jueves, 19 de mayo de 2016

Imponente Ceremonia de Ordenaciones

Para enseñar, santificar y conducir
Nuevos Pastores para un creciente rebaño

En solemne e histórica Ceremonia, el Santuario de los Mártires Mexicanos, aún en construcción en la cima del Cerro del Tesoro, se estrenó como escenario para atestiguar el Sacramento del Orden, que el Cardenal Arzobispo José Francisco Robles Ortega confirió a seis Seminaristas en el Grado del Diaconado, y a 30 Diáconos ungidos ya como Sacerdotes.

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José de Jesús Parada Tovar

Varios fueron los elementos inéditos que se conjugaron en esta Fiesta de Pentecostés del domingo 15 de mayo, para configurar un hecho insólito en la Historia de la Iglesia de Guadalajara. Y es que la convocatoria, sin precedentes para actos similares anteriores, apuntaba ahora, por vez primera y ya deseada desde hace algunos años, hacia el grandioso Templo que se yergue majestuoso en el Sur del Área Metropolitana como el más claro referente del culto a Nuestro Señor Jesucristo Rey del Universo, y de homenaje y veneración a la pléyade de mexicanos que por Él ofrendaron su vida en tiempos de la Persecución Religiosa.
Por cierto, 22 de aquellos Mártires eran Presbíteros, y 15 de ellos fueron alumnos del Seminario Diocesano de Guadalajara, seguramente complacidos de saludar y acompañar la Ordenación de este número doble de discípulos de esa tricentenaria Casa de Formación. Ya se habían sucedido Ordenaciones grupales, en otros años, lo mismo en el Auditorio “Benito Juárez” que en la Catedral Metropolitana, en el Templo Parroquial de San Bernardo, en la Capilla del Seminario Mayor o en la del Menor. ¡Por eso se ansiaba el estreno del magno recinto!

LA FATIGA, CON EL GOZO SE MITIGA
Ciertamente su puso de manifiesto un antecedente, que no se modificará demasiado en el futuro: arribar al Santuario de los Mártires es una dura prueba de sacrificio, como lo exige el auténtico sentido de la peregrinación. Y ello se evidencia aún más en esta etapa preliminar por lo disparejo y pedregoso del camino. Y, si a los romeros de a pie les costó harto trabajo subir la cuesta orillándose a la vereda asignada a los peatones, los que arribaron en vehículos debieron soportar un ascenso demasiado lento, debido a la aglomeración exagerada de automotores, a la insuficiencia de Personal de Vialidad para regular el flujo, y a los limitados dispositivos de apeaje y estacionamiento.
Definitivamente, tiempos y movimientos se vieron ampliamente rebasados; situación que habrá que tomar en cuenta a futuro.
Tan penoso y difícil viene a ser el trayecto, sobre todo si se emprende desde la Estación del Tren Ligero de la Avenida Colón, que más allá de la mitad de la Celebración Eucarística, que dio comienzo a las 10 de la mañana, seguía la entrada de fieles, buscando un lugar ya no en el piso (aún de tierra) de la espaciosa asamblea principal, donde se acondicionaron 10,000 sillas rentadas para el caso, sino en espacios del segundo nivel. Sin embargo, todo fue llegar a la meta para olvidar el cansancio y asombrarse con la monumentalidad del recinto y la emotiva solemnidad del acto litúrgico.
El área del presbiterio fue previamente alfombrada de color rojo desde sus gradas hasta la base. Se adornó el muro frontal con medallones alusivos al Cordero Pascual, a la Eucaristía y al Espíritu Santo. A un lado del Crucifijo se colocó el ostensorio con las reliquias óseas de los 25 Santos Mártires. Previamente a la Celebración, hizo triunfal entrada, en manos de Frailes Franciscanos, la venerada imagen de Nuestra Señora de Zapopan, Patrona de la Arquidiócesis, en medio de un vocerío de aclamaciones y del popular canto “Alabemos a María”.
Alrededor de 80 voces conformaron la Schola Cantorum con alumnos de los Seminarios Mayor y Menor, formados por el Padre Édgar Iván Preciado Mariscal, y dirigidos esta vez por el Mtro. Carlos Gálvez, con el Mtro. Pedro Hermosillo al teclado, para interpretar la Misa de San Eduardo, de Licinio Refice, alabanzas, así como cantos comunitarios y los que marcan las rúbricas propias de la Liturgia de Ordenaciones, incluyendo las Letanías de Todos los Santos y el Himno Veni, Creator, con arreglos polifónicos de Moseñor José Ruiz Medrano.

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MARCO IMPONENTE, PERO PIADOSO
La procesión de entrada, con los 36 ordenandos por delante, la encabezó el Arzobispo Metropolitano y Rector del Seminario, Cardenal José Francisco Robles Ortega, acompañado por el Obispo Auxiliar Juan Humberto Gutiérrez Valencia y el Arzobispo Emérito de León, José Guadalupe Martín Rábago; por el Padre Vicerrector, José Guadalupe Miranda Martínez; el Vicario General de la Arquidiócesis, señor Cura Jesús García Zamora, y el Secretario Canciller del Arzobispado, Pbro. Javier Magdaleno Cueva. En una parte del presbiterio y en las primeras filas de la asamblea principal, aguardaban, ya revestidos de alba y estola, unos 140 Sacerdotes dispuestos a concelebrar el Santo Sacrificio.
Participaron de esta Celebración, en total, no menos de 15,000 fieles, incluyendo al Seminario en pleno, Religiosos y Religiosas, familiares y amistades de los consagrados, provenientes de decenas de Parroquias de donde éstos son originarios o en las que han prestado sus servicios de apostolado. No obstante lo prolongado de la Ceremonia (casi tres horas), se observó en todo momento un ambiente de respeto y de piedad, no exento de manifestaciones de emoción y de entusiasmo.

SERVIDORES DEL REINO
En la Homilía, el Cardenal Robles Ortega hizo alusión a la importante Festividad del día: “El soplo divino del que proviene el Espíritu Santo evoca el momento de la Creación. Hoy, Cristo Resucitado les dará a ustedes el Espíritu Santo para que sean signo e imagen suya en la Iglesia al servicio del Reino de Dios; para que anuncien la Palabra que suscita la Fe y santifica a su Pueblo a través de los Sacramentos.
“Como Buen Pastor, que conduce por los caminos de la Salvación, Jesucristo los acompañará en su ministerio de enseñar, santificar y conducir”. Luego exhortó: “Hagamos oración por ellos para que, ya ungidos, tengamos en ellos la presencia viva de Cristo Resucitado y nos abramos a los dones del Espíritu Santo, anunciado y merecido por Jesús. Y, si ya lo hemos recibido en los Sacramentos desde el Bautismo, ahora nos corresponde testimoniarlo, seguirlo y anunciarlo”.

RITO LLENO DE SIGNOS
Acto seguido, fue llamando individualmente a los seis Seminaristas para hacerlos Diáconos, recordándoles su compromiso de consagrarse a Dios con alma limpia para proclamar la Palabra; mediante el celibato, para servir al Señor y a la Iglesia; con la oración diaria por todo el Pueblo de Dios, al tiempo que les requirió la promesa de respeto y obediencia a él como su Obispo, y a sus sucesores. “Que Dios mismo lleve a término esta buena obra que en ti ha comenzado”, rubricó.
De igual forma, a los 30 nuevos Presbíteros les pidió enseñar y predicar, bajo la Luz del Espíritu Santo; celebrar los Misterios Sagrados; orar continuamente y consagrarse a Dios para la Salvación de los hombres. Postrados de bruces, escucharon la Letanía de los Santos. A Diáconos y Presbíteros el Arzobispo les impuso las manos en su cabeza. Los primeros fueron revestidos de los ornamentos que habrán de usar: estola cruzada y dalmática. Luego recitó la Oración Consecratoria, con la que se valida propiamente la Ordenación.
Los nuevos Presbíteros fueron revestidos, por sus papás y padrinos, de estola y casulla; luego ungidos con los óleos sagrados en sus manos, que habrán de bendecir y de ofrecer el Sacrificio. También recibieron el cáliz y la patena, así como el saludo de paz… “Tú eres Sacerdote para siempre”. “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que Yo os mando”, entonaba el Coro, secundado por las ovaciones de los fieles.
Concluida la Solemne Eucaristía, el neo Sacerdote Érick Preciado Santana, y sus padres, hicieron uso de la palabra para agradecer a Dios el don de la vocación, y reconocer la guía y acompañamiento de los Pastores, de los Padres Formadores y condiscípulos, y las oraciones del Pueblo. Posteriormente, el Padre Javier Magdaleno, Secretario Canciller, dio lectura a los destinos ministeriales de los flamantes Eclesiásticos.

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NOMBRAMIENTOS ECLESIÁSTICOS DE LOS NEO SACERDOTES
ORDENADOS EN PENTECOSTÉS: MAYO 15 DE 2016

*Pbro. Cruz Manuel Aranda Pulido,
Vicario parroquial de Santa Vicenta María López y Vicuña.
*Pbro. Santiago Isaac Barreto Bautista,
Vicario parroquial del Sagrado Corazón, Ocotlán, Jal.
*Pbro. Daniel Benavides Preciado,
Vicario parroquial de San Gaspar.
*Pbro. Job Esteban Calderón Cedillo,
Vicario parroquial de San Ildefonso.
*Pbro. Juan Miguel Contreras García,
Vicario parroquial de San Antonio de Padua, Tlajumulco.
*Pbro. Víctor Manuel de Anda García,
Vicario parroquial de Santa Cecilia.
*Pbro. Gonzalo García Jiménez,
Vicario parroquial de San Martín de Hidalgo, Jal.
*Pbro. José Luis González Santoscoy,
Vicario parroquial de Belén de Jesús.
*Pbro. Noé Hernández Arellano,
Vicario parroquial de Nuestra Señora del Favor, Hostotipaquillo, Jal.
*Pbro. Daniel Edauco Hernández Serrano,
Vicario parroquial de Nuestra Señora del Consuelo de los Afligidos.
*Pbro. José Manuel Juanpedro Delgado,
Vicario parroquial de Nuestra Señora del Rosario, Villa Corona, Jal.
*Pbro. Mario Alejandro Lozano García,
Vicario parroquial de San Miguel Febres Cordero.
*Pbro. Óscar Macías Rosales,
Vicario parroquial de la Inmaculada Concepción, Florencia, Zac.
*Pbro. Ricardo Manjarrez Mireles,Vicario parroquial de María Madre de Misericordia, Hacienda de los Eucaliptos.
*Pbro. José Luis Marín Cisneros,
Vicario parroquial de San Miguel Arcángel, Tonalá.
*Pbro. Gustavo Alexis Márquez Rodríguez,
Vicario parroquial de Santa Rosa de Lima.
*Pbro. Juan Fernando Mercado González,Formador de la Comunidad Formativa Familia de Dios, Adscrito a la Capellanía Ejido de Copalita.
*Pbro. Luis Antonio Miramontes Castañeda,
Vicario parroquial de Nuestra Señora del Sagrario.
*Pbro. Luis Enrique Munguía Solano,
Vicario parroquial de San Miguel Arcángel, Cocula, Jal.
*Pbro. Juan Pablo Olvera Leal,
Vicario parroquial de Santa Mónica, La Barca, Jal.
*Pbro. Diego Eduardo Padilla Aguirre,
Vicario parroquial del Espíritu Santo, Hogares de Nuevo México.
*Pbro. Julio Alejandro Pérez Reza,
Vicario parroquial de San Francisco de Asís, Chapala, Jal.
*Pbro. Víctor Alfonso Plascencia González,
Vicario parroquial de Nuestra Señora del Rayo.
*Pbro. Érick Preciado Santana
Vicario parroquial de Nuestra Señora de Talpa, Ciudad.
*Pbro. Fernando Guillermo Romo Fletes,
Vicario parroquial de San Onofre.
*Pbro. Sergio Rubio Núñez,
Vicario parroquial de Virgen de Guadalupe, Reina del Tepeyac.
*Pbro. Emilio Fabián Santos Jiménez,
Vicario parroquial de San Felipe de Jesús.
*Pbro. Samuel Agustín Soto Torres,
Vicario parroquial de San Francisco de Asís, Nochistlán, Zac.
*Pbro. José Rubén Octavio Toscano Márquez,
Vicario parroquial de San Rafael del Parque.
*Pbro. Miguel Eduardo Vargas Esparza,
Vicario parroquial de Santiago Apóstol, Tequila, Jal.

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