viernes, 22 de abril de 2016

Pistas e iniciativas para activar el Plan Diocesano

A partir de las Comisiones y Secciones

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Vicaría de Pastoral

Algunas expresiones que surgieron en la reciente Reunión de Encargados de Comisiones y Secciones, que no lograron pasar el discernimiento final, nos dan relación de los ideales de estos Agentes de la Pastoral a nivel diocesano.
Se pedía, por ejemplo, crear perfiles específicos de los Agentes y profundizar en el cómo debe ser determinado Agente, así como atender a la capacitación, a la formación; que sea más cuidadosa, más profunda; que sea una verdadera especialización, superando la improvisación y la sola buena voluntad, que no basta.
En esa misma línea, se solicitó la profesionalización de la Pastoral; es decir, hacer que los Agentes sean competentes, eficaces. A la vez, esto mira a la Séptima Línea de Acción propuesta, en el sentido de dar protagonismo a los Laicos en los distintos ambientes, y recomienda fomentar las Instituciones que capaciten y formen al Laico, que es una de las prioridades del Objetivo, por lo cual todo Instituto ha de vincularse a la vida pastoral, al Proceso en marcha.
Asimismo, buscar y establecer cómo evaluar o medir objetivamente el trabajo pastoral, pues no basta sólo con intenciones o apreciaciones subjetivas; valorar si estamos ayudando a que nuestros pueblos, en Cristo, tengan vida.

APRETANDO COMPROMISOS
En cuanto a exigencias, se establecieron en los tres ámbitos: las personas, los métodos y las estructuras.
Respecto a las personas, se demanda no ser máscaras de comunión (hipócritas). Ser verdaderos Cristos, no sólo en apariencia. Poner al servicio de la Iglesia Diocesana las capacidades de cada Agente. Vencer el orgullo, la soberbia y reconocer que los otros también saben y piensan. Saber trabajar corresponsablemente con el otro. Vivir coherentemente la espiritualidad de comunión. Salir de mí mismo y encontrarme con el hermano, que me pertenece. Ampliar mi visión de la Iglesia, más allá de mi Comunidad o Parroquia. Tomar conciencia de que voy construyendo el Reino desde lo pequeño, lo que me toca a mí, en comunión, mediante el Plan, Objetivo, Metas, Líneas.

MÉTODO:
Elaborar un Programa de Formación Básica de Ministerios Laicales; Formación Permanente y específica o especializada según orientaciones de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
A largo plazo, hacer un Proyecto que evalúe las necesidades más sentidas en la Pastoral; que dé respuesta sistemática y la haga llegar a las Comunidades. Que nos propongamos una meta común cada año, conforme a las Siete Líneas de Acción.
Que procuremos la vinculación y articulación en el espacio que nos toca coordinar. Unir fuerzas, en un impulso transformador de nuestra Sociedad.

ESTRUCTURAS:
Que cada Comisión revise su Manual de Funciones para actualizarlo en cuanto a perfiles de identidad, tareas, estructuras y recursos.
Enriquecer el Equipo de la Vicaría de Pastoral con representantes de lo territorial, funcional y Personal capacitado en Medios de Comunicación y Programación.
Evitar el protagonismo en lo referente a recursos económicos y humanos. Promover una Pastoral que se baje a la Pastoral Territorial y pasar la información a otras instancias de la Diócesis.
Promover la identidad de la Iglesia-comunión, Pueblo de Dios. Curso de Eclesiología. Una Iglesia menos protagonista y más cristiana.
No tener miedo a apostarle a grandes ideales y proyectos. Arriesgar más. Tener disponibilidad al servicio eficiente y desinteresado. Que todos seamos Casa de Misericordia.
Vemos cómo en estos días de oración, diálogo y reflexión se dejaron escuchar muchas propuestas y sugerencias. Conocerlas nos confirma en la claridad del rumbo pastoral, pues de ellas se fueron perfilando las sugerencias finales.

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