deficiencias y mis retos. En un segundo momento, se pasó a compartir con el Grupo los resultados. Algo muy enriquecedor, pues estos agentes tan importantes, en muchos casos no se conocen, son distantes y no saben cuál es el trabajo que corresponde a cada Comisión.
Enseguida vino el Plenario, en el que se rescataron los retos, o sea, los reclamos de la realidad que se vive. No se pidió hablar de la Comisión en primer término, sino de cada uno de los agentes en lo personal y en su trabajo. Estos retos serán una base para el resto del proceso. Cada agente expresó las dificultades que cruzan en su caminar. Las aportaciones fueron muchas sobre los instrumentos, la eficacia del apostolado. Se hizo sentir la necesidad de coordinación, de formación; se resaltó el reto del protagonismo de los Laicos, la necesidad de ofrecer vida nueva en Cristo. Ordenar agentes, recursos y estructuras. Descubrir los perfiles de las distintas tareas; se habló de especialización y profesionalización en la Pastoral. Podemos decir que fue un torrente de aportaciones que se ajustan a estos puntos mencionados.
Llamaron la atención en cuanto a las personas. Crear los perfiles, Capacitación y formación. Profesionalización de la Pastoral.
Establecer Ministerios Laicales. Atender al Protagonismo de los Laicos en los distintos ambientes.
Recursos. (Competencia profesional, según la Conferencia del Episcopado Mexicano, CEM); Especialización en campos específicos, y también acudir a Instituciones que capaciten al Laico.
Estructuras: Cómo evaluar o medir si el trabajo pastoral está ayudando a tener vida en Cristo.
Vinculación de los Institutos en la vida pastoral parroquial.

LA ILUMINACIÓN
Ante estos retos, el segundo momento, ya por la tarde, fue juzgar con los criterios del Hijo. La comunión arranca del carácter trinitario de la Fe.
Para esta parte se tomó la Primera Carta de San Pablo a los Corintios, 12, 4-17. Un solo cuerpo y muchos miembros. Los dones vienen del mismo Espíritu. Esto es claro fundamento y exigencia de la comunión.
Luego se ofreció la lectura de Novo Milennio Ineunte, No. 43, de San Juan Pablo II:
“Hacer de la Iglesia la casa y la escuela de la comunión; éste es el gran desafío que tenemos ante nosotros en el Milenio que comienza, si queremos ser fieles al designio de Dios y responder también a las profundas aspiraciones del mundo”.
Antes de programar iniciativas concretas, hace falta promover una espiritualidad de la comunión, proponiéndola como principio educativo en todos los lugares donde se forma el hombre y el cristiano, donde se educan los Ministros del Altar, las personas consagradas y los agentes pastorales; donde se construyen las familias y las comunidades. Significa capacidad de sentir al hermano de Fe en la unidad profunda del Cuerpo Místico y, por tanto, como “uno que me pertenece”.
Viene la parte de ¿Qué me está exigiendo Dios? ¿Mis actitudes son de comunión o más bien de protagonismo y de desvinculación sin interesarme por lo que otras instancias eclesiales realizan, favoreciendo así el Proceso Pastoral? El primer momento fue por Grupos toda la tarde de este primer día.
Paréntesis de alegría. Por la noche, en la cena se desató la música con la actuación del mariachi. El martes 12 inició con la oración y la Sagrada Eucaristía.

EXIGENCIAS
De entrada, se aportaron ideas fuerza de lo que Dios pide, y de ahí las exigencias que ello plantea. Fue muy rico el resultado y abundante. Material que se fue concentrando en el Plenario. Por lo que expresó cada Equipo, puede decirse que se trata de una conmoción, una lluvia de ideas muy rica. Se fijaron en Agentes, Métodos y Estructuras.
De todo lo aportado, podemos señalar lo que la misma asamblea privilegió:

1. Promover, asumir y hacer vida la ESPIRITUALIDAD DE COMUNIÓN.
2. Implementar la vinculación y articulación en el espacio que me toca coordinar.
3- Definir perfiles donde se incluyan tareas, formación de agentes, ejecución y revisión en el espíritu y método diocesanos.

Éste fue un trabajo minucioso y hubo que seleccionar de cada Grupo, y luego entre todos, ver coincidencias y quitar repeticiones o expresiones similares. Las demás aportaciones no se pierden, sino que están contempladas para retomarlas en el momento oportuno o para ampliar el sentido del material elegido.

LA VOZ DEL PASTOR
Nuestro Pastor Diocesano pasó al frente luego de haber presenciado las disertaciones y los razonamientos, que estimó muy pertinentes. Expresó su gratitud a los participantes, lo vital de su misión en la vida diocesana, apoyando palmaria y satisfactoriamente el esfuerzo para lograr la vinculación y articulación de estos Organismos Diocesanos que enriquecen la organicidad que él tanto anhela.
Enseguida quiso dar una aplicación a los Sacerdotes, como Pastores, y a su acción pastoral, de la vivencia del Papa Francisco con los Obispos en la Catedral Primada de México. Comentaba que algunos la tomaron como regaño, pero que está llena de pistas pastorales que pueden servirnos de mucho.
Se refirió al regazo de la Virgen de Guadalupe, y a que este pueblo quiere tener un refugio en la Fe, en el Sacerdote. También abordó la peligrosa acción, que se deriva al Sacerdote, en las circunstancias tremendas de inseguridad y de crimen. Insistió en no conformarnos con mensajes moralmente rectos pero que no afectan nuestra comodidad. Se requiere la valentía profética ante el dinero perverso y las manos llenas de sangre. No basta sentir nostalgia por el Señor, Muerto en la Cruz, que no podemos olvidarlo; pero, de todos modos, eso no es más que el balbucear de huérfanos junto al sepulcro.
El Arzobispo Robles resaltó cómo el Santo Padre prescindió del mensaje escrito y les habló desde el corazón. Éste es el gran impulso que debe inflamar nuestro Proceso Pastoral. Porque es algo muy importante lo que establece el Plan, como lo dice el “Para qué” del Objetivo General: la comunión, que fortalezca las comunidades eclesiales y, sobre todo, que nuestro Pueblo, en Cristo, tenga vida, lo cual se logra con la organización de la Pastoral, así como se viene haciendo. De igual modo, dijo que somos herederos de una rica Historia en nuestra Diócesis, y eso nos compromete más, nos exige estar a la altura de ese legado tan valioso.
Al final, el purpurado ofreció el espacio para que se manifestaran inquietudes. Se le felicitó por la ratificación de su nombramiento como Presidente del Episcopado Mexicano por un trienio más, y él dijo de su disponibilidad a acatar la Voluntad de Dios. Y espera que, en esta situación, Dios realice cosas buenas para la Iglesia Mexicana y para la Diocesana. Confía mucho en el apoyo de Los Vicarios Episcopales, los Decanos y los Encargados de las Comisiones y Secciones. Cuando le comentaron de la situación de no tener Obispos Auxiliares, afirmó: “Aquí me tienen; soy su Obispo para trabajar generosamente; no falta más”.
Ahora debemos trabajar de una forma nueva; no esperando órdenes de arriba, dependiendo siempre del Obispo y que el Obispo dictamine sobre todo procedimiento o necesidad, sino que los agentes disciernan sobre la realidad que tienen tan cerca y propongan al Pastor para elegir las respuestas adecuadas y las acciones más eficaces. Él respondió a todos los temas que se le plantearon. Se quiere que a nivel de la Iglesia Mexicana, todas las Diócesis tomen el camino de la planeación, de la organicidad. Ello, con más razón, alienta el Proceso Diocesano.

EL ACTUAR
Luego vino la continuación del actuar, pero ahora viendo al interior de las Comisiones. La reunión se hizo por Comisiones, para ofrecer respuestas prácticas a los retos de este Encuentro. Y, tras un refrescante descanso, que se aplazó, por la intervención especial del señor Cardenal, las Comisiones dieron a conocer sus propuestas al interior. Claro que esos aspectos tocan el mejorar los Agentes, el Método y las Estructuras con: la Espiritualidad de Comunión, la vinculación y articulación, así como definir los perfiles y la formación. Todo va, como fortaleció el Prelado, a verificar si con nuestro ministerio estamos dando vida en Cristo.
Ya había transcurrido la mañana de este día, así que vinieron avisos y recomendaciones.
Evaluación: ¿Será conveniente repetir esta Reunión de Comisiones?
Variedad de respuestas, la mayoría afirmativas. Alguien preguntó que si antes había, ¿por qué se suspendieron? El caso es que hoy se ven necesarias en la circunstancia del Plan de Pastoral, que debe permear toda acción, acababa de decir el Cardenal, y que será la mejor respuesta.

AVISOS DE LA VICARÍA:

Del 18 al 20 de abril, Reunión del Equipo Base.
20 de abril, Reunión Conjunta en el Centro de Pastoral.
Del 2 al 6 de mayo: Jornada para Vicarios Episcopales y Decanos.
Del 22 al 24 de Junio, VI ASAMBLEA DIOCESANA DE PASTORAL, en el Seminario Menor.

El Arzobispo Metropolitano, Cardenal Francisco Robles, hablando ante los Responsables de la Pastoral Funcional de la Arquidiócesis, fue muy enfático al señalar el papel importante que desempeñan en la Evangelización, conjugando iniciativa, independencia y vinculación.