jueves, 12 de mayo de 2016

El agua, a debate

Un asunto crucial
El debate sobre el agua

Cruz isla Presidio

Dr. Jorge Enrique Rocha Quintero

En los últimos días, el problema del agua en la Zona Metropolitana de Guadalajara se convirtió en un debate público entre los principales actores políticos del Estado, quienes se confrontaron a propósito del diagnóstico de la situación y la forma de abordar este asunto.
Lo primero a decir es que me parece muy sano que esta agenda se aborde en el espacio público, por ser un tema de carácter estratégico. Además, creo que es muy sensato que el problema del abastecimiento y calidad del agua sean materia de discusión de toda la ciudadanía y no sólo de “técnicos” o de “políticos”. Y opino que esta discusión puede dejar buenos saldos si efectivamente el debate contribuye a profundizar y ampliar la información en esta discusión.
Desde mi particular punto de vista, para que este planteamiento público llegue a buen puerto, se necesitan algunas condiciones y presupuestos:

a)Politizar sin partidizar. La porfía sobre el uso y la disposición del agua siempre será politizada porque hay muchos actores sociales, económicos y políticos que tienen necesidades y perspectivas de uso sobre un tema fundamental como es el agua. No debemos extrañarnos que esta agenda levante polémicas y que sea fuente de confrontaciones. Lo que efectivamente puede transformarse en un lastre, es que la querella sobre el agua esté condicionada bajo una lógica electoral cortoplacista; es decir, que el caso sirva para obtener dividendos clientelares o para generar golpeteos políticos en clave de Elecciones. Colocar la discusión en esta arena, lo único que puede provocar es la imposibilidad de llegar a acuerdos y, por consecuencia, la ausencia de echar a andar políticas públicas para la resolución de los problemas originados por la demanda de contar con suficiente agua de buena calidad para todos.

b)Consensos sobre el diagnóstico. Uno de los mayores problemas para avanzar en una agenda de gestión del agua en Jalisco es la incapacidad de construir y consensar un diagnóstico sobre la situación del agua en la Entidad. Hay técnicos y políticos que tienen sus propias cifras e interpretaciones, y desde allí sostienen sus posturas. Una clave para caminar en esta agenda es que se generen diagnósticos consensados que, además, incorporen, como datos fundamentales, no sólo las mediciones técnicas, sino lo que podemos llamar las ponderaciones sociales. Todo en conjunto, es parte de un análisis, donde los actores sociopolíticos implicados sean capaces de concordar sobre las causas y la magnitud de los problemas. No contar con coincidencias en este tópico, será fuente de conflictos sistemáticos y un obstáculo insalvable para diseñar políticas públicas eficientes.

c)Ampliar la mirada a todo Jalisco. Por la dinámica político-electoral, es muy fácil que la disputa sobre el agua se concentre en los requerimientos de la gran Metrópoli (donde está el grueso de los electores), dejando de lado el problema del uso del agua en el resto de la Entidad, donde un asunto fundamental es medir y diagnosticar el impacto que sobre los acuíferos tienen las actividades agrícolas, hecho que es poco visible en la Opinión Pública, pero que resulta clave para entender los problemas de disponibilidad de agua de calidad. La discusión sobre el líquido tiene que traspasar las fronteras de los Municipios Metropolitanos y retomar las carencias y los reclamos que el resto de los jaliscienses tienen respecto a la disposición de agua, ya que existen regiones donde la explotación del elemental líquido es poco sustentable y, en algunos casos, ya es deficitario.

d)Incorporar la perspectiva de Derechos Humanos como la plataforma para el debate. Es muy diferente plantear la discusión sobre el agua desde una óptica mercantil que desde una visión de Derechos Humanos. Si el agua se considera una mercancía, las decisiones en torno a ella se orientarán a usarla para generar ganancias y renta capitalista. Si, por el contrario, se visualiza al agua como un Derecho Humano, entonces su uso tendrá como prioridad la satisfacción de las carencias de las personas, por encima de su costo. Desde mi perspectiva, la orientación que debe prevalecer es que el acceso al agua de calidad sea un Derecho Humano garantizado por el Estado. Y esta clave en el debate nos lleva a una discusión que implica la universalización del derecho al agua en Jalisco y no a su privatización de facto.

e)Construcción de acuerdos, en clave de gobernanza. Finalmente, si existe un asunto para el que la gobernanza tiene plena aplicabilidad, es precisamente en la definición de las políticas públicas para la gestión del agua. Esta agenda no es un tema que sólo compete a los “técnicos”, como tampoco a los “académicos” ni mucho menos a los “políticos”. La agenda del agua atañe a técnicos, académicos, políticos, ciudadanos, empresarios y todos los actores sociales y políticos que quieran o deban estar implicados. En temas tan sustantivos como el derecho al agua, la gobernanza es un camino deseable.

Por todo lo anterior esperemos que todo esto no termine en un simple zafarrancho con tintes electoreros.

Correo electrónico:
jerqmex@hotmail.com

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