Un Seminario fitness

Moisés Mercado Alonso, 3º de Teología

Cuando algunas personas visitan la Casa del Seminario Mayor de Guadalajara y observan que cuenta con canchas de futbol, basquetbol y voleibol, con una alberca, y máxime cuando ven las renovadas instalaciones del gimnasio, se muestran sorprendidas, pues no se imaginan a quienes cotidianamente portan la sotana, en pantaloncillos, traje de baño, levantando pesas o disputando con mucha furia un balón.
En el encuentro más reciente que tuvo el Seminario con su Pastor y Rector, el Cardenal José Francisco Robles Ortega, el pasado 28 de enero en el marco del Informe Anual que se le rinde, hizo la petición, sin dejar de lado la insistencia en la generosidad en la respuesta a la vocación, en la configuración con Cristo Buen Pastor por medio de la oración, en el estudio y la comunión fraterna, de poner especial interés en la vida deportiva.
La formación del Sacerdote busca ser integral, y la salud física de la persona es un aspecto esencial. En vistas a que preste el mejor servicio a la comunidad, se procura que forje la virtud del ser deportista, de alimentarse sanamente, de saber descansar, y así poder aprovechar todas sus fuerzas en el cuidado y edificación del Pueblo de Dios.

RECURSOS PARA ELLO
Con tal de responder a esta inquietud, en el Seminario se destinan tiempo y lugares específicos para practicar todo tipo de deportes. Por ejemplo, el jueves 14 de abril inició el Torneo en honor a los Mártires Mexicanos, en modalidades de futbol, baloncesto y voly de distintas categorías, y que involucra a la totalidad de los Seminaristas.
Además, ya con el calor primaveral y veraniego, la alberca es de los lugares más concurridos durante la tarde, e incluso en los recesos nocturnos.
Lo novedoso es el gimnasio, que aunque no es el mejor equipado, cuenta con los instrumentos básicos, y los encargados han puesto interés en tenerlo lo más digno posible. Se ha implementado recientemente el Taller de Acondicionamiento Físico, el cual ofrece instrucción por parte de Seminaristas que han asistido a otros gimnasios o que por experiencia tienen los conocimientos para realizar correctamente este tipo de entrenamiento.
Para complementar esta promoción del fitness en nuestra Casa de Formación, se ha puesto más cuidado en la alimentación, promoviendo un menú más variado y equilibrado.
¿Ha alcanzado a esta Institución la cultura del culto al cuerpo y la vanidad? Sin duda que la tentación de la vanidad y la vanagloria está presente en la vida de todo fiel cristiano, y cada quien debe tener especial cuidado y realizar constantemente un examen de conciencia para verificar si busca dar gloria a Dios con su vida. Lo que sí interesa es que, mediante este proyecto, los Seminaristas, futuros Sacerdotes, tengan mejor salud y puedan ofrecer el mejor servicio a la Iglesia en un futuro inmediato.